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¡Elige el lado de la humanidad!

22 de marzo de 2025 (EIRNS) — Esta semana hubo dos acontecimientos trascendentes: En primer lugar, los Presidentes Trump y Putin hablaron por teléfono, con lo cual se puso de relieve el retorno a la diplomacia verdadera, un acontecimiento del que cualquier persona en su sano juicio debería alegrarse, pero no los políticos vehementemente belicistas de Europa. Esos políticos europeos, aplaudieron el segundo acontecimiento importante: la decisión del parlamento alemán de eludir el freno de la deuda de Alemania, para permitir inversiones militares mediante argucias de procedimiento.

La democracia en Occidente se está convirtiendo en un remedo vació de lo que fue. Aunque las instituciones siguen funcionando bajo la marca “democrática” (elecciones, tribunales, prensa “libre”, etc.), cada vez se utilizan más las instituciones para imponer el consenso de la casta financiera dominante en el transatlántico. Las decisiones más importantes se toman sin contar con la opinión pública, a menudo a puerta cerrada o a través de estructuras supranacionales (como la OTAN o la Unión Europea) que eluden a los parlamentos nacionales. O, si una elección sale mal, simplemente se anula, como se ha visto sobre todo en Rumanía. Se mantiene el cascarón de la democracia, pero el contenido desapareció. ¿Cuál es el objetivo? Un orden imperial tecnocrático disfrazado de lenguaje democrático, el rancio sacro imperio romano que ha sido siempre el modelo de la “Unión Europea”.

Todo el conflicto entre la OTAN y Rusia que se desenvuelve en Ucrania, nunca fue necesario, y difícilmente fue “no provocado”. Pero una solución duradera es realmente posible, si se abordan las causas profundas del conflicto, y se crea un nuevo paradigma de relaciones internacionales que sustituya al antiguo esquema geopolítico.

Para eso se necesita un compromiso decidido para razonar con eficacia, superar la criminalización de la oposición que se ve tan manifiestamente en el Rusiagate y otros ataques contra Donald Trump, como también es patente en los ataques de Trump a las protestas en pro de los palestinos, cuya participación se ha convertido en un causal de deportación. Las miles de sanciones contra Rusia no han logrado aplastar su economía, que de hecho ha estado creciendo a un ritmo más rápido que las de sus supuestos adversarios.

¿Qué legitimidad tienen actualmente los gobiernos de los países de la OTAN? ¿Cómo está la economía alemana? ¿Qué nación puede ser tratada como moral si apoya el renovado bombardeo israelí en Gaza, parte del plan de limpieza étnica que está llevando a cabo un Netanyahu cada vez más abiertamente dictatorial?

Lo que se necesita es una visión positiva para que estas naciones se deshagan de los grilletes de la búsqueda de hegemonía, y se liberen para perseguir los intereses comunes de la humanidad.

El Plan Oasis de LaRouche es un buen ejemplo, un marco para la paz a través del desarrollo.

La producción militar puede reconvertirse hacia fines útiles, para producir los bienes de capital necesarios para un renacimiento de las infraestructuras mundiales.

La gran cuestión: cómo conseguir que cada vez más personas se pongan del lado de la humanidad. Cada descubrimiento individual enriquece a toda la humanidad. Sin progreso, el pueblo perece.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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