SIMPOSIO del INSTITUTO SCHILLER
Revivir la verdadera misión del Dr. Martin Luther King, Jr.:
Parar la guerra mundial de la OTAN y desmantelar el buró internacional que asesinó a Kennedy
Sábado, 14 de enero, 2023
Extractos
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Ray McGovern
Dennis Speed
Helga Zepp LaRouche
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El Instituto Schiller, en seguimiento de su campaña para fomentar el debate sobre los principios necesarios para el establecimiento de una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, convoca a un seminario este sábado 14 de enero. El simposio explorará la manera de revivir la misión de la “no violencia o no existencia” para detener la guerra termonuclear, la misión de los finados, reverendo Dr. Martin Luther King, Jr., Robert Kennedy, y del Presidente John F. Kennedy.
En los últimos años de su vida, y frente a un patente riesgo de su vida, el doctor King se volvió un opositor inflexible, no solo de la guerra termonuclear, sino de la guerra moderna en cualquier forma. En su mensaje de Navidad de 1967, dijo llanamente: “La sabiduría nacida de la experiencia debería decirnos que la guerra es obsoleta. Quizá haya habido un tiempo en que la guerra haya servido como un bien negativo para impedir la propagación y el crecimiento de una fuerza maligna, pero el mismo poder destructivo de las armas modernas de guerra elimina incluso la posibilidad de que la guerra pueda seguir sirviendo como un bien negativo. Por lo tanto, si asumimos que la vida merece ser vivida, si asumimos que la humanidad tiene el derecho de sobrevivir, entonces tenemos que encontrar una alternativa a la guerra…”.
Sería realmente trágico que Estados Unidos —cuyos últimos gobiernos, que se remontan cuando menos a la época del Presidente George W. Bush, han rechazado explícitamente las ideas del doctor King, así como su “acción directa no violenta creativa” en el ámbito de la política exterior — pasará ahora sin oposición, cuando eso era exactamente lo que King exigía que se hiciera en 1967. Por el contrario, es el deber de quienes sigan lo que decía y enseñaba realmente King, erguirse ahora en “inquieta oposición” plena a la doctrina angloamericana de la “política exterior a través de la guerra” promulgada ahora en las naciones transatlánticas. Esto es especialmente cierto en tanto que esa doctrina de la fuerza criminal, disfrazada de “estado de derecho”, se refiere a la actual guerra sustituta de la OTAN contra Rusia en Ucrania.
La formulación del doctor King, de que “la elección ya no es entre la violencia y la no violencia; la elección es ahora entre la no violencia y la no existencia”, se hizo eco de las palabras del Papa Pablo VI en las Naciones Unidas en 1965: “¡No más guerra! ¡Nunca más la guerra!”. También se hicieron eco de la advertencia del Presidente John F. Kennedy de que “la humanidad debe poner fin a la guerra o la guerra pondrá fin a la humanidad”. Esa formulación estaba acompañada de “propuestas de acción” para el trabajo conjunto con el “enemigo mortal” de Estados Unidos, la Unión Soviética, en particular en el campo espacial, en el discurso de Kennedy ante la Asamblea General de las Naciones Unidas del 20 de septiembre de 1963.
Sin embargo, en este simposio deseamos analizar en particular las fuerzas internacionales de la violencia que se han utilizado para decapitar a naciones e instituciones cuyos dirigentes se han erguido no solo en oposición a las políticas letales y destructivas, sino a favor del desarrollo económico como único camino seguro hacia la paz. Las revelaciones recientes en Estados Unidos sobre la posible implicación de ciertas instituciones de inteligencia en el asesinato del Presidente Kennedy, así como la insatisfacción de la familia King con la explicación oficial del asesinato de Martin Luther King, hacen que sea esta una ocasión particularmente oportuna para investigar estas inquietudes.
Por último, hay que señalar que el doctor King, que no era economista, sino un “tamborista mayor de la justicia”, insistía en que había que colocar la difícil situación de los pobres en el centro de la política, que “la gente es primero”. En contra del consejo de sus asesores, insistió en llevar su Campaña de los Pobres de 1968 al mismo tiempo que sus ataques a la guerra de Vietnam, con el fin de dramatizar su afirmación de que “los presupuestos nacionales son documentos morales”, y que la riqueza de las naciones debe utilizarse en mejorar el bienestar general, no en la precisión de las armas de destrucción masiva. Los “Diez principios para una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo” del Instituto Schiller son una articulación precisa de ese aspecto de la gran visión de King, que por lo general ha sido desconsiderada o poco tenida en cuenta. El doctor Martin Luther King, Jr. No solo se habría opuesto a la guerra en Europa, sino que habría propuesto una alternativa. Podemos honrar su visión de la humanidad no haciendo menos que eso.
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