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Estados Unidos y Europa deben tener el valor
de rechazar la geopolítica y colaborar con el BRICS
22 de noviembre de 2014 — La declaración siguiente, auspiciada por el Instituto Schiller, está circulando internacionalmente con la perspectiva de obtener firmas de apoyo. La declaración está puesta de manera prominente en varios portales electrónicos y también está circulando de manera impresa en diversas instituciones.
Hoy día, en la era nuclear, las consecuencias de la perspectiva geopolítica de confrontación con Rusia y con China solo puede ser la extinción termonuclear de la raza humana. En consecuencia, se debe hacer todo tipo de esfuerzo para cooperar en resolver las crisis múltiples que enfrenta la humanidad.
Las naciones del BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se han unido para procurar una política de desarrollo económico no solo para sus países en particular, sino para el provecho de los pueblos de todas las naciones. Para ese fin, han creado un Nuevo Banco de Desarrollo para invertir miles de millones en proyectos de desarrollo necesarios.
Recientemente, China lanzó la iniciativa del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), al que se unieron más de 20 naciones de Asia como miembros fundadores; asimismo, China ha establecido ya un Fondo de Desarrollo de la Ruta de la Seda.
En la reciente conferencia de la APEC en Beijín, el Presidente chino, Xi Jinping, invitó al Presidente Obama a que se una a los esfuerzos de China y de otras naciones asiáticas, como Rusia, en el desarrollo de la Nueva Ruta de la Seda.
Estas iniciativas no son de naturaleza geopolítica. Al contrario de la Asociación Transpacífica (TPP, por sus siglas en inglés) por la que aboga Obama, la cual excluye a Rusia y a China, las iniciativas relacionadas con el BRICS, como la propuesta china de una Zona de Libre Comercio del Pacífico Asiático (FTAAP, por sus siglas en inglés), son incluyentes. Se basan en el concepto que expresaba el finado Papa Paulo VI, de que "el desarrollo es el nuevo nombre de la paz". En este sentido, en la última reunión del G-20 en Australia, tanto el Presidente Xi Jinping como el primer ministro de India, Narendra Modi, hablaron de las metas gemelas de lograr la paz global y de acabar con la pobreza mediante el desarrollo económico.
No hay problema en el mundo que no se pueda resolver con ese enfoque, y por el contrario, ningún problema se resolverá sin el mismo.
Esa cooperación entre Estados Unidos, Rusia, China e India, entre otras naciones, es necesario para derrotar la pandemia del Ébola en África.
La amenaza terrorista que representan el EIIS y Al-Qaeda apunta por igual a Rusia, China e India, así como a Estados Unidos y a Europa. Solo se le puede derrotar mediante una nueva arquitectura de seguridad basada en la cooperación.
La política de acometer "revoluciones de color" bajo el pretexto de la democracia, representa una política de guerra, aunque no se utilice esa palabra, porque su propósito es derrocar gobiernos con la ayuda de dinero extranjero. Eso tiene que parar. La campaña para imponer sanciones a Rusia por su oposición a dichas "revoluciones de colores" y al golpe de Estado nazi en Ucrania, solo exacerba la crisis global. Un enfoque basado en la cooperación mutua para lograr los objetivos comunes de la humanidad por toda Eurasia y más allá, crearía por otra parte las bases para la paz global.
Mientras que Estados Unidos ha abandonado el programa espacial de Kennedy, los chinos están comprometidos con un programa lunar enfocado en la explotación del helio-3 con el propósito de generar energía de fusión nuclear ilimitada. Con la colaboración entre Estados Unidos, Europa, Rusia, China e India, entre otras naciones, el hombre podría finalmente realizar la visión de Johannes Kepler de dominar las leyes del sistema solar para beneficio del hombre.
Solo un enfoque como este restauraría a Estados Unidos y a Europa a su propósito original expresado en el Renacimiento europeo y en la Revolución Americana, un propósito que Estados Unidos y Europa han abandonado cada vez más, y el resto del mundo ha adoptado ahora y los exhorta a que lo vuelvan a adoptar.
Por lo tanto, hacemos un llamado a Estados Unidos y a Europa para que abandonen las directrices geopolíticas suicidas del pasado que condujeron a las dos Guerras Mundiales anteriores y ahora conducen a una tercera, y llamamos a construir un futuro para toda la humanidad retomando el principio del Tratado de Westfalia, para basar la política exterior en el principio de "el provecho del prójimo", el cual puso fin a la Guerra de los Treinta Años en Europa, y en el concepto de John Quincy Adams sobre una "comunidad de principios entre Estados nacionales soberanos".
Este es el único rumbo coherente con la verdadera naturaleza del hombre en tanto única especie creativa. Cualquier otro rumbo se basa en un concepto que considera al hombre como un animal, y conduce a la extinción humana.
Como patriotas de nuestras naciones, y como ciudadanos del mundo, hacemos un llamado a nuestros compatriotas y a los dirigentes de nuestras naciones para que tengan el valor de romper con el ciclo actual de bestialidad en escalada, aceptando el generoso ofrecimiento a colaborar con los BRICS.
(Al firmar esta declaración, autorizo a que mi nombre aparezca en su publicación.)
Firma______ Título______ (para fines de identificación)