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LaRouche: es una operación mortífera que amenaza con la guerra y un golpe de Estado en los Estados Unidos
por Nancy Spannaus En una serie de entrevistas de radio, empezando con una que tuvo lugar al mismo tiempo que ocurrían los devastadores ataques al Centro de Comercio Mundial y al Pentágono, el precandidato presidencial demócrata estadounidense Lyndon LaRouche se ha puesto a la vanguardia internacional en cuanto a cómo pueden los Estados Unidos y la comunidad mundial combatir el ataque del 11 de septiembre, que amenaza con llevar al mundo a una nueva guerra mundial. Frente a una situación al estilo Pearl Harbor, el mundo puede tomar uno de dos rumbos: o, como lo intenta la pandilla asesina que ejecutó la descomunal destrucción y la desestabilización de los Estados Unidos, se precipita en forma frenética y suicida a una guerra en contra del islam, o se encamina a los planes de LaRouche de reconstrucción económica que son los únicos que pueden abordar las causas de la actual crisis sistémica. LaRouche, como Franklin Delano Roosevelt, está resuelto a dar la alternativa a tirarse de cabeza en la Tercera Guerra Mundial. Como lo subrayó el precandidato demócrata desde el momento en que supo de los ataques, la primera medida esencial es no dejarse dominar por el pánico. Segundo, se deben poner en vigor ciertas medidas de seguridad discretas, sin caer en la trampa de declarar la ley marcial. Y tercero, el presidente Bush debe iniciar un proceso de cooperación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, así como con otros jefes de Estado, para hacerle frente a esta amenaza de desestabilización de un modo coordinado y efectivo. (La grabación y el texto de la entrevista de hora y media de LaRouche del 11 de septiembre se puede encontrar, en inglés, en www.larouchepub.com.) No es una operación 'terrorista'Al día siguiente, en una entrevista radiofónica con Woody Woodland, de la emisora WGIR, de Nueva Hampshire, LaRouche atacó de inmediato la que era ya la "línea" normal de la prensa estadounidense: que el "terrorista" Osama bin Laden u otros "terroristas" de los llamados "Estados forajidos", eran los culpables de los terriblea ataques al Centro de Comercio Mundial y al Pentágono. "Esta no es una operación terrorista", dijo LaRouche. "Es una operación estratégica especial clandestina, con características semejantes a la operación miliciana contra el centro de Oklahoma de hace unos años". LaRouche, que lleva años advirtiendo del peligro de semejante erupción de terror provenientes de las operaciones de los afgansi o los contras, si no se toman las medidas apropiadas, y que advirtió específicamente del ataque terrorista planeado por intereses oligárquicos angloamericanos en contra de Washington para fines de este mes, so pretexto de las reuniones del FMI y el Banco Mundial, añadió que no le sorprendió que el hecho ocurriera, aunque su naturaleza fue sorprendente. Fue "en lo principal una operación especial clandestina interna, de gente con formación en operaciones militares especiales muy refinadas", indicó. "De otro modo, no pudiera haber ocurrido". Woodland le preguntó cuál sería la meta de esa gente. LaRouche fue tajante: "Crear un efecto Pearl Harbor simulado para hacer que los Estados Unidos entren en guerra con naciones del Oriente Medio". Por lo que hace a Osama bin Laden, LaRouche y sus publicaciones han examinado sus orígenes por buen rato. LaRouche le dijo a WGIR: "A él lo crearon los servicios de inteligencia estadounidenses, británicos e israelíes, como parte de las llamadas operaciones afganas. Y todavía es instrumento controlado de esos intereses, incrustados en gran medida en la sección de operaciones clandestinas especiales. Ahora bien, por supuesto, obviamente, nuestros militares, nuestros jefes militares, no tienen nada que ver con esto. Pero hay gente que actúa por fuera, como lo vimos reflejado en el bombazo de Oklahoma, y hay gente que actúa por fuera a la que se la usa, se la puede negar..." Y reiteró: "La idea de que ésta es una operación terrorista internacional es completamente absurda, y es muy peligroso ir a buscar al adversario equivocado y pasar por alto al que sí es. La cuestión es que hay cierta gente muy poderosa entre bastidores en varios gobiernos: el gobierno británico, el gobierno de los Estados Unidos, el gobierno israelí no Sharon; yo no creo que Sharon haya tenido nada que ver con esto, que está resuelta a hacer que los Estados Unidos tomen la naturaleza del conflicto entre cierta gente de Israel y sus vecinos y usar eso para involucrar a los Estados Unidos en un conflicto geopolítico en el Oriente Medio. Y algunas de las reacciones de los tontos, incluido el Presidente de los Estados Unidos, que en verdad no sabe mucho, que fue empujado ayer en esa dirección..." ¿Preparativos de golpe?El 12 de septiembre, en una entrevista subsecuente con la emisora CFRB, de Toronto, Canadá, LaRouche detalló aún más el cuadro que venía reuniendo a partir de informes de la amplia variedad de fuentes internacionales a las que tienen acceso él, personalmente, y el semanario que dirige, EIR. Dijo que mortífero ataque que se enderezó el 11 de septiembre contra Nueva York y Washington pudiera considerarse un intento de golpe de Estado. Explicó: "En estos momentos, el sistema financiero internacional está en proceso de desintegración, y esto es lo que todo este asunto quiere decir. Hay soluciones. Pero cierta gente, antes que considerar las soluciones, prefiere emprender acciones desesperadas. Y tiene que ser gente muy poderosa para hacer algo así." "En otras palabras, puede haber una operación descontrolada, que opere dentro de países o a través de fronteras nacionales. Pero ejecutar algo así... esto no es algo que pueda ejecutar un pequeño país." "Lo que tenemos enfrente es a alguien... ejecutando jugadas estratégicas con la llamada guerra especial, con recursos para operaciones especiales, que se vale en lo principal de elementos estadounidenses, pero puede tener colaboración internacional y varios formas de creación de identidades aparentes." Empero, la movilización bélica para "cazar a bin Laden" pudiere funcionar para crear un aparato golpista en los Estados Unidos, el cual impediría que el país tome las medidas urgentes de recuperación económica indispensables para afrontar la desintegración financiera en marcha. Guerra mundialEn su entrevista con la emisora de Toronto, LaRouche argumentó que el "beneficio" de la crisis creada por los avionazos asesinos es para los geopolíticos. "Alguien que quiere una guerra en el Oriente Medio quiere que los Estados Unidos vayan al Oriente Medio y empiezen a machacar al Oriente Medio y otros lugares. Porque el efecto de hacer eso, del modo en que está programado actualnmente, sería desatar lo que Brzezinski y su amigo Huntington han propuesto como un choque geopolítico de civilizaciones." "Es decir, iniciar una reacción en cadena de violencia entre los mil millones de musulmanes del mundo, que no son siempre una fuerza unificada, sino que incluso pelean entre sí, como lo vemos en el caso del Talibán en Afganistán. Producir eso como una reacción en cadena, que haga a la generalidad de Eurasia... la hunda en un estado de caos en el que nadie inicie nada que unifique a Eurasia en la cooperación económica." "Ese parece ser el blanco. En eso es en lo que ha insistido Brzezinski. Es a lo que está dedicado. Y hay muchísima gente en los Estados Unidos y en otras partes que está de acuerdo con eso. Hay gente en Israel que está de acuerdo con eso, y algunos que no están de acuerdo." "Así que ciertos malechores como Brzezinski, que en lo personal es un orate, vienen urdiendo una pesadilla geopolítica. Se le da a orates como ése algo de poder, se les dan las riendas de organizaciones secretas, se forman grupos militares que realizan operaciones clandestinas, particularmante desde la Guerra de Vietnam, y lo que se crea con eso es la capacidad para tratar de ejecutar un golpe." La alternativaaunque el presidente Bush, hasta ahora, se ha contenido de ejecutar represalias militares, crece la presión de sectores belicosos de su gobierno y de los órganos informativos de concentrarse en el "castigo". Esto, antes de que ningún político importante, salvo LaRouche, esté dispuesto a ver la realidad de quién tiene la capacidad de ejecutar acción semejante y por qué motivo. Los demócratas del Congreso, en vez de dirigir a la población, se limitan también a repetir lemas. A todas luces, el conspicuo papel político de LaRouche es necesario para evitar que este desastre se agrave convirtiéndose en un golpe o una guerra. En verdad, ya se hace tarde.
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