Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

LaRouche:
No habrá estabilidad en Argentina mientras no se cree una Banca Nacional que emita crédito para crear empleos

4 de enero de 2002 (EIRNS).— Lyndon LaRouche, precandidato presidencial demócrata para las elecciones estadounidenses de 2004, comentó hoy que seguiría habiendo una sucesión de gobiernos insostenibles en Argentina hasta que uno de ellos resuelva crear una nueva banca nacional que reactive la economía del país.

Como observador experto que pronosticó los acontecimientos recientes de Argentina, LaRouche expresó:

"La creación de una banca nacional, protegida de la burbuja especulativa internacional y que genere crédito para financiar un millón de empleos nuevos en el país, es indispensable para que Argentina sobreviva. La depresión económica, el caos y la ingobernabilidad seguirán acosando al país mientras no se lleve a cabo una reorganización bancaria nacional.

LaRouche explicó la situación mundial que le da forma a los acontecimientos argentinos:

"1. El mundo ha entrado en la fase final decisiva de la desintegración del sistema monetario-financiero internacional presente. Esta no se define desde el punto de vista monetario y financiero, sino por la relación interdependiente de un mundo que sufre una deflación físico-económica cada vez más acelerada de la producción de bienes y servicios esenciales, y el hecho de que la quiebra del sistema monetario-financiero se puede demorar solamente por medio del crecimiento acelerado de una burbuja financiera ya hiperinflacionaria en los principales mercados financieros.

"2. De modo que, mientras los gobiernos se aferren a defender las directrices axiomáticas que le dan forma a la política de las instituciones monetarias internacionales presentes, cada uno se verá reemplazado hasta que se llegue al punto en que esas naciones se empiecen a desintegrar o hasta que aparezcan gobiernos sin ninguna de las características esenciales de los principales partidos políticos que contienden actualmente en América, Europa occidental y muchas otras regiones del mapa.

"3. Estas circunstancias nos otorgan a mis colaboradores y a mí una clase única de autoridad de liderazgo. Dos rasgos de dicha autoridad son descollantes. Primero, los pronósticos económicos que he difundido internacionalmente ya por más de treinta años son los únicos pronósticos conocidos que han sido sistemáticamente correctos, mientras que toda la oposición a dichos pronósticos, como casi todos los economistas ganadores del Premio Nobel, ha resultado esencialmente incompetente. Segundo, la llamada facción estratégico-militar utópica que ha cobrado dominio creciente en los asuntos de la OTAN y otras naciones en los últimos cincuenta años ha arrastrado al mundo entero al borde de una devastadora guerra religiosa mundial, que amenaza con reescenificar, a escala mundial, el horror de la guerra religiosa europea de 1618-1648.

"4. En todo lo que he enseñado y en toda la práctica política de mi asociación, a lo largo de los últimos treintaicinco años de nuestra existencia, el punto de vista de toda nuestra política ha sido la calidad única del sistema americano de economía política en tanto el principal modelo de economía del mundo hasta la fecha. Así, aunque las condiciones internacionales han socavado a las instituciones de la política interna e internacional, la afirmación de la Revolución Americana original bajo el liderazgo del presidente Lincoln, así como la resistencia a la corrupción del torysmo estadounidense, con el presidente Franklin Roosevelt, le da a las tareas que los Estados Unidos tienen por delante hoy en día la característica esencial de ser una renovada afirmación, de no estar enfrentados a la necesidad de alguna forma novedosa de proceder, sino, más bien, las tareas que tenemos por delante en esta época de crisis mundial acelerada tienen la cualidad esencial de una continuación de la Revolución Americana.

"5. Debemos proceder, por tanto, con confianza inconmovible en que nuestra contribución al liderazgo mundial en esta coyuntura es indispensable. Debemos mirar a esas enseñanzas del pasado, que ya han demostrado que, en épocas de gran crisis, gobiernos poderosos y aun los partidos políticos y manías populares mejor establecidos, son barridos del escenario de la historia con presteza pasmosa. Las modas culturales decadentes son arrojadas a los basureros de la historia de manera repentina e implacable. El liderazgo basado en las ideas necesarias para una época de crisis como la actual es el único liderazgo interesante, el único que vale la pena".

Volviendo a la situación argentina, LaRouche explicó:

"La actual banca nacional —90% de la cual está dominada por bancos extranjeros— está en completa bancarrota y se encuentra paralizada. El único modo de ponerla otra vez de pie y devolverle a los ciudadanos argentinos sus ahorros actualmente congelados en los bancos, es crear una nueva banca nacional reorganizada. El gobierno central usaría entonces esta banca para canalizar crédito dirigido, emitido en una moneda nacional inconvertible, para costear la creación de un millón de empleos en las actividades correctas, que iniciarían la recuperación de la economía. Esto, junto con la moratoria que ya se declaró, son pasos programáticos necesarios.

"Observar a Argentina hoy en día nos hace recordar a la Rusia de 1917, después de la caída del zar. Como la renuncia del presidente De la Rúa en Argentina, la remoción del zar fue seguida de un desfile de sucesores. ¿Cuándo termina? En el caso de la Rusia de 1917, terminó con la Revolución Bolchevique; aquí, en Argentina, el caos y la revolución serán perpetuos si no se resuelve la crisis de acuerdo con los lineamientos que he indicado".

Esta misma crisis mundial que azota a Argentina y a un número creciente de otras naciones será el asunto de un importante discurso que el precandidato presidencial estadounidense Lyndon LaRouche pronunciará ante una reunión que se celebrará en Washington el 24 de enero, a partir de la 1 p.m. (hora del este de los Estados Unidos).

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