El Imperio se desmorona
21 de febrero de 2025 (EIRNS) — El subtítulo del artículo del 20 de febrero en la revista de la City de Londres, The Economist, “How Europe Must Respond as Trump and Putin Smash the Post-War Order” (Cómo debe responder Europa mientras Trump y Putin destrozan el orden de posguerra) es aún más revelador que el titular: “La región ha vivido su semana más sombría desde la caída de la Cortina de Hierro. Las implicaciones aún no se asientan”.
Los mandatarios liliputenses de Europa todavía no salen de su estupefacción de la recién concluida Conferencia de Seguridad de Munich del 14 al 16 de febrero y la fría bofetada del discurso que dio ahí el vicepresidente de EU, J.D. Vance, y no han podido recuperar su equilibrio emocional, y mucho menos geopolítico. Quienes esperaban que lo que estaban viendo no estuviera ocurriendo, podrían haber pensado que era prematuro emitir un juicio tan definitivo como sugiere el subtítulo de The Economist, a tan poco tiempo de la llamada telefónica entre Putin y Trump del 12 de febrero, y de las posteriores reuniones del secretario de Estado Marco Rubio y el Ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov.
Los británicos, sin embargo, discrepan rotundamente de sus todavía ilusos secuaces. “El señor Trump parece dispuesto a alejarse de Ucrania, a la que culpa falsamente de la guerra. Llamando 'dictador' a su presidente, Volodímir Zelenski, el Sr. Trump le advirtió que 'más vale que se mueva rápido o no le va a quedar país'. Puede que Estados Unidos trate de imponer a Ucrania un cese al fuego inestable con sólo débiles garantías de seguridad que limiten su derecho a rearmarse”. Es decir, Estados Unidos ha optado por “acabar con el negocio redondo”, en especial después de que Zelenski admitiera que no sabía dónde habían ido a parar $100.000 millones de dólares de la contribución estadounidense al esfuerzo bélico.
Rusia y Estados Unidos se reunieron, en tatno las fuerzas militares más poderosas del planeta, en pos del restablecimiento de las relaciones oficiales. Como Presidente de Estados Unidos, Joe Biden no sólo no habló con Vladimir Putin durante dos años, sino que su gobierno autorizó a Ucrania a utilizar equipo militar estadounidense, información de inteligencia y quizás incluso “personal asesor” para atacar el territorio de la Rusia anterior a 2014 con misiles estadounidenses de largo alcance, y sin consultar al Presidente electo de Estados Unidos, el pasado mes de noviembre. Una vez que el Presidente electo no consultado asumió como Presidente por derecho, esos ataques cesaron. En el último mes, el mundo se ha alejado ligeramente del abismo de la guerra termonuclear.
En cuanto a que Zelenski es un dictador, basta recordar que prohibió 11 partidos políticos en marzo de 2022, suprimió a toda su oposición, y no ha levantado esa prohibición. Cerró la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, que sigue siendo la mayor del país, a pesar de la prohibición. El 8 de julio de 2022, la reportera de la National Public Radio de Estados Unidos, Emily Feng anunció: “El presidente Zelenski ha consolidado todas las plataformas de televisión de Ucrania en una sola emisión estatal y ha restringido a los rivales políticos. La oposición política teme que estas restricciones a la libertad civil continúen”. El uso de la lengua rusa ha sido severamente restringido. Zelenski y su gobierno hicieron ilegal que Ucrania negociara la paz con Rusia en junio de 2023, lo que hace difícil entender por qué se enfadaría por no haber sido invitado a una reunión en un tercer país, en la que los representantes del Presidente estadounidense plantearían a los representantes rusos, entre otros muchos asuntos, cómo se podría detener la matanza en Ucrania.
Y en cuanto a la Unión Europea: La soberanía no es precisamente el fuerte de una confederación que se niega a llevar ante la justicia a quienes destruyeron los gasoductos Nord Stream, de $8.000 millones de dólares, que provocó uno de los mayores desastres medioambientales de la historia, en su acto de sabotaje industrial. ¿Por qué no se lleva ante la justicia a esos criminales ecológicos que hicieron estallar Nord Stream en septiembre de 2022? Quizá porque son los mismos que ahora promueven la guerra y la destrucción sobre los cadáveres de un millón de ucranianos o más. La guerra y la muerte son su único compromiso real, no “la ecología”, ni la humanidad.
El gobierno de Egipto, en un ejercicio contrastante de soberanía nacional, ha hecho el siguiente anuncio: “Desde una perspectiva técnica y de ingeniería, poseemos toda la capacidad para restaurar Gaza a una condición incluso mejor que su estado previo a la destrucción en un plazo de tres años”. Esto se concibe directamente como una respuesta a la propuesta de Trump de constuir la “Riviera de Gaza”. Tienen el propósito de discutirlo en la próxima reunión de emergencia de la Cumbre Árabe del 4 de marzo.
En una entrevista reciénte con Executive Intelligence Review, Graham Fuller, veterano de 25 años de la CIA, ex diplomático estadounidense y erudito islámico, dijo, sobre el Plan Oasis de LaRouche para el sudoeste de Asia, que “se atiene que introducir como parte de un plan de paz más amplio. Una de las razones es que, por muy buena idea que haya sido, el hecho es que las rivalidades locales, y en particular las rivalidades proyectadas por Estados Unidos en su modo Guerra Fría, han hecho casi imposible la cooperación regional. Es decir, Siria, por ejemplo, tendría que figurar muy seriamente, o Iraq para el caso, debido a los ríos Tigris y Éufrates. Todos estos Estados tendrían que figurar muy seriamente en cualquier tipo de plan hídrico regional.
“Pero eso ha sido imposible”, es decir, hasta ahora. Al igual que el Plan Oasis, tampoco funcionará a menos que todas las naciones del sudoeste asiático se integren, de una forma u otra, en dicho plan. Debe surgir una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, para que Palestina y el sudoeste asiático sobrevivan, crezcan y se desarrollen. Los Diez Principios de Helga Zepp-LaRouche son una brújula eficaz en esta vorágine de rápidos cambios.
Los acontecimientos de los últimos ocho días que involucraron a Trump y Putin muestran la rapidez con la que esa nueva arquitectura, liberada de la interferencia británica, podría llegar a existir. Por lo tanto, no debemos quedar atrapados por debajo del nivel de los acontecimientos; organicemos desde arriba, tratando cada uno de los días inmediatos que se avecinan como una puerta potencial para, incluso en ese día, cambiar la historia en curso por medio del poder de las ideas verdaderamente humanas.
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