- Executive Intelligence Review -
Clinton marca su distancia de Gore en cuanto al genocidio en África 11 de mayo de 2007 (EIRNS)El Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (o LPAC) acaba de emitir el siguiente comunicado de prensa, en el que pinta un cuadro ejemplar de la batalla entre aquellos que quieren un mundo globalizado de genocidio maltusiano, como el ex vicepresidente y especulador ambientista estadounidense Al Gore, y los que aún depositan su esperanza en el futuro de la humanidad, como demostró hace poco el ex presidente Bill Clinton. A continuación reproducimos el comunicado de LPAC. El viejo distanciamiento entre el ex presidente estadounidense Bill Clinton y el racista Al Gore en cuanto al genocidio en África quedó al descubierto el 8 de mayo, cuando Clinton hizo público su apoyo al uso de medicamentos genéricos baratos para el tratamiento de pacientes infectados de vih-sida. La diferencia es sencilla: Al Gore condenó a millones de sudafricanos a una muerte prematura en 1998, cuando amenazó con imponerle sanciones al Gobierno del presidente Nelson Mandela y el entonces vicepresidente Thabo Mbeki si seguían importando y distribuyendo drogas genéricas a precios bajos, dizque porque infringían "derechos de propiedad intelectual. Según Jamie Love del Centro de Estudio del Derecho Reactivo, en una declaración que hizo en 1999, "es difícil apreciar el horror de la situación. Millones de sudafricanos morirán por lo que el vicepresidente Al Gore ha hecho". En una perspectiva diametralmente opuesta a la de Gore, el ex presidente Clinton anunció el 8 de mayo, en una conferencia de prensa en Nueva York, los nuevos acuerdos que acaban de pactar la Iniciativa Contra el Vih-Sida de la Fundación Clinton (CHAI) y los fabricantes de drogas genéricas Cipla y Matrix, para comprar y distribuir medicinas genéricas en 66 naciones en vías de desarrollo. En compañía de Mongkol Na Songkhla, el ministro de Salud de Tailandia, que es un país que está en el centro de la batalla por conseguir medicinas baratas contra el vih-sida, Clinton dijo: "Ninguna compañía vivirá ni morirá por el agio con el alto precio de las drogas contra el sida en países de mediano ingreso, pero puede que los pacientes sí... Siete millones de personas en el mundo en vías de desarrollo necesitan tratamiento contra el vih-sida". El sida ha asolado a aquellos países que cedieron a los chantajes y amenazas genocidas del racista Al Gore y sus amigos banqueros. Los que no lo hicieron y quienes antepusieron su pueblo a las ganancias obscenas de las grandes farmacéuticas, han tenido un éxito significativo. Tomemos el caso de Brasil, por ejemplo, donde el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva estableció en 1996 un programa que le proporciona medicinas antirretrovirales gratis a cualquier brasileño diagnosticado con sida. En cinco años, la tasa de mortandad por sida cayó 50%, y la magnitud que cobró la epidemia fue menos de la mitad de lo que se había proyectado antes de iniciar el programa.
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