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Los EU exportan ilusiones económicas
por Paul Gallagher y Marcia Baker
No siendo más el "importador de último recurso" del mundo, los Estados Unidos ahora exportan patéticas fantasías de recuperación económica, hasta lugares tan lejanos como un Japón arruinado por la depresión. Las fantasías actuales hacen recordar las necias declaraciones de los expertos en las primeras etapas de la Gran Depresión, como la de John Maynard Keynes en 1928: "Ya no tendremos más quiebras en nuestro tiempo"; y la expectativa de la Sociedad Económica de Harvard, a fines de 1929, de una "recuperación de las empresas la próxima primavera, con mejoras adicionales en el otoño". Los depositarios de tales fantasías exportadas, mejor debieran mirar dos veces la presente condición de la economía de los EU.
El comité de la campaña presidencial de Lyndon LaRouche para 2004 en los EU, publicó un informe especial en abril, La economía: al final de una ilusión, que muestra que la crisis que azotó a la economía de EU a fines de 2000, confirma el pronóstico de LaRouche de 1995, de la función típica de desplome de la "triple curva", y lo compara con concienzudos estudios de la Depresión de los 1930. LaRouche deja claro que el actual derrumbe en marcha es cualitativamente más grave que el de la Gran Depresión, por los 35 años de destrucción de la infraestructura y la industria que hemos tenido, a favor de la economía de servicio y de la "información". El informe de LaRouche apunta en particular al presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, ridiculizando su aseveración de que hay una "expansión", a la que compara con la de Drácula "prometiendole a los chupasangre una recuperación nocturna".
'Medidas desacostumbradas'
Extrañamente, la propia Reserva Federal ha aportado pruebas del pánico que esconden tras bambalinas estos estratos financieros.
Ha salido a relucir un informe que detalla las deliberaciones que sostuvieron directivos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, el 25 y 26 de enero, cuando acordaron tomar medidas de emergencia "desacostumbradas", antes de que ocurra un crac.
El Financial Times de Londres del 25 de marzo, citó a un funcionario de la Reserva que asistió a la reunión y que pidió no ser identificado, quien dijo que se está considerando "comprar acciones para apuntalar el mercado estadounidense, [y que] los funcionarios externaron el temor de que la política de recortar las tasas de interés a corto plazo pudiera no lograr `detener una recesión en los EU, ni prevenir una deflación al estilo del Japón' ".
Según los extractos de las actas de la reunión, se convino que podría ser necesario recurrir a "medidas desacostumbradas", de sufrir "la economía un deterioro sustancial en momentos en los que las tasas de interés a corto plazo ya fueran demasiado bajas". No especificaron qué tipo de medidas "desacostumbradas" de emergencia se consideraron, aparte de una posible tasa de cero interés.
El funcionario de la Reserva dijo que "la compra de acciones" es sólo una de las medidas bajo estudio. En teoría, "la Reserva podría comprar lo que sea para bombear dinero al sistema", incluso "deudas locales y estatales, bienes raíces y minas de oro; cualquier tipo de bienes".
LaRouche comentó que, "de hecho, la economía de los EU está en quiebra. Todos los expertos en posiciones claves saben que es así; virtualmente todos están oficialmente comprometidos a negar este hecho. ¿Por qué? Porque la élite no va a permitir ningún cambio de política que altere el curso actual de la economía de los EU", dijo. "Los más informados conocen los datos que prueban que el derrumbe está en marcha, pero han acordado pretender que no es así (`Mis amigos y yo tratamos con todas nuestras fuerzas de convencernos de que ya viene la recuperación'). ¿Comprarías un `traje nuevo del emperador' sucio y usado?
"Entretanto, el gobierno de los EU intenta desviar la atención de la realidad económica con la arrebatada promesa de guerras interminables por todo el mundo".
Incontrolables quiebras del gobierno
El 2 de abril, LaRouche señaló que el recién rebasado límite legal de deuda del gobierno federal de los EU, es un indicador de la quiebra que estallará en los próximos meses. Aunque fácil de manejar para el Tesoro en el plazo inmediato, el problema del límite de la deuda federal se cruza con la bancarrota presupuestaria real, y con los aún más peligrosos delirios de la opinión pública de Washington sobre una "recuperación segura", y el mito imperial de los "EU victoriosos".
El Congreso rehusó considerar la legislación necesaria para elevar el límite de endeudamiento, porque ningún legislador quiere echar a perder la fiesta de la recuperación; nadie menciona la deuda en la casa del quebrado. Se avizoran déficits presupuestales enormes y aumentos de las tasas de interés, a consecuencia de la enorme caída en la recaudación de impuestos, tema que tampoco se atreven a abordar los funcionarios electos. Las utilidades de las corporaciones de EU bajaron 109.000 millones de dólares en 2001, o sea 12,5%. Una reciente sondeo que hizo una agrupación empresarial entre 300 ejecutivos de los EU, encontró que 53% de ellos piensan recortar aún más los desembolsos de capital, y 56% esperan recortar más su fuerza laboral, o no aumentarla. Las exportaciones e importaciones se redujeron más del 10% en el año. En breve, no hay aumentos de capital que gravar.
Los gobiernos estatales están sufriendo en carne viva la caída de las recaudaciones, que ya aproxima un pasmoso 20% del total de los presupuestos fiscales para 2002 en algunos de los estados más grandes. El mismo proceso se está comiendo el presupuesto federal, aunque ni el Congreso ni los órganos de difusión lo mencionen.
Encima, ha habido un gran incremento en los gastos militares y de "defensa del suelo patrio", que aumentaron por 80.000 millones de dólares o más desde el 11 de septiembre. Esto, señala LaRouche, es la extraviada parodia del presidente Bush de un "plan de recuperación en tiempos de guerra". Aunado a tasas de interés de prácticamente cero, esto explica el aumento en las hipotecas y otras actividades económicas relacionadas de consumo. Es decir, esta es la nueva burbuja de la deuda creada desde el 11 de septiembre.
La 'recuperación de guerra' no funciona
El timo de la "recuperación por el gasto de guerra" del gobierno de Bush no funciona, porque los contratos de defensa no están financiando ningún avance tecnológico en la economía, ni al sector de máquinas herramienta. No se está construyendo infraestructura nueva, a diferencia de los verdaderos "proyectos intensivos" de defensa y aeronáutica, como el Proyecto Manhattan o los programas de la NASA en los 1960.
De hecho, la combinación Greenspan-Bush, de tasas de interés de prácticamente cero, y la "explosión" de 80.000 millones de dólares o más en el gasto de defensa, se asemeja a uno de los recientes "paquetes de estímulo" del gobierno del Japón, ninguno de los cuales ha tenido ningún efecto sobre su enorme cartera vencida. Y lo mismo pasará con la economía de los EU, cuyo problema fundamental es también una deuda impagable.
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En cuanto al muy cacareado "crecimiento" en otros sectores, fuera de la burbuja de los bienes raíces, no hay tal. El Departamento de Comercio informó el 2 de abril, después de toda la ficción de la "no recesión", que los nuevos pedidos de bienes manufacturados para 2002, fueron 5% inferiores que el deprimido primer trimestre de 2001; los pedidos de febrero cayeron ligeramente en comparación con enero; y los embarques de bienes manufacturados en enero-febrero de 2002, estuvieron 6,1% por debajo del nivel del año pasado. Esto ocurrió a pesar de un aumento enorme, de 78%, de los pedidos de pertrechos militares en febrero, en comparación con el mes anterior.
Días antes, el Departamento del Trabajo informaba que el número de trabajadores estadounidenses que buscan calificar para los beneficios por desempleo subía de nuevo, llegando a 394.000 en la última semana de marzo, y a un promedio semanal en el mes de 383.500. También se elevaba el número total de trabajadores que reciben beneficios por desempleo. Las empresas estuvieron "renuentes a contratar nuevos obreros a pesar de la recuperación", informó Standard and Poor.Üec
La milagrosa recuperación de 2002