13 de marzo de 2025 (EIRNS) — Al día siguiente de que el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) arremetiera contra Londres por su plan imperial para enfrentar a Estados Unidos y Rusia y sus manipulaciones para destruir cualquier diálogo entre ambos países, el director del SVR, Serguéi Naryshkin, y el director de la CIA estadounidense, John Ratcliffe, iniciaron un proceso de diálogo. Ambos hablaron por teléfono el 11 de marzo sobre cómo “promover la estabilidad y la seguridad internacional, así como reducir las tensiones en las relaciones entre Moscú y Washington”, según informó el SVR. Discutieron la cooperación “en áreas de interés mutuo y la resolución de situaciones de crisis”. Se comprometieron a mantener conversaciones entre ambos con regularidad.

El 10 de marzo, el SVR publicó una enérgica declaración, que reseñó Apocalypsis Apocalyseos en su canal de X bajo el titular de “Perfidious Albion Draws the World into War Again—Russian Foreign Intelligence Service” (La pérfida Albión arrastra al mundo a la guerra de nuevo: el Servicio Ruso de Inteligencia Exterior), en la que informa que “según la información recibida por el SVR, la dirigencia británica ve una amenaza para sus intereses en la promoción del diálogo entre Estados Unidos y Rusia sobre la resolución del conflicto ucraniano. Londres teme que esto conduzca al fracaso de la estrategia británica de ‘contención’ de Moscú... Londres está extremadamente irritado por el hecho de que D. Trump ‘esté llevando a cabo un diálogo con Rusia como con una superpotencia y demostrando desdén por sus aliados más cercanos’...

“En la situación actual, las autoridades británicas consideran una 'prioridad urgente' socavar los esfuerzos 'pacificadores' del nuevo gobierno estadounidense en la vía ucraniana. Los medios informativos y las ONG 'especializadas' se han encargado de satanizar a Trump, presentándolo como 'un hombre con un pobre historial en el mantenimiento de la paz, vulnerable a la manipulación del Kremlin'.

“Al mismo tiempo, el gabinete de Starmer está haciendo todo lo posible para reforzar la resistencia del régimen de Kiev ante la creciente presión de Washington...”.

Y concluye: “Como vemos, Londres actúa hoy, al igual que en vísperas de las dos guerras mundiales del siglo pasado, como el principal 'instigador' del conflicto global. Al mismo tiempo, los propios británicos, obviamente, cuentan de nuevo con quedarse sentados en su isla. Es hora de desenmascararlos y enviar una señal clara a la traicionera Albión y a sus élites: no tendrán éxito”.