Leesburg, Virginia, 8 de agosto de 2002—El prominente precandidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Lyndon LaRouche, declaró hoy que el paquete de rescate financiero de 30 mil millones de dólares para Brasil anunciado por el FMI, está en realidad destinado a rescatar a los principales acreedores de Brasil, como el Citibank, J.P. Morgan y otros grandes bancos internacionales.

"Lo que Washington está haciendo es un bluff", explicó LaRouche. "Sabemos que el gobierno de Bush actualmente no tiene la menor idea de qué hacer frente a la crisis sistémica global, ni al peligro específico de una explosión de la deuda de Brasil. Lo que sí saben es que no quieren que Citibank y J.P. Morgan se vayan a la bancarrota: eso sí lo saben.

"El peligro inminente de un incumplimiento de pagos brasileño —con sus 500 mil millones de dólares de deuda externa real y su burbuja de deuda pública interna totalmente fuera de control—, era más de lo que se podía digerir. La totalidad del sistema global podría estallar de un momento a otro.

"Así que este paquete del FMI no es un favor para Brasil; es un favor a los Estados Unidos, que no sabe qué diablos hacer bajo las circunstancias actuales. Se tiene que entender de esta manera. Frente a esta situación, resulta obvio que va a tratar de rescatar al Citibank y a J.P. Morgan y probablemente a algunas otras instituciones financieras estadounidenses y europeas también."

El renombrado economista Lyndon LaRouche, cuyo historial de pronósticos de largo plazo no tiene paralelo —hecho que a estas alturas admiten a regañadientes hasta sus críticos—, explicó lo que ha de hacerse frente a la crisis.

"Obviamente necesitamos de estabilidad; no deseamos caos. Pero esta decisión de lanzarle otro 'muro de dinero" a la gigantesca burbuja especulativa no va a funcionar. El FMI es una institución difunta; ya no funciona. Sólo una cosa puede funcionar: se tiene que congelar la situación, congelando todo, incluidas estas deudas. No se le puede rescatar; no se le puede administrar. Solamente se le puede congelar a fondo. Luego se puede bregar con lo que se ha congelado. Se tiene que hacer en el interés de la comunidad internacional, así como de la nacional, como tema prioritario".

"Nada va a funcionar en Brasil mientras continúe la dolarización de su deuda. Lo único que se puede hacer es congelar la deuda impagable. Luego se tiene que adoptar una paridad fija, que se protege con control de cambios y de capitales. Esa es la única forma; se tiene que defender un valor fijo del real brasileño respecto al dólar y acabar con la libre convertibilidad entre las dos monedas. Con estos mecanismos en operación, luego hay que activar mecanismos de crédito nacional para mantener la vital economía real del país funcionando.

"Este sistema está caduco y la gente tiene que reconocerlo. El sistema del FMI está muerto: no puede manejar ya esta crisis. Se necesita una solución que estabilice la situación y que de verdad funcione; estos trucos no van a resolver nada. No hay solución dentro de este sistema.

"El problema es que no hay nadie en este momento dentro de los círculos oficiales de los Estados Unidos, que tenga confianza en su capacidad para manejar esta situación. Así que están tratando de hacer un bluff para salir del paso".

LaRouche concluyó: "Nosotros tenemos la única solución: la mía. Es difícil, pero es la única que va a funcionar. En lugar de tratar de discernir cómo se puede negociar todo un nuevo sistema, simplemente se tiene que imponer una solución que congele la situación y la haga manejable.

"Y si no tienen las agallas para hacerlo, pongan a uno que las tenga, esto es, yo; y yo lo haré. Yo les enseñaré cómo se hace".

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