14 de abril de 2025 (EIRNS) —Luego de que el New York Times publicó un artíulo de 13 000 palabras el del 29 de marzo titulado “The Partnership: The Secret History of the War in Ukraine” (La asociación: la historia secreta de la guerra en Ucrania), el diario The Times de Londres, decidió (no sin agregar otras mentiras) admitir que la guerra entre Ucrania y Rusia en realidad se está dirigiendo, no desde Kiev, sino desde Londres y Wiesbaden, Alemania.

El mismo título del artículo del 11 de abril de The Times, “The Untold Story of British Military Chiefs’ Crucial Role in Ukraine (La historia no contada del papel crucial de los jefes militares británicos en Ucrania) es falso. El periodista Kit Klarenberg publicó en su página web el mismo día en que apareció el artículo: “Es bastante sorprendente que nueve días después de mi investigación sobre cómo en Ucrania hay una guerra sustituta dirigida por Gran Bretaña, y que Londres fue fundamental para la desastrosa contraofensiva de Kiev en 2023, The Times publique básicamente el mismo artículo con un poco más de color”. El artículo del Times, no obstante, deja claro que las fuerzas armadas británicas, desde su Ministerio de Defensa hasta sus diversas ramas de inteligencia, estuvo involucrado en todos los niveles en el conflicto “Ucrania-Rusia” justo después (y, por tanto, en realidad antes) del inicio de la operación militar especial de Rusia el 24 de febrero.

The Times también ofrece una útil “galería de rufianes” con muchos retratos de los jefes británicos, estadounidenses y ucranianos que estuvieron en el meollo del despliegue de lo que ahora se niega vagamente, que siempre se trató de una guerra de la OTAN contra Rusia, dirigida en gran medida por personal militar británico. Esta última afirmación, que los británicos fueron los pensadores que diseñaron la guerra, era, según The Times, la percepción de los ucranianos. “Aunque el apoyo inquebrantable de Gran Bretaña a su aliado de Europa del Este no ha sido ningún secreto, el alcance de su participación e influencia (correcciones de última hora en Kiev, ayuda para forjar planes de batalla y recopilar información vital sobre los rusos) ha permanecido en gran medida oculto. Hasta ahora. A puerta cerrada, los ucranianos se refieren a los jefes militares británicos como los ‘cerebros’ de la coalición ‘anti-Putin’, formada por Estados Unidos, Reino Unido y docenas de otras naciones con ideas afines. Conocido por su audacia a la hora de desplegar tropas dentro del país cuando nadie más lo haría, el papel del Reino Unido en la guerra ha sido más profundo de lo que muchos observadores pueden pensar”.

El artículo deja claro que “aunque las tropas de entrenamiento británicas habían sido desplegadas en Ucrania desde 2015, se habían visto obligadas a retirarse en febrero de 2022 ante el temor de que Rusia pudiera lanzar un ataque en cualquier momento”. Cabe señalar también que el artículo de “The Partnership” del New York Times del 29 de marzo comienza relatando cómo, a finales de abril de 2022, justo después de que Boris Johnson echara por tierra las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, “comandos británicos, sin uniforme pero fuertemente armados”, escoltaron a dos generales ucranianos, también sin uniforme, a 640 kilómetros de Kiev hasta Polonia, en el primer tramo de su traslado a Wiesbaden para el establecimiento de lo que los estadounidenses llamarían “Task Force Dragon” (Grupo de Tarea Dragón). Los británicos, por supuesto, llevarían a cabo una segunda operación desde su Ministerio de Defensa, llamada “Operación Escorpio”, que tendría subconjuntos, como el “Proyecto Alquimia”, destinado, entre otras muchas cosas, a reprimir, cerrar y llevar a la bancarrota a los periodistas y medios informativos que se negaran a mentir sobre la guerra, sus orígenes, participantes y objetivos.

El artículo de Klarenberg del 2 de abril, “It’s Official: Ukraine Conflict Is British ‘Proxy War’” (Es oficial: el conflicto de Ucrania es una “guerra sustituta” británica), que comienza haciendo referencia al reportaje de encubrimiento que publicó el New York Times del 29 de marzo, señala que lo que no debe pasarse por alto es que la “guerra sustituta” de la OTAN contra Rusia, negada con tanta vehemencia en Europa y Estados Unidos hasta ahora, no solo se está admitiendo ahora, sino que también está completamente documentada. “Los detalles concretos sobre esta ayuda que proporciona la investigación del New York Times no tienen precedentes. Por ejemplo, se creó en secreto un centro de fusión de inteligencia dedicado en una gran base militar estadounidense en Alemania”. Se trata de la base militar de EU en Wiesbaden, Alemania, la base Clay Kaserne de Alemania, sede del Ejército de Estados Unidos en Europa y África. “Bautizada como ‘Task Force Dragon’, reunió a funcionarios de las principales agencias de inteligencia estadounidenses y a ‘oficiales de inteligencia de la coalición’ para producir una amplia información diaria sobre objetivos en las ‘posiciones, movimientos e intenciones en el campo de batalla’ de Rusia, con el fin de ‘ubicar’ y ‘determinar los objetivos más maduros y de mayor valor’ para que Ucrania los atacara con armas proporcionadas por Occidente... Mientras tanto, [The New York Times] confirmó que todos y cada uno de los ataques con cohetes HIMARS llevados a cabo por Kiev han dependido por completo de Estados Unidos, que proporcionó las coordenadas y el asesoramiento sobre el ‘posicionamiento de los lanzadores [de Kiev] y la sincronización de sus ataques’. Los operadores locales de HIMARS también necesitaban una ‘tarjeta electrónica especial’ para disparar los misiles, ‘que los estadounidenses podían desactivar en cualquier momento’. Sin embargo, los pasajes más llamativos de la investigación destacan el papel principal de Londres a la hora de influir y gestionar las acciones y la estrategia ucraniana y por extensión estadounidense, en el conflicto”.

Los reportajes de Klarenberg sobre estos asuntos no han sido del agrado de la casta dirigente británica. Hace casi dos años, el 17 de mayo de 2023, Klarenberg fue detenido en el aeropuerto londinense de Heathrow e interrogado durante cinco horas. El jefe de redacción del portal The Grayzone, Max Blumenthal, informó en ese momento que “Rápidamente escoltaron a (Klarenberg) a una habitación trasera, donde lo interrogaron durante más de cinco horas sobre sus reportajes para este medio... En un momento dado, los interrogadores de Klarenberg exigieron saber si The Grayzone tenía un acuerdo especial con la Oficina Federal de Seguridad de Rusia (FSB) para publicar material pirateado”. Ucrania, que siempre fue un puente militar demasiado lejos, también fue siempre una empresa de la OTAN y no de Ucrania.