Por qué deben publicarse ya los archivos de JFK
RÉQUIEM DE MOZART
EN HOMENAJE A JOHN F. KENNEDY
31 de diciembre de 2022
El asesinato del trigésimo quinto Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, hace sesenta años, fue también el asesinato de la república estadounidense, y en la mente del pueblo estadounidense ese asesinato sigue sin resolverse. Muchos crímenes posteriores, incluidas muchas guerras criminales y derrocamiento de gobiernos, son en realidad expresiones derivadas de ese “asesinato tan repugnante”.
Ahora, debido a la decisión que tomó el gobierno de Biden en diciembre, de seguir ocultando ciertos documentos, se ha renovado el debate sobre la posible importancia internacional de la publicación de miles de páginas de archivos aún ocultos sobre el asesinato del Presidente John F. Kennedy. ¿Puede Estados Unidos, recuperar finalmente su alma como nación, al exponer públicamente cómo y por qué instituciones gubernamentales y no gubernamentales estadounidenses (y otras) pueden haber desempeñado un papel en el asesinato del Presidente John F. Kennedy --o incluso haberlo dirigido-- el 22 de noviembre de 1963?
Responder a esa pregunta con “la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad”, es ahora esencial para restaurar la confianza, tanto del pueblo estadounidense como de otras naciones, en el Congreso, la Presidencia y el sistema judicial estadounidense, ahora horrendamente comprometidos. Para lograr hacer esto, a 60 años de que fuera asesinado John F. Kennedy, requiere de un punto de vista cultural superior desde el cual podamos ver y afrontar la verdad. Esto lo aporta el Requiem, de Mozart, interpretado en honor del Presidente Kennedy inmediatamente después de su asesinato a petición de su viuda, Jacqueline Kennedy. Se necesita la mayor belleza para enfrentarse a la mayor fealdad.
El 19 de enero de 2014, el Instituto Schiller conmemoró la interpretación del Requiem de Mozart que se realizó en enero de 1964 en la Catedral de la Santa Cruz de Boston, a 50 años de esa misa. En esa ocasión, Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, quien asistió y ofreció unas breves palabras (junto con el ex alcalde de Boston y embajador de Estados Unidos ante el Vaticano, Ray Flynn) señaló que “es urgente evocar de nuevo el divino espíritu de la belleza de la composición de Mozart, para recrear en nosotros el mundo mejor que tanto Kennedy como Mozart representan”.
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