26 de marzo de 2025 (EIRNS) — Durante los últimos días se han reunido diplomáticos y negociadores estadounidenses (por separado) en Riad, Arabia Saudita, con sus homólogos ruso y ucraniano. Ayer la Casa Blanca anunció, en un par de declaraciones, que las tres naciones están de acuerdo en varios puntos:

Los países han acordado “garantizar la seguridad de la navegación, eliminar el uso de la fuerza e impedir el uso de buques comerciales con fines militares en el Mar Negro”; acordaron “desarrollar medidas para aplicar... el acuerdo de prohibir los ataques contra instalaciones energéticas de Rusia y Ucrania”; y acordaron “seguir trabajando para lograr una paz duradera”.

Este importante avance en la resolución del conflicto entre la OTAN y Rusia que se desarrolla en Ucrania, se produce a pesar de los esfuerzos por frustrar un acuerdo de paz. Esfuerzos como los que realizan algunos funcionarios de la Unión Europea y de naciones como Alemania, el Reino Unido y los países bálticos, para aumentar significativamente el gasto militar y de llevar a Ucrania unas dizque fuerzas de “mantenimiento de la paz” que de hecho impedirían la paz, para empezar. Nada más consideren el estado de ánimo del Presidente en funciones de Ucrania, cuyo gusto “artístico” da una idea de cuáles podrían ser sus inclinaciones. (Su cuadro favorito, colgado en su despacho privado, representa al Kremlin en llamas). Además, el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del parlamento de Ucrania acusó al enviado especial de Trump, Steve Witkoff, de difundir propaganda rusa y pidió su despido por hacer “declaraciones vergonzosas y escandalosas”.

Al superar tales obstáculos, se lograron verdaderos avances en Riad, avances que el mundo debería aplaudir.

Pero el sudoeste de Asia es cada vez más peligroso. Aunque Donald Trump dejó fuera de su nuevo gobierno a los orates belicosos John Bolton y Mike Pompeo, su aparente fijación con Irán como enemigo implacable lo deja vulnerable a la manipulación de quienes presionan por un ataque conjunto de Israel y EU contra Irán. (La Evaluación de la Amenaza de Estados Unidos compilada este año, estima una vez más, que Irán no está construyendo un arma nuclear). El Primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que se enfrenta a un creciente repudio por sus políticas, tanto internas como con respecto a Gaza, espera contar con la protección que él cree que conlleva ser un líder en tiempos de guerra, en parte para escapar de la cada vez más tupida red de acusaciones de corrupción que circulan a su alrededor. ¿Se hundirá Trump con Bibi?

Las contradicciones entre las promesas de campaña de Trump y las políticas que está aplicando están provocando un creciente rechazo entre sus mismos partidarios. ¿Cómo cuadra “Estados Unidos primero” con bombardear Yemen y apoyar la limpieza étnica de Israel en Gaza? Y cuán vacías parecen ahora las proclamas de libertad de expresión a la luz del mal llamado “Grupo de Trabajo para Combatir el Antisemitismo” creado por Trump para aplastar cualquier crítica a la política genocida de Israel, y utilizar las deportaciones ordenadas por ejercer la libertad de expresión, en violación de la Primera Enmienda de la Constitución de EU.

¿Y con la economía qué? Los aranceles de Trump no harán florecer la economía, y su enfoque disperso de las sanciones y las posibles tarifas portuarias para los buques construidos en China amenazan el comercio y hacen que empresas y países de todo el mundo reconsideren su relación con el mercado y el sistema financiero de Estados Unidos. Mientras tanto, sus amigos y familiares están promoviendo sus propias criptomonedas, supuestamente como una forma de reforzar el dólar. Este no es el camino a seguir.

Lo que Estados Unidos necesita es el enfoque económico del economista y varias veces candidato presidencial Lyndon LaRouche.

El pasado fin de semana, la Organización LaRouche tuvo un evento en la ciudad de Nueva York, donde los oradores presentaron una visión estratégica del “Sistema Americano” de economía política, el verdadero medio para fomentar una recuperación económica.