Executive Intelligence Review (larouchepub.com/spanish)
En réplica a un artículo difamatorio publicado en el diario argentino Ambito Financiero
En réplica a un artículo difamatorio publicado en el diario argentino Ambito Financiero del 28 de enero, el economista Lyndon LaRouche le hizo llegar a la dirección del periódico la siguiente nota aclaratoria, misma que apareció en sus páginas el 1 de febrero. Lo que sigue es mi respuesta al despotrique difamatorio del escritor Damián Ferrer, que apareció en Ambito Financiero el 28 de enero. Al editor y los directores. ¡Señores! Implícitamente, según la publicación del artículo difamatorio de su escritor Damián Ferrer que sacaron ustedes el 28 de enero, he cometido, a sus ojos, la ofensa de mencionar la soga en casa del ahorcado. La realidad de la situación en la que se publica ese artículo es la que sigue. Argentina figura actualmente en una lista creciente de economías nacionales, en todos los continentes, tal vez con la excepción de la Antártida, atrapadas ya en la fase terminal del hundimiento inminente en la bancarrota nacional. En mi experiencia de consultor gerencial, entre otras cosas, con frecuencia he tenido la oportunidad de observar el comportamiento de quienes se someten a sufrimientos todavía mayores e innecesarios, por sus intentos histéricos de negar un hecho sencillo e ineludible: están en quiebra. Como en muchos casos análogos de quiebra de empresas privadas o de gobiernos, se puede salvar al quebrado, pero el sistema financiero está condenado en su forma presente de organización. Tal es justamente el carácter de la publicación del mencionado artículo de Ferrer. Sometida a las condiciones del FMI de los últimos decenios y a las medidas actuales del FMI, Argentina está y permanecería en quiebra sin remedio. A algunos en Argentina les gustaría negar ese hecho o crear una distracción estrafalaria con la intención de desviar la atención de lo que sigue siendo un hecho mondo y lirondo de contabilidad financiera. Por eso, leí la difamatoria andanada editorial del señor Ferrer teniendo en cuenta la naturaleza desesperada de la situación que al parecer motiva su temerario desdén por la verdad. Con todo, sigue siendo un acto de temerario desdén por la verdad. El aspecto difamatorio del ataque que se me hace en su publicación se concentra en los tres párrafos siguientes, después del subtítulo que cito.
"Lo sorprendente de su discurso [de la diputada argentina Elisa Carrió] fue, ante todo como lo consignó Ambito Financiero el pasado lunes, su fuente de inspiración. Larouche [sic] es un oscuro dirigente de la extrema derecha norteamericana, marginalizado de la vida política de su país por su prédica racista, afín a la de los grupos neonazis, y su estilo estrafalario. "Preso durante varios años por fraude y evasión impositiva, Larouche presentó a fines de los ochenta un caso ante la Justicia norteamericana y los medios de comunicación, en el que acusaba a Wall Street, la 'banca judía', los 'políticos de Washington' y el comunismo internacional de conspirar en su contra y boicotear su carrera hacia la presidencia de los Estados Unidos. Desde hace décadas, viene presentando su candidatura presidencial en cuanta elección hubo, como precandidato del Partido Demócrata en los estados del Sur o como independiente. "Sus escritos se articulan alrededor de una supuesta conspiración originada en Babilonia, con el natural objeto de dominar el mundo, que llevan adelante logias 'judeomasónicas'. Los principales agentes de este plan milenario serían la corona británica (el principal blanco de las denuncias de Larouche), Wall Street y la burocracia de Washington. Sus constantes denuncias ante medios amarillistas, sobre las conspiraciones más insólitas, le han valido en los Estados Unidos una cierta notoriedad delirante. Entre otras, ha denunciado que el atentado de Oklahoma fue organizado por la reina de Inglaterra y que el Ku Klux Klan es en realidad el brazo armado de la B'nai B'rith". En su diatriba, el señor Ferrer hace referencia explícita a mi página electrónica, a la que cualquier publicación responsable hubiera acudido antes de repetir ciegamente meras patrañas acerca de mi persona y mi política. La documentación que demuestra que esos párrafos son falsos en su mayor parte estaba a la disposición del señor Ferrer, si hubiera tenido ganas de escribir con veracidad. Por eso, puesto que afirma respecto a mí falsedades que debía saber que lo son, ha procedido con temerario desdén por la verdad. Sin embargo, ha empeorado su conducta difamatoria poniéndose, tal vez sin darse cuenta, del lado de los fascistas más peligrosos y poderosos que hoy rugen por el mundo: los círculos de la Fundación H. Smith-Richardson que patrocinaron la difusión original del conjunto específico de falsedades que el señor Ferrer ha adoptado temerariamente. H. Smith-Richardson es el canal principal de fondos para ese círculo de llamados utopistas, como el infame Samuel P. Huntington, que ha propuesto redirigir la política militar y los objetivos estratégicos de los EUA hacia prácticas inspiradas en las de las Waffen-SS nazis. Sucede que todos mis adversarios principales en los medios dirigentes políticos y militares de los EUA, incluidos los grandes órganos de difusión impresos y electrónicos ligados a dichos círculos, son parte de la misma facción estadounidense vinculada con la Fundación H. Smith-Richardson. Es ésta, asimismo, la facción que viene aplastando a los Estados de América Central y del Sur desde hace más de treinta años, sobre todo desde 1982, mediante medidas monetarias y financieras impuestas bajo el sistema de tipos de cambio flotantes. Baste comparar el rango de la economía de Argentina en el curso del siglo pasado y, muy especialmente, desde 1982, para ver cómo se desbarrancó al peso a su peligrosa situación actual. Yo soy amigo de Argentina. El señor Ferrer ha insultado a un amigo de su nación. Despachos más responsables de Ambito Financiero me deben, y también al pueblo de Argentina, una disculpa pública.
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