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Ya estamos en una depresión económica: Lyndon LaRouche en videoconferencia en México México, D.F., 8 de agosto (EIRNS)-- ``El mundo no se encuentra al borde de una depresión actualmente, sino que ya estamos en una depresión'', le dijo el economista Lyndon H. LaRouche, desde Francfort, Alemania, a las 350 personas, de 8 estados mexicanos y varios países extranjeros, congregadas en la ciudad de México, que participaban en una videoconferencia que se realizó el 2 de agosto bajo los auspicios del Instituto Nacional de Contadores Públicos al Servicio del Estado, A.C.(Incopse), de México. ``El problema es que cuando se entra en una depresión, se entra en una crisis política'', le dijo LaRouche a los diplomáticos, dirigentes políticos, sindicales y empresariales, representantes de distintas entidades a nivel federal y de varios gobiernos estatales y locales, además de estudiantes, profesionistas y periodistas que asistieron al seminario, titulado ``Nuevas Alternativas Ante el Fin de la Globalización''. LaRouche señaló que el caso de Argentina, demuestra la profundidad de la crisis. ``Hace unos días, uno de los principales periódicos de Suiza, Neue Zuercher Zeitung, publicó un informe, un analisis de la situación argentina, cuya conclusión fue que la única esperanza para Argentina era una moratoria; que las propuestas y planes planteados no funcionarían. Esa es la naturaleza de la situación'', dijo. ``Tenemos billones y billones de deudas que no se pueden pagar, porque el mundo esta en bancarrota; lo está el sistema bancario de Estados Unidos, pero Japón tambien está en quiebra y es el segundo sistema monetario del mundo. Prácticamente todos los países, excepto China, están en bancarrota'', dijo. ``No podemos salvar el actual sistema monetario mundial'', añadió. ``La crisis que enfrentamos no es una crisis cíclica. No es una crisis como la de 1929-1931. Esta es una crisis sistémica, la desintegración del sistema, lo que significa que hemos llegado a un punto que de continuar este sistema, de tratar de continuar la economía mundial bajo este sistema, la economía simplemente se vendría abajo. Nunca habrá ninguna recuperación de la economía del mundo, ni de ninguna nación del mundo, bajo el actual sistema monetario y financiero. Se requiere un nuevo sistema'', dijo LaRouche, quien viene promoviendo que se organice un nuevo sistema de Bretton Woods como la única salida a la crisis. LaRouche propuso que se someta al presente sistema financiero y monetario a una reorganización bajo las leyes de bancarrota. Luego de su presentación inicial, LaRouche sostuvo un diálogo con el público y un grupo de expertos integrado por el Dr. Héctor Luna de la Vega, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Incopse; Francisco Javier Alejo, ex secretario de Patrimonio Nacional (1970-1976); Julio Zamora Bátiz, presidente de la Fundación Colosio en el Distrito Federal, ex diputado federal y ex embajador; el Dr. Ricardo Carrillo Arronte; y de Marivilia Carrasco, presidenta del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana en México. La numerosa asistencia, su alta representatividad y, sobre todo el hecho de que hubo casi 70 preguntas de los asistentes y los panelistas para LaRouche, la mayoría de las cuales no pudo responder por falta de tiempo, refleja tanto la inquietud y el fermento político que hoy se da en México, así como el respeto político que LaRouche ha adquirido en la medida que la realidad hace palpable que sus pronósticos económicos son correctos, y la población se percata que México se encamina rápidamente a una bancarrota como la que atraviesan Argentina, Turquía y otras naciones. En cuanto a una alternativa a la crisis, LaRouche dijo que lo que tiene que ocurrir es que ``un número de nosotros que somos influyentes, estemos en el gobierno o no, tendremos que reunirnos y discutir este problema...y proceder paso a paso, por las medidas que tienen que tomarse para salvar estas economías y para salvar el sistema de comercio mundial. Tenemos que salvar el comercio mundial, salvar las economías, salvar las naciones, cueste lo que cueste'', dijo. ``Vamos a recomendar que se congelen las cuentas financieras impagables'', dijo. ``Lo segundo es garantizar que los actuales niveles de empleo, especialmente los empleos esenciales, continúen, que la producción continúe, que se cumplan las obligaciones de pensiones, que los bancos en bancarrota sigan atendiendo las necesidades de la comunidad, y vamos a congelar todo lo demás. Entonces vamos a encontrar la forma de crear un nuevo mecanismo de crédito mediante la colaboración de gobiernos nacionales y vamos a meterle crédito al sistema para propósitos muy específicos'', es decir, para la infraestructura, incluyendo la educación y la salud, y para la industria y la agricultura. ``Lo que se necesita es que gente como algunos de ustedes que están ahí hoy, y otros, empecemos a asumir nuestra responsabilidad, una responsabilidad urgente, de discutir entre nosotros, de invocar en nuestras mentes, exactamente cuál sería el programa de reorganización por bancarrota apropiado para este planeta enfermo. Para que nosotros, entonces, eduquemos a las fuerzas políticas pertinentes, y a otros en la población en general, de que esto es lo que tenemos que hacer. Tenemos que hacerles claro cuáles son las alternativas de hacerlo, y cuáles serían las penas de no hacerlo. En base a eso, soy un optimista respecto a la raza humana'', dijo.
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