Los productores serán la moneda de negociación en la guerra comercial
17 de abril de 2025 (EIRNS) — Mientras que gran parte de los medios noticiosos se concentran en el absurdo de “quién ganará las guerras comerciales”, la economía real y los productores están sufriendo duros golpes. Cualquier estrategia que lleve a la quiebra o paralice a los productores tiene pocas posibilidades de generar un superávit comercial.
Sector agrícola: En la última guerra comercial, desencadenada por los aranceles impuestos por el Presidente Trump en 2018, dirigidos principalmente a China, el Presidente Trump se jactó en una publicación en Truth Social de que “recompensó” a los agricultores estadounidenses con un rescate de $28.000 millones de dólares para salvarlos de las consecuencias de sus aranceles. China ha sido el mayor cliente de las exportaciones agrícolas estadounidenses. Aunque Trump espera claramente negociar un acuerdo mejor, los aranceles de 2025 podrían conducir a una catástrofe. El 15 de abril, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ya confirmó que se está considerando otro rescate mucho mayor para los agricultores, ya que las exportaciones agrícolas a China de productos básicos, como la soya, podrían reducirse a cero este año, lo que supondría un golpe devastador para los agricultores estadounidenses. Así que, en este rubro, los aranceles no aportarán nada al gobierno de Trump para pagar la deuda del gobierno, sino que les costará un monto adicional en la forma de subsidios agrícolas.
Sector manufacturero: Boeing ha sido el mayor exportador estadounidense de productos manufacturados, con el 80 % de sus productos destinados al extranjero. La industria aeroespacial estadounidense exportó $136 000 millones de dólares en productos en 2024, y se esperaba que China fuera el mayor cliente de Boeing durante al menos las dos próximas décadas. Boeing perdió $14 000 millones de dólares el año pasado, en su mayor parte por culpa propia, y esperaba un cambio de tendencia en 2025, pero ahora China ha anunciado que ha suspendido todas las compras de aviones a Estados Unidos en represalia por los nuevos aranceles de 2025. China ya había detenido la entrega del 737 MAX, debido a dos accidentes mortales en 2018 y 2019.
Boeing tiene una cartera de pedidos de otros clientes, pero según el director ejecutivo Kelly Ortberg, el 30 % de todo el trabajo en la fábrica se dedica a reparar problemas en aviones antiguos, en lugar de producir nuevos aviones. Aerolíneas como Delta han anunciado que firmaron contratos para aviones a un precio fijo y que no cubrirán ningún aumento de precios debido a los aranceles. A pesar de su gran presencia comercial en todo el mundo, Boeing no ha pagado prácticamente ningún arancel durante décadas, utilizando su enorme red de proveedores en todo el mundo como ventaja en los acuerdos comerciales. El modelo de negocio de Boeing, menos centrado en la calidad de los productos y más en los acuerdos financieros, ha dejado a la empresa en una situación vulnerable.
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