Por qué las manufacturas estadounidenses no se reactivarán con los aranceles
15 de marzo de 2025 (EIRNS) — En el gobierno del Presidente Donald Trump, y entre sus partidarios, se argumenta que la Casa Blanca está decidida a reactivar las manufacturas estadounidenses, desde el acero y el aluminio y los vehículos de motor, hasta los transistores y semiconductores, por no hablar de los satélites y otros vehículos espaciales. El propio Presidente, el 7 de marzo, llamó repetidamente la atención de los periodistas sobre el aumento de 9.000 puestos de trabajo en el sector manufacturero, según el informe de empleo no agrícola de febrero, como muestra de esa política. Fue el primer aumento de este tipo “en mucho tiempo”, dijo; en realidad, el primero desde el pasado noviembre.
Pero la realidad de las cosas es otra. Hay un hecho obstinado en medio del camino a la reactivación del sector industrial estadounidense. La productividad del sector manufacturero de la economía estadounidense lleva 15 años estancada. De hecho, la productividad del sector manufacturero estadounidense no es mayor, ni menor, ahora que en 2010, ya se mida por la simple productividad del trabajo, o por la medida más precisa de la productividad total de los factores (“productividad tecnológica”). Esto puede verse en detalle en el sitio web de investigación económica del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, en una publicación de julio de 2024.
Si la productividad manufacturera está estancada o cayendo durante un periodo tan considerable, el crecimiento de la productividad de otras naciones importantes, y desde luego de las economías de las naciones emergentes, está superando a la productividad estadounidense. Esta es la razón por la que las poderosas sanciones del Tesoro estadounidense y las medidas de guerra financiera fracasan; no pueden detener los rápidos avances tecnológicos de las naciones que están dirigiendo el crédito hacia nueva infraestructura e instalaciones manufactureras. Si ese crédito nacional y dirigido está disponible para las empresas dentro de las naciones, y en proyectos de infraestructura cooperativa entre naciones, sus avances en productividad las llevarán adelante. Si el gobierno nacional de Estados Unidos no proporciona tal crédito a la infraestructura industrial de alta tecnología (y no muestra ninguna intención de hacerlo), las medidas comerciales y las sanciones de Estados Unidos contra otros países no pueden causar ningún tipo de auge manufacturero como el que busca el gobierno de Trump.
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