13 de abril de 2025 (EIRNS) — El Ppresidente Trump amenazó el 10 de abril con imponer más aranceles y posibles sanciones a México, si no “entrega” a Estados Unidos los 1,3 millones de acres-pies de agua que “debe” al estado de Texas en virtud del Tratado del Agua de 1944. Trump alega que México está “robando” agua a los agricultores de Texas, y por medio de su publicación en Truth Social anunció “¡ESO SE ACABA YA!”. Anunció que había detenido los envíos de agua a Tijuana, México, el mes pasado y amenazó con que “seguiremos aumentando las consecuencias, incluyendo ARANCELES y, tal vez incluso SANCIONES, hasta que México cumpla el Tratado y DÉ A TEXAS EL AGUA QUE LE DEBE”.

Solo hay un problema enorme con su plan: los ríos y acuíferos existentes en el desierto del suroeste del continente norteamericano se están secando, ¡a ambos lados de la frontera!

Luchar por cómo dividir el agua, que está en vías de desaparecer rápidamente, para ambas naciones, no resuelve nada, sino que convierte a amigos en enemigos. La única acción competente para manejar este problema tan real es que los expertos de ambas naciones y Canadá se unan, lo antes posible, para coordinar las acciones necesarias para poner en marcha ahora el gran proyecto de la Alianza Hidráulica y Energética de Norteamerica (NAWAPA, por sus siglas en inglés). El NAWAPA es un gran proyecto bien estudiado, diseñado en la década de 1960 por ingenieros estadounidenses, mediante el cual el agua dulce de Alaska y Canadá, que de otro modo se escurre hacia el océano, se guie por el continente norteamericano, a través de una serie de presas, embalses, centrales eléctricas, elevadores de bombeo, túneles y canales establecidos hasta México. NAWAPA no solo permite el riego potencial de unas 8.000 millas cuadradas, transformando el paisaje árido a lo largo del camino y proporcionando un enorme aumento de energía eléctrica, sino que su construcción creará millones de empleos cualificados para los tres países involucrados.