Llamado del Instituto Schiller a los ciudadanos del mundo:
Nos comprometemos con la misión del programa Luna-Marte
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Nosotros, los abajo firmantes, nos comprometemos con el siguiente programa, y exhortamos a nuestros gobiernos a que se comprometan también, para:
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Hacer realidad exitosamente la misión Artemisa de la NASA para llevar a la humanidad a la Luna, incluyendo a la primera mujer, en 2024 para quedarse. Hacer de Artemisa el primer paso hacia la industrialización de la Luna, en colaboración con la misiones de China, India y Rusia que ya están en marcha, y con la participación de todos los demás países, como la plataforma económica que permita la colonización humana de Marte y la exploración humana del sistema solar, como lo definió a cabalidad el finado visionario del espacio Krafft Ehricke.
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Desarrollar naves espaciales avanzadas con propulsión de energía de fusión, que utilicen como combustible el Helio3 que se consigue en la Luna, para hacer posible el viaje de seres humanos de forma rápida y segura a Marte y a otras regiones del sistema solar, con la meta de alcanzar una aceleración y desaceleración constante de una gravedad, como norma para la misiones interplanetarias humanas.
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Alcanzar este programa Luna-Marte por medio de un programa internacional de emergencia de 50 años, cómo lo señaló el finado economista Lyndon LaRouche, para garantizar las altas tasas de recuperación económica en la Tierra que solo pueden conseguirse mediante el desarrollo de nuevas tecnologías espaciales y de fusión, y compartiendo esas tecnologías internacionalmente como la base de una paz duradera en este planeta.
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Reformar o eliminar los aspectos especulativos y depredadores del sistema financiero internacional, como paso necesario para garantizar que las naciones soberanas puedan generar los acuerdos de crédito de largo plazo necesarios para facilitar esta misión.
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Eliminar las barreras internacionales a la colaboración en el espacio, en especial los impedimentos a la cooperación de Estados Unidos con China y Rusia (como lo estipula la llamada Enmienda Wolf, que prohíbe a la NASA trabajar con China).
Este programa coincide con los comentarios que hizo Lyndon LaRouche en diciembre de 2009 en una conferencia internacional en Rusia:
“Para hacer realidad los objetivos que se nos presentan ahora, tenemos que darle a la humanidad una nueva misión, a la humanidad en su conjunto. La misión está representada en la idea de la colonización de Marte. Esto nos exige que hagamos el tipo de cambios, en términos del avance científico, que son necesarios para la existencia futura de la humanidad.
“Tenemos muchos problemas en este planeta. Y no podemos resolver esos problemas, de manera extensiva, si no avanzamos hacia el desarrollo del sistema solar como el hábitat de la humanidad. Estamos a punto de hacer eso, desde el punto de la ciencia. Hay muchos descubrimientos científicos que se tienen que hacer todavía, que harán posible la acción para la colonización de Marte. Eso sucederá en algún momento por venir. Pero lo que necesitamos ahora es tener la intención de lograr el programa de la colonización de Marte. Tenemos que educar y desarrollar generaciones de jóvenes, que estén orientados a esta misión. En el período venidero, nacerán jóvenes que tomarán parte en la colonización de Marte, de un modo o de otro, antes de que termine este siglo.
“Tenemos que darle a la humanidad un sentido de propósito, un propósito de desarrollo, no solo a lo largo del planeta, sino mediante la influencia de la Tierra sobre las regiones aledañas del sistema solar, y más allá.
“Esos son objetivos factibles. Hay, ciertamente, muchos problemas que tenemos que resolver, problemas científicos que no hemos resuelto todavía. Tenemos muchas interrogantes. Pero, en esencia, sabemos que es factible. Sabemos que es plausible en dos o tres generaciones. Lo que tenemos que hacer, es darle a la gente, que serán los nietos, que nacen hoy, darles algo para que lo hagan realidad. Cuando hayamos muerto y ya no estemos aquí, ellos van a estar ahí, dentro de tres generaciones, dentro de cuatro generaciones. Serán las personas que de hecho van a colonizar zonas más allá de la Tierra misma. Tenemos que darles la oportunidad de hacerlo. Tenemos que darle a la sociedad, mientras tanto, la orientación hacia una misión para lograr esa colonización, para nuestros descendientes, pasadas tres generaciones o algo así”.
Nosotros, los abajo firmantes, nos comprometemos con este programa, y exhortamos a nuestros gobiernos a que se comprometan también.