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La Reserva Federal planea pisar el acelerador... No, mejor dicho, pisar el freno

13 de abril de 2025 (EIRNS) — La semana pasada, el casi colapso financiero de los mercados mundiales del dólar ha puesto a la Reserva Federal de Estados Unidos en un dilema. La Reserva Federal tiene dificultades para decidir si abrir los grifos monetarios para rescatar al sistema financiero estadounidense en bancarrota o frenar la inflación para evitar que se descontrole.

El 11 de abril, el diario británico Financial Times entrevistó a Susan Collins, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston, quien les aseguró que la Reserva Federal “estaría absolutamente preparada” para abrir los grifos e inundar el sistema bancario con liquidez (o sea, imprimir todos los dólares que necesiten), si la crisis lo requiriese. Por supuesto, estaba bastante segura de que “los mercados siguen funcionando bien” y de que “no vemos preocupaciones de liquidez en general”. Pero, por si acaso, ya que nunca se sabe: la Reserva Federal “tiene herramientas para abordar las preocupaciones sobre el funcionamiento del mercado o la liquidez en caso de que surjan”.

Recordemos que la revista vocera de la City de Londres, The Economist informó el 10 de abril que el sistema financiero basado en el dólar estuvo a punto de estallar por completo el martes 8 de abril.

Collins explicó que la Reserva Federal ha rescatado a los bancos en el pasado, para hacer frente a lo que el Financial Times denominó “condiciones caóticas en los mercados”, y sabe cómo hacerlo. “Hemos tenido que desplegar varias herramientas con bastante rapidez. Estaríamos absolutamente preparados para hacerlo si fuera necesario”, declaró Collins. La Reserva Federal tiene mucho más que reducciones de las tasas de interés en su arsenal: “La herramienta principal de tasas de interés que utilizamos para la política monetaria no es, desde luego, la única herramienta del conjunto y probablemente no sea la mejor manera de abordar los retos de liquidez o funcionamiento del mercado”, dijo, y explicó que la Reserva Federal tiene a su disposición “mecanismos permanentes adicionales que pueden ayudar a apoyar el funcionamiento del mercado, que ya están listos”.

El diario de marras explicó que la crisis actual incluye el hecho particularmente preocupante de que “la venta que comenzó en las acciones de Wall Street la semana pasada se ha extendido ahora al mercado de bonos del Tesoro de $29 billones de dólares, que constituye el corazón del sistema financiero mundial... Los bancos e inversionistas de Wall Street han dicho que la liquidez, o la facilidad con la que los operadores pueden comprar y vender sin que los precios se muevan, ha empeorado a medida que la volatilidad ha aumentado en el mercado de bonos del Tesoro”».

La última vez que la Reserva Federal ahogó una crisis con inyecciones de liquidez, recordó el Financial Times, fue “durante la crisis del coronavirus en 2020, cuando los mercados de financiamiento críticos se trabaron al verse los inversionistas presos del temor de cómo afectaría la pandemia a la economía mundial. La Reserva Federal intervino restableciendo los programas de la época de la crisis financiera, que funcionan como una válvula de escape de presión para los mercados de préstamos, al tiempo que lanzó compras sin precedentes de deuda corporativa. El banco central también recortó las tasas hasta casi cero y eliminó el límite de la cantidad de bonos del Tesoro que podía comprar como parte de sus intervenciones de 2020”.

Sin embargo, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, advirtió el 11 de abril que los aranceles de Trump estaban desencadenando una inflación superior a la esperada, así como un crecimiento económico peor de lo esperado. El Financial Times informó que Williams declaró el 11 de abril que “una sensación generalizada de incertidumbre es cada vez más evidente, especialmente en los llamados datos blandos, como las encuestas y la información de los contactos comerciales... Un fuerte descenso en la confianza de los consumidores y las mediciones de la confianza empresarial también se han debilitado”.

Williams dijo que ahora se espera que la inflación alcance entre el 3,5 y el 4 % este año, el doble del objetivo del 2 % fijado por la Reserva Federal, y que eso indicaría que la Reserva Federal debería pisar el freno y recortar la liquidez. Sin embargo, dijo que se espera que el crecimiento “se desacelere considerablemente con respecto al ritmo del año pasado, probablemente hasta algo menos del 1 %”, mientras que el desempleo podría aumentar del 4,2 % actual al 4,5 o 5 %. Eso indicaría que la Reserva Federal debería pisar el acelerador para inyectar mucha liquidez en el sistema.

¿Decidirá la Reserva Federal hacer ambas cosas: pisar el acelerador y pisar el freno?

El Financial Times tomó debida nota de la gravedad de las declaraciones de Williams y señaló que eran “más graves y más específicas, y mucho más pesimistas que las proyecciones publicadas por los funcionarios de la Reserva Federal durante su reunión de marzo”.

 

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