24 de abril de 2025 (EIRNS) — El Presidente circunstancial de Argentina Javier Milei viajó hoy a Roma para asistir al funeral del Papa Francisco, con una delegación de siete personas. Recordando los insultos que Milei utilizó para describir al Papa antes y poco después de asumir como Presidente en diciembre de 2023, uno se pregunta por qué va a Roma. ¿Para reunirse con Donald Trump y tratar de conseguir otra foto? En septiembre de 2023, apareció en televisión calificando al Papa de “imbécil”, “representante del mal en la Tierra que ocupa el trono en la Casa de Dios”, promotor del comunismo “que va contra las Escrituras y viola los Diez Mandamientos”. También denunció al Papa por defender el principio de la justicia social, que calificó de “aberrante” y una forma de robo: “robar a uno para dar a otro”.

Es instructivo que en los últimos días se haya producido una extraordinaria muestra de amor y respeto hacia el Papa Francisco por parte del pueblo argentino, que ha recordado su defensa de los pobres, su humildad, sus visitas a los barrios marginales cuando era obispo y luego arzobispo de Buenos Aires, y sus críticas a la salvaje política económica de Milei y a las consecuencias que ha tenido, en especial para los pensionados, que han sido los más afectados por su brutal política de austeridad. El Papa Francisco abordó públicamente esta cuestión en más de una ocasión, e instó a que se protegiera a los pobres del país. Su denuncia de la matanza de Netanyahu en Gaza y su llamado al alto al fuego no pudieron sentar bien a Milei, firme aliado y defensor de las horribles políticas de Benjamin Netanyahu.

En febrero de 2024, quizá pensando que debía moderar un poco sus comentarios, Milei decidió visitar al Papa en Roma y, posteriormente, lo declaró el Papa más importante de la historia. Esto no resultó demasiado convincente. En los días transcurridos desde la muerte del Papa y la declaración de siete días de luto en Argentina, Milei no ha asistido a ninguna de las numerosas misas ni conmemoraciones de su vida, ni ha aparecido en público para llorar su pérdida junto a sus compatriotas. En uno de sus pocos comentarios, dijo que él y el Papa solo tenían “algunas diferencias” de opinión. Su delegación incluye a la asesina ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que ordena a la policía golpear a las ancianas y ancianos jubilados que protestan todos los miércoles, y a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que cierra los comedores comunitarios para los pobres y se niega a distribuir los alimentos y mantas almacenados en los depósitos del gobierno, que el país necesita desesperadamente.