2 de marzo de 2025 (EIRNS) — Como ha demostrado el economista y estadista Lyndon H. LaRouche Jr., la supervivencia exitosa, y no meramente momentánea, de la especie humana se caracteriza por una serie de cambios aparentemente repentinos y revolucionarios en el modo de comportamiento de la sociedad, que abandonan ideas anticuadas y a veces gravemente erróneas en favor de un conjunto más veraz de principios y forma de operar. En la actualidad se está produciendo un cambio monumental de este tipo, aunque el establecimiento con éxito de un nuevo paradigma no está en absoluto asegurado.

A la luz de esto consideremos los acontecimientos de las últimas 48 horas.

Calificado de manera diversa como un “fiasco”, “una reprimenda feroz en el Despacho Oval” o “uno de los mayores percances diplomáticos de todos los tiempos”, la reunión del viernes 28 de febrero del Presidente Donald Trump y Vlodímir Zelenski ha demostrado aún más lo que Helga Zepp-LaRouche dijo en la 91ª reunión semanal de la Coalición Internacional por la Paz: “estamos experimentando un cambio sin precedentes en la situación estratégica”, con “cambios tectónicos en marcha que dejan a algunas personas completamente atónitas”.

Al salir de Washington humillado, con las manos vacías y muy desacreditado públicamente, la siguiente parada de Zelenski, como era de esperar, fue Londres, donde fue calurosamente abrazado y consolado frente al por el Primer ministro británico Keir Starmer que renovó su promesa de apoyo imperecedero por 100 años del Reino Unido a la causa ucraniana. Tras reunirse con Starmer el 1º de marzo, Zelenski asistirá a una reunión de la élite europea el 2 de marzo, “un momento para hacer balance” y debatir los próximos pasos para mantener la guerra en Ucrania hasta el último ucraniano.

Los funcionarios estadounidenses adoptaron un tono sorprendentemente distinto en los comentarios públicos posteriores a la reunión del Despacho Oval, indicativo de lo que señaló el Presidente Vladimir Putin en su discurso del 27 de febrero ante la Junta del Servicio Federal de Seguridad: “Una visión realista de las cosas, sin los numerosos estereotipos, las mentadas reglas y clichés mesiánicos e ideológicos de sus predecesores, que, de hecho, provocan la crisis de todo el sistema de relaciones internacionales”.

Por ejemplo, el secretario de Estado de EU Marco Rubio calificó el “acto de ZelenskI de socavar abiertamente los esfuerzos para lograr la paz... profundamente frustrante para todos”, y declaró: “Mi trabajo para el Presidente es lograr la paz... En última instancia, ese es el trabajo del Departamento de Estado. El Departamento de Estado no libra guerras; las pone fin... Y eso suele celebrarse”. El secretario del Tesoro Scott Bessent se hizo eco de este objetivo primordial al afirmar: “Es imposible tener una asociación económica con alguien que no quiere ser tu socio en la paz”.

La situación sigue siendo peligrosa. El escape suicida hacia una postura militar europea destinada a mantener la guerra de Ucrania, como exigen los británicos, e incluso, como ha planteado el probable próximo Canciller alemán Friedrich Merz, extender el paraguas nuclear de las armas nucleares británicas y francesas para cubrir toda Europa, podría prender rápidamente la mecha de la Tercera Guerra Mundial.

La situación en el sudoeste asiático también presenta un panorama peligroso. La fase 1 del acuerdo de alto al fuego en Gaza llegó ayer a su fin sin que se vislumbre la fase 2: los negociadores israelíes abandonaron las conversaciones con los representantes de Hamás el viernes 28 de febrero. El 4 de marzo se habrá en El Cairo una conferencia para elaborar una contrapropuesta para la reconstrucción de Gaza que incluya a los palestinos; esta u otras intervenciones para hacer cambiar la trayectoria de la situación en Israel y Palestina son desesperadamente necesarias.

No hay solución dentro de los hábitos de pensamiento que crearon el problema en primer lugar; se tiene que abandonar por completo el pensamiento enfermo de la geopolítica y debe formarse un nuevo tipo de relaciones entre las naciones, que tenga en cuenta la seguridad y el desarrollo antientrópico de todas las naciones de la familia humana. Esto es algo por lo que Lyndon y Helga LaRouche y su organización llevan toda una vida luchando y es el nivel al que debe catapultarse el debate estratégico mundial. Indicativo del nivel de intervención necesario ahora es el llamado del Presidente Putin el 27 de febrero a “un diálogo sobre la creación de un sistema que garantice realmente un equilibrio y una consideración mutua de intereses, un sistema de seguridad europeo y mundial indivisible a largo plazo, en el que la seguridad de algunos países no pueda garantizarse a expensas o en detrimento de la seguridad de otros países”, una propuesta que resuena con fuerza con el llamado de Helga Zepp-LaRouche de noviembre de 2022 para una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo.

Construyamos nuestra capacidad para sobrevivir con éxito. El Instituto Schiller tendrá una conferencia internacional los días 24 y 25 de mayo, “Una hermosa visión para la humanidad en tiempos de grandes turbulencias”, con el fin de avanzar enormemente en ese objetivo.