28 de febrero de 2025 (EIRNS) — En medio de la agitación mundial del momento, la primera gran reunión de planificación de las actividades de los BRICS en 2025 se llevó a cabo en Brasilia los días 25 y 26 de febrero, con la asistencia de los sherpas de los 11 miembros de pleno derecho del BRICS, incluida Arabia Saudita. A ellos se unieron los embajadores de los 8 nuevos miembros socios del BRICS cuando el Presidente Lula da Silva se dirigió a la reunión en su segundo día.

Brasil, que preside este año el BRICS, presentó sus seis prioridades para el año. “En este momento de crisis, nuestra responsabilidad histórica es buscar soluciones constructivas y equilibradas... La presidencia brasileña reforzará la vocación del bloque como espacio de diversidad y diálogo a favor de un mundo multipolar y de relaciones menos asimétricas”, indicó Lula. Subrayó que la primera prioridad de Brasil para la atención de los BRICS es la reforma de la actual arquitectura multilateral de paz y seguridad.

“Recurrir al unilateralismo vulnera el orden internacional. Quien apuesta por el caos y la imprevisibilidad se aleja de los compromisos colectivos que la humanidad necesita asumir con urgencia. Negociar sobre la base de la ley del más fuerte es un atajo peligroso hacia la inestabilidad y la guerra”, dijo Lula. “Frente a la polarización y la amenaza de fragmentación, la defensa consecuente del multilateralismo es el único camino que podemos seguir”. Lula puso como ejemplo de este enfoque el “Grupo de Amigos de la Paz”, organizado por China y Brasil para fomentar una resolución pacífica del conflicto de Ucrania, e subrayó que la crisis de Gaza “sólo se resolverá con la participación de los países de la región”.

El Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauricio Vieira, que inauguró la primera jornada de la reunión, subrayó asimismo que “las instituciones del mundo deben evolucionar para dar cabida a perspectivas diversas, garantizando que las naciones en desarrollo no sean actores pasivos, sino arquitectos activos del futuro. El BRICS representa una nueva visión de la gobernanza mundial, que da prioridad a la inclusión, la equidad y la cooperación frente a la hegemonía, la injusticia, la desigualdad y el unilateralismo”.

Brasil planteó otras cinco prioridades: salud global; desarrollo de mecanismos para intensificar el comercio, la inversión y las finanzas entre los miembros (“la presidencia brasileña está comprometida con el desarrollo de plataformas de pago complementarias, voluntarias, accesibles, transparentes y seguras”, declaró Lula); justicia frente al cambio climático; gobernanza de la inteligencia artificial para evitar monopolios empresariales y de otro tipo; y desarrollo del funcionamiento institucional del BRICS tras su expansión.

En cuanto a su iniciativa sobre salud: Brasil propone que el BRICS se centre en cómo eliminar las enfermedades alimentadas por la pobreza, la falta de acceso a los servicios básicos y la exclusión social. Lula hizo un llamado a que el BRICS formen una “Asociación para la Eliminación de Enfermedades Socialmente Determinadas y Enfermedades Tropicales Desatendidas” para hacer frente a enfermedades como la tuberculosis, la malaria, el dengue y otras “que en conjunto amenazan a unos 1.700 millones de personas en el mundo”.