5 de marzo de 2025 (EIRNS) — La “pausa” en el apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania anunciada el lunes 3 por por la Casa Blanca y luego confirmada el martes 4 por Jason Miller, un alto asesor del Presidente Donald Trump, se produjo sólo horas después de que el Primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, dijera en la Cámara de los Comunes que Trump no lo haría. Antes de que Starmer hablara, ya había rumores en la prensa de que Trump retiraría la ayuda militar a Ucrania. “No he visto informes de que Estados Unidos vaya a retirar su apoyo a Ucrania y, según tengo entendido, esa no es su posición”, dijo Starmer en respuesta a una pregunta sobre los rumores, que planteó el líder parlamentario del Partido Nacional Escocés, Stephen Flynn. El diario británico The Guardian comentó: “Ahora resulta que Flynn tenía razón y Starmer estaba equivocado, porque pocas horas después de la declaración de Starmer ante los Comunes, la Casa Blanca suspendió toda la ayuda militar a Ucrania”.

Ed Davey, líder de los Liberales Demócratas británicos, dijo el 4 de marzo que Starmer quedó humillado. “Al suspender toda la ayuda militar a Ucrania, Donald Trump ha humillado a la gente que pretendía que fuera un aliado fiable solo en busca de la paz”, dijo, en referencia a las declaraciones de Starmer en la cumbre de Londres del 2 de marzo. “Reino Unido y Europa deben confiscar los activos rusos congelados para resistir la guerra injusta y salvaje de Putin”, dijo.

Graham Stuart, parlamentario conservador, fue aún más lejos; publicó un mensaje en las redes sociales en el que decía que es hora de considerar si Trump es realmente un agente ruso. “Tenemos que considerar la posibilidad de que el presidente Trump sea una pieza rusa”, dijo. “Si es así, la adquisición de Trump es la coronación de la carrera de Putin en el FSB, y Europa está sola”.