Escritos y discursos de Lyndon LaRouche

LaRouche le habla al mundo: 'Cheney es una amenaza como Hitler'

En Washington, LaRouche comparó su lucha contra los sinarquistas y sus políticas económicas y bélicas fascistas hoy, con la que libró el presidente Franklin Roosevelt a principios de los 1930.

LaRouche también contestó preguntas de legisladores estatales que viajaron a Washington a dialogar con él, y de miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL), el "cuerpo y el alma" de su campaña, a quienes les dedicó la última hora del período de discusiones.

Más de un tercio de los asistentes eran jóvenes. El resto eran diplomáticos, políticos, la prensa internacional y partidarios suyos. Los demás candidatos del Partido Demócrata, a quienes LaRouche invitó a debatir en esta presentación por internet, brillaron por su ausencia, ya que cedieron a la presión del Comité Nacional Demócrata y rehusaron asistir.

LaRouche dio la única nota cierta de conducción nacional al abordar los verdaderos problemas que hay. Además, encaró a los neoconservadores fascistas en el Partido Demócrata, y a la camarilla neoconservadora en el Gobierno del presidente George Bush, encabezada por el vicepresidente Dick Cheney, a quien dijo que hay que enjuiciar (ver artículo que sigue).

También se refirió al discurso que pronunció el primer ministro italiano Silvio Berlusconi el mismo 2 de julio en el Parlamento Europeo, donde presentó el llamado "Plan Tremonti" para la creación de empleo mediante la construcción de grandes proyectos de infraestructura. En un intento de evitar que prospere la propuesta del ministro de Economía italiano Giulio Tremonti, Transparencia Internacional, un órgano de la oligarquía, denunció a Berlusconi de supuesta corrupción,

LaRouche dijo que en Eurasia avanzan enormes proyectos. En contraste, dijo, la economía de los EU cae, como indican los enormes déficit estatales, y el sistema financiero mundial encara la desintegración. Así como los financieros usaron la crisis del sistema de Versalles para impulsar el fascismo en los 1930, hoy pretenden usar el desplome del sistema de Bretton Woods posterior a 1971 para imponer un nuevo fascismo mundial. Cheney representa hoy una amenaza similar a la de Hitler en 1933, dijo, por lo que hay que sacarlo. El asunto no es quién ganará en 2004, sino ¿llegaremos a esa fecha? Para llegar, debemos cambiar la política ahora como hizo Roosevelt entonces.

Al momento ningún otro precandidato demócrata está dispuesto a encarar los problemas reales. El mejorcito es el senador John Kerry, pero padece del síndrome de Hamlet, dijo LaRouche, como prueba el que no haya atacado a Cheney por usar informes falsos para irse a la guerra contra Iraq.

El papel indispensable de los EU

Pese a los avances de la perspectiva de desarrollo mundial alcanzados en Eurasia, dijo LaRouche, hay una falla fatal: todos los dirigentes de Europa y Asia temen enfrentarse directamente al Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero no hay forma de lograr una verdadera recuperación sin reformar por completo el sistema monetario mundial, dijo.

"Tomaremos medidas para aumentar el empleo, como hizo Roosevelt. Y el único sector en que el Gobierno puede actuar de forma eficaz para aumentarlo es el de la infraestructura económica básica: transporte, proyectos hidráulicos, reforestación, generación y distribución de electricidad; cosas muy necesarias en estos tiempos. Estos proyectos, de la forma en que Roosevelt usó estos métodos, funcionarán, y funcionaron antes. De eso es que habla Europa. Eso es lo que piensan muchos estados de los EU hoy", dijo LaRouche.

Añadió que el Presidente de los EU debe trabajar con gobernantes de otras naciones para crear un nuevo sistema; convocar una reunión de naciones para congelar la deuda, y poner el peso de EU al servicio de grandes proyectos, con una duración de décadas, como los que se construyen en Eurasia.

El papel singular de LaRouche

LaRouche dijo que es necesario reunir dos equipos. Uno será como el que tenía Roosevelt cuando tomó posesión, integrado por gente del Gobierno, militares y otros listos para poner en marcha los programas necesarios en los primeros treinta días del gobierno de LaRouche. Pero, antes, es necesario otro equipo, porque LaRouche aún no es Presidente. Este equipo deben conformarlo republicanos, diplomáticos, militares y otros listos para ocupar el vacío creado por la remoción de la camarilla de Cheney que ahora controla a Bush.

Este segundo equipo tendrá la tarea de arreglar el desastre del Oriente Medio, por ejemplo, empezando con Iraq. Actualmente, la situación de Iraq va que vuela a un "Vietnam en el desierto", porque los EU no han desplegado las tropas necesarias para cumplir con su responsabilidad para con la población. Pero cuando eliminemos a algunos de los personajes de la camarilla de gallinazos, habrá muchos que se oponen a la guerra que podrán regresar y hacer un trabajo decente. Bush debe hacerle caso a este nuevo equipo, que sí sabrá qué hacer. Todo depende, dijo, de que siendo LaRouche el "presidente en funciones", asumirá responsabilidad personal, como hizo Roosevelt, para salvar a la nación y al mundo del fascismo.

El Movimiento de Juventudes Larouchistas

En el período de discusión, LaRouche respondió a no menos de 22 preguntas. En cada caso identificó las cuestiones de principio involucradas tras la pregunta, más bien que contestar "objetivamente".

Uno de los intercambios más importantes fue la respuesta a un legislador de Virginia, quien preguntó que por qué LaRouche no demandaba al Consejo de Liderato Demócrata (DLC, siglas en inglés) —el parásito de los especuladores y gángsters que ha tomado el control del Partido Demócrata— y al propio partido para que lo incluyan en los debates "oficiales". LaRouche respondió que en realidad no le interesa debatir con gente que no tiene nada que decir. Más bien, dijo, lo importante es organizar un movimiento de juventudes que en los próximos meses pueda "darle un vuelco" decisivo al país.

En respuesta a una pregunta del senador estatal de Nevada Joe Neal sobre la crisis presupuestal de los estados, LaRouche dijo que estamos "en una situación en que no es posible equilibrar el presupuesto de estos estados. No puede hacerse. Creo que probablemente de 46 a 47 estados están en esa situación". ¿Cómo abordar eso? "Sólo hay una forma de hacerlo", dijo. "El Gobierno federal tiene el poder de crear crédito. Ninguna otra agencia de los EU tiene el poder legal y constitucional de crear crédito. Por tanto, lo que se necesita es financiamiento federal, [para] proyectos de infraestructura".

Dijo que "es responsabilidad del Gobierno federal. Y requeriría una sola cosa: reproducir fielmente lo que Roosevelt hizo. Yo creo que un proyecto de ley de cinco páginas, aprobado por el Congreso, y promulgado por el Presidente, bastaría".

David Nance, miembro del MJL, moderó la última hora del intercambio, en el que muchos de los jóvenes expresaron lo mucho que aprecian que LaRouche creara un movimiento de juventudes, y que se preparan para enfrentar los desafíos de un gobierno de LaRouche, al que están comprometidos a llevar al poder.

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