Solo si se integra Perú a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, se podrá salvar el nuevo gobierno de PKK
27 de enero de 2018 (EIRNS) -- El director de la oficina de EIR en Lima, Perú, Luis Vásquez Medina, publicó el siguiente comentario con el título que antecede.
A fines del 2001, cuando el gran periodista y político peruano, Patricio Ricketts, preparaba su retiro a sus cuarteles de invierno, a modo de despedida, me dijo que la nación iba entrar en una larga y oscura noche política; que no estaba seguro de si el vería el fin de la misma. Hoy, después de 17 años, cuando con la liberación de ex Presidente Alberto Fujimori, se ha tomado la primera gran decisión al margen de la voluntad de los banqueros de Wall Street, encabezados por George Soros, le puedo anunciar a mi viejo amigo que se vislumbran las primeras luces de un nuevo día, en el cual finalmente volvamos a ser una nación soberana y dueños de nuestro destino.
El indulto al ex presidente Fujimori concedido por el Presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) constituye la primera decisión soberana que se toma en el Perú después de 17 años de dictadura de George Soros. EL enojo de la elite financiera mundial ha sido mayúsculo, como se expresó en el editorial del semanario británico The Economist, en el que se calificó al indulto como “un cambio sórdido” y se acusó a PPK de haberse convertido en un “rehén presidencial”. A estas pataletas, se sumaron sendos editoriales del Financial Times de Londres, del Wall Street Journal y del The New York Times, todos ellos alarmados frente al hecho de que se aflojaban las ataduras de la banca angloamericana sobre Perú.
Es tal la histeria de las elites financieras, que no han dudado en mandar a su viejo vocero, el porno escritor peruano- español Mario Vargas Llosa, a despotricar contra la soberana decisión de indultar al ex Presidente Fujimori. Vargas Llosa, desde Punta del Este, Uruguay, a donde llego para brindar una conferencia privada organizada por el grupo suizo Julius Baer y la Sociedad Mont Pelerin, no solo repitió el guión de que “Kuczynski se ha convertido en un rehén", sino que --y esto es lo verdaderamente criminal-- hizo un llamado a la oposición política en Perú a la insurrección. Una oposición que, en las calles, es liderada por Sendero Luminoso. El Perú, manifestó el muñequito de la realeza europea, deberá dar una "gran batalla para preservar la democracia, porque el fujimorismo es la dictadura y la corrupción".
La verdad es que con el indulto de Fujimori, se ha producido un cambio radical en el gobierno peruano. La izquierda liberal que, de una u otra forma, controló los sucesivos gobiernos puestos por George Soros en Perú, ha abandonado el gobierno. PPK ha tenido, incluso, bastantes dificultades para armar su nuevo gabinete. Un gabinete que, aun antes de ser nombrado, fue calificado por la gente de George Soros en Perú (como García Sayan y Ronald Gamarra) como el “gabinete de la traición, la vergüenza y la impunidad”.
Este nuevo gobierno, tendrá ahora que bregar también con los carteles que dominan la prensa y los medios de comunicación. Que han sido corrompidos por los dólares de George Soros, y que ahora están pidiendo la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para revocar la decisión presidencial. Es claro que a PPK le queda muy poco juego y el único camino que tiene, es seguir tomando decisiones soberanas al margen de los deseos de sus amigos de la banca trasnacional que lo coloco en el poder; solo así, podrá aglutinar rápidamente a las diferentes fuerzas políticas nacionalistas, incluyendo al fujimorismo, en un programa de reconstrucción nacional. El mismo que debe comenzar con involucrar al Perú en la Iniciativa de la Franja, y La Ruta, de China, también conocida como “La Nueva Ruta de la Seda”. Es la única alternativa de progreso que hoy existe en el planeta; más aún, en momentos en que la economía trasatlántica dominada por los intereses especulativos de la banca de Wall Street y la City de Londres, se precipita a una crisis de aún más profunda que la del 2008.
Es hora de comenzar los grandes proyectos de interconexión ferroviaria bioceánica, ruta norte y ruta sur, que por décadas ha venido proponiendo el movimiento de LaRouche. Estas obras son la base para construir los corredores de desarrollo productivo al interior del continente, solo así se pondrían a Perú y a las demás naciones sudamericanas en la ruta del progreso. Es hora de que PPK acepte la propuesta china para la realización de estos mega proyectos; su futuro y el futuro del país dependen de una nueva y revolucionaria decisión soberana.
PPK debe verse hoy en el espejo de todos los líderes mundiales que, empezando con Macron de Francia, ven a la iniciativa china como la única salida a la crisis de gobernabilidad de sus propios países. Él, mejor que nadie, entiende los calificativos que acaba de recibir del {The Economist}: “Kuczynski de 79 años, tiene mucha más experiencia en banca y negocios que en política. Su gobierno ha estado en gran parte sin dirección. Sus únicos logros tangibles son una pequeña pero bienvenida reducción en los trámites para servicios públicos y una política exterior activa. Ha fracasado en gran medida en la ejecución de grandes proyectos públicos, tal como lo prometió”. Él sabe cabalmente los alcances de la sentencia que, por medio del mismo periódico, la oligarquía financiera le acaba de dictar: “las posibilidades de Kuczynski de hacer algo útil hacia el final de su mandato en el 2021 ahora parecen insignificantemente pequeñas”.
Es el momento de hacer cambios estratégicos. PPK no tendrá otra oportunidad. De esta nueva decisión soberana depende también el amanecer de un nuevo día en el Perú.