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Executive Intelligence Review (www.larouchepub.com/spanish)
Conferencia semestral conjunta de la JICL y el Instituto Schiller Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller internacional y presidenta del Buererrechtsbewegung Solidarität (BüSo, Movimiento de Derechos Civiles Solidaridad) de Alemania, dijo que Argentina no debe doblegarse ante las exigencias del FMI y otros acreedores, ya que de hacerlo debilitaría la capacidad de resistir de todas las naciones deudoras. La dirigente alemana y esposa del precandidato presidencial estadounidense Lyndon LaRouche, respondía a una pregunta que le hiciera el 15 de febrero una integrante del Movimiento de Juventudes Larouchistas de Argentina, en la conferencia semestral conjunta de la Junta Internacional de Comités Laborales y el Instituto Schiller que tuvo lugar en las inmediaciones de la ciudad de Washington, sobre qué debía hacer el presidente argentino Néstor Kirchner, quien ha dicho que su país sólo pagará el 25% de lo que le exigen los tenedores de bonos. "Yo lo alentaría a plantarse absolutamente en su posición, porque lo que está pasando ahora con Argentina no es cuestión de solamente un país", dijo la señora Zepp-LaRouche. "Es todo el sistema que está irremediablemente quebrado. Y si logran doblegar la voluntad de Argentina, podrán doblegar la voluntad de cualquier otro país del mundo", añadió. "Por tanto, sólo puedo decir que debemos cerrar filas en torno a la Argentina, y que el presidente Kirchner debe plantarse absolutamente en su posición. Yo también trataré de hacer que el mundo entero haga suyo este asunto, aun más de lo que ha sido el caso hasta ahora, porque me recuerda la famosa obra de Shakespeare, El mercader de Venecia, donde el usurero demanda el pago de la deuda aun si es con una libra de carne del cuerpo, así nada más, sin matar a todo el paciente. Eso es lo que está en juego. "Usted probablemente sabe que en 1982 el señor [Lyndon] LaRouche, a pedido del Presidente de México, José López Portillo, escribió un tratado que llamó Operación Juárez, que planteaba, no sólo la defensa de la economía mexicana de los ataques de fuga de capital que experimentaba a la sazón, sino que aprovechó la ocasión para elaborar un programa para la defensa de toda Iberoamérica. Ese fue Operación Juárez. Si usted se fija en el mapa de Iberoamérica es una tragedia que, pese al hecho de que todos los países hablan español con la excepción del Brasil, el continente no está integrado, y no hay ninguna razón para no estarlo. Pero si usted se fija en el mapa, no hay ferrocarriles que vayan de Este a Oeste y de Norte a Sur. Hay una poquita de infraestructura que va de los recursos naturales a los puertos, herencia del colonialismo. "En aquel momento, cuando mi esposo escribía este programa para la integración de Iberoamérica, y López Portillo entonces procedió a poner en práctica la primera parte de este programa, que era el control de cambios, la idea de nacionalizar el Banco de México con la idea de abrir líneas de crédito para proyectos industriales de desarrollo, hubiera podido darse la solidaridad entre los países iberoamericanos; hubiera podido reorganizarse el sistema. Nosotros no proponíamos desmantelar el sistema bancario, sino sólo reorganizarlo, cosa de permitirle a los países iberoamericanos sobrevivir. "Yo creo que eso todavía está sobre el tapete. No es sólo un asunto de Argentina; es un asunto de toda Iberoamérica; es un asunto de toda Asia, de toda el África y, en realidad, de toda Europa y los Estados Unidos. "De modo que yo de verdad quisiera alentar al presidente Kirchner a plantarse en su posición; que siga la senda de Operación Juárez; que trate de obtener el apoyo de otros países que están en la misma situación. Por ejemplo, creo que el asunto de la supervivencia de Argentina es una cuestión existencial tal, que yo la llevaría incluso a la Asamblea General de la ONU. Comprendo que es bien difícil conseguir los votos para convocar a una sesión de la Asamblea General en las Naciones Unidas, pero ésta es una cuestión de vida o muerte para toda la civilización humana. Yo le plantearía el asunto de si Argentina debe o no pagar su deuda a la Asemblea General de la ONU, y trataría de movilizar apoyo de otros países para ello, y de formar un grupo de gente para reorganizar de forma ordenada el sistema financiero. "Si los países del mundo no pueden mostrarle solidaridad a la Argentina ahora mismo, no sobrevivirán, porque es el sistema el que está a punto de irse a la bancarrota. "El presidente Kirchner debe poner de primero el corazón, la mente y el bienestar de su pueblo. Como Lyn [LaRouche] ha venido diciendo en los últimos días, sólo si los dirigentes muestran la suerte de coraje y liderato que asociamos con Martin Luther King y Juana de Arco, tendrá el mundo la posibilidad de salir de esta crisis. "Nosotros haremos todo lo posible por ayudar, y le deseamos buena suerte". |
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