Diálogo en vivo con Helga Zepp-LaRouche:
Es hora de poner fin a la "relación especial"
entre EU y el Reino Unido
26 de febrero, 2025
11:00 AM (Hora del Este de EU)
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Para el 250 aniversario de Estados Unidos: Celebrar la Independencia de Estados Unidos poniendo fin a la “relación especial” entre Estados Unidos y Gran Bretaña
24 de febrero de 2025 (EIRNS) — ¿Por qué es de interés para la seguridad nacional de los estadounidenses que el Presidente Donald Trump actúe para reducir la “relación especial” que existe actualmente entre los servicios de inteligencia imperiales británicos y de la Commonwealth, y las fuerzas armadas y la inteligencia militar de Estados Unidos? La visita de esta semana del Primer ministro británico Keir Starmer a Washington, DC, con la vana esperanza de volver a reclutar a Estados Unidos como el “respaldo” financiero y logístico para que los europeos sigan con la pose infructuosa de una guerra ya perdida en Ucrania, es el momento adecuado para plantear al pueblo estadounidense esta pregunta: ¿Qué beneficio exactamente obtiene Estados Unidos de su llamada “relación especial” con Gran Bretaña? ¿Debería ponerse un rápido y solemne fin a la “relación especial” entre Gran Bretaña y Estados Unidos, en preparación de la próxima celebración del 250 aniversario de la Declaración de Independencia de Estados Unidos?
Ya es tiempo, mucho tiempo, de que Estados Unidos vuelva a comprometerse con el propósito original de la Revolución Americana de 1776-1783. Esto es, como reafirmó claramente el Presidente Franklin Delano Roosevelt durante la Segunda Guerra Mundial ante un apopléjico Winston Churchill, quitar el pie del imperialismo portugués, holandés, belga, francés y británico de la garganta de los pueblos de todo el mundo. En lugar de ello, Estados Unidos, fundado para ser lo contrario del imperio británico, ha estado, especialmente en la “era unipolar” desde 1990 hasta la fecha, actuando en contra de los intereses del pueblo estadounidense, y de la propia Revolución Americana, participando en guerras sin salida y derrocando gobiernos siempre en nombre de la democracia, pero libradas en realidad en nombre de una élite financiera internacional, un “Partido de la Guerra” transatlántico, que opera bajo el nombre clave de “OTAN”. El británico Keir Starmer está de visita en Washington esta semana en nombre de esa misión, y nada más.
Starmer tiene mucho trabajo por delante:
Las reuniones del 18 de febrero entre diplomáticos de Estados Unidos y Rusia en Riad, Arabia Saudita, con delegaciones encabezadas por el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, fueron las primeras conversaciones serias entre los dos gigantes termonucleares del mundo en más de dos años. ¿Cuándo se había producido antes una ruptura diplomática semejante entre Rusia y Estados Unidos, incluso en plena Guerra Fría? Desde el lanzamiento de las dos bombas atómicas en 1945, es evidente que una ruptura de la diplomacia entre naciones con armas nucleares es suicida. Ello desembocará inevitablemente en una guerra termonuclear por error de cálculo o de otro tipo, en un momento u otro. ¿Desean esa guerra los lunáticos de Europa o algunos de Estados Unidos? Sea lo que sea lo que tengan en mente, lo que está claro es que quieren que Estados Unidos esté al frente de esa guerra y que siga pagando la factura, en dinero, en material y, si es necesario, en personal.
Sin embargo, la gente en Estados Unidos y en todo el mundo, recibió con satisfacción la caída del Muro de Berlín, y el posterior colapso del sistema soviético, porque pensaban que eso significaría el fin del peligro de una guerra mundial termonuclear. ¿Por qué se continuó con la OTAN, ya que Rusia, en pleno colapso, claramente ya no era una amenaza? Se puso fin a su opuesto, la alianza militar del Pacto de Varsovia de la era soviética. Se puso fin a la división de Alemania Oriental y Occidental. ¿Por qué sería entonces necesaria la OTAN?
La OTAN era necesaria para continuar el “Gran Juego” británico.
La idea, la verdad, de que la participación de Estados Unidos en las guerras en Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Yemen, el noroeste de Pakistán, e incluso en África (Somalia, Uganda, Níger), ha sido siempre al servicio, no del pueblo estadounidense, sino del Gran Juego, urdido por las fuerzas neoconservadoras de los partidos Republicano y Demócrata, utilizando el 11 de septiembre como pretexto, es muy amarga. Pero esa toma de conciencia debe catalizar una limpieza total y una reorganización de nuestras capacidades de inteligencia, empezando por poner fin a la relación especial con las agencias de inteligencia británicas. Han practicado una política corrupta y han corrompido a los estadounidenses para que les ayuden a hacer lo que va en contra de todo aquello por lo que se luchó en la Revolución Americana.
Estados Unidos debería tener una relación especial, ¡pero no con el imperio británico!
En su “Llamado urgente de ciudadanos e instituciones de todo el mundo al (próximo) Presidente de Estados Unidos”, emitido en el 2023, la fundadora del Instituto Schiller Helga Zepp-LaRouche planteó: “Dado que Rusia y Estados Unidos tienen actualmente el 90% de todas las armas nucleares dirigidas el uno contra el otro, lo que podría destruir el mundo muchas veces, es una cuestión de urgente preocupación para todos los seres humanos en la Tierra, que debemos encontrar una salida. La solución debe situarse en un plano que supere la geopolítica y adopte la perspectiva del interés de la humanidad única. Por lo tanto, expresamos nuestra esperanza de que el (próximo) Presidente de Estados Unidos tenga la grandeza de adoptar el punto de vista expresado por John F. Kennedy en su histórico discurso”.
Se refería al discurso de Kennedy del 10 de junio de 1963 en la ceremonia de graduación de la American University.
John F. Kennedy dijo, “Hoy, si la guerra total estallara de nuevo, no importa cómo, nuestros dos países se convertirían en los objetivos principales. Es un hecho irónico pero cierto que las dos potencias más fuertes son las dos que corren más peligro de devastación. Todo lo que hemos construido, todo por lo que hemos trabajado, quedaría destruido en las siguientes 24 horas... Entonces, no neguemos nuestras diferencias, pero también pongamos atención a nuestros intereses comunes y a los medios para resolver esas diferencias... Porque, en última instancia, nuestro vínculo común más básico es que todos habitamos este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire. Todos queremos el futuro de nuestros hijos. Y todos somos mortales”.
Esa es la “relación especial” que debemos cultivar, no sólo con Rusia, sino con todas las naciones. Rusia y Estados Unidos han dado el primer paso. Rechacemos todo aquello que impida dar pronto el siguiente paso: la creación de una arquitectura internacional viable de seguridad y desarrollo.
(Este texto es una adaptación del borrador de un próximo informe que distribuirá La Organización LaRouche).
Diálogo previo de Helga Zepp-LaRouche, con Garland Nixon:
Colapso de la geopolítica y surgimiento del Nuevo Paradigma
19 de febrero de 2025
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