El Partido Demócrata está frito si excluye a LaRouche

El precandidato presidencial demócrata Lyndon LaRouche dijo el 12 de diciembre de 2003 en la ciudad de Washington, en una conferencia que se difundió al mundo entero por internet, que “nos encontramos al borde del derrumbe financiero más grande que cualquiera de ustedes haya visto, y viene pronto”. Y sentenció que, “desafortunandamente, ninguno de los candidatos que me adversan, ninguno de mis llamados rivales está dispuesto a siquiera hablar del asunto. Lo cierto es que no lo han tocado en ninguno de sus llamados debates, que en realidad no son debates. Debo decir que son más espectáculos de payasos que debates”. Más adelante, en respuesta a una pregunta, LaRouche habló en detalle de las consecuencias que habrá si el Comité Nacional Demócrata sigue tratando de marginarlo.

“La realidad va a golpear. Cualquier parte del Partido Demócrata que no acepte la realidad está condenanda. No por mis manos, sino por las suyas propias”, dijo LaRouche, dejando en claro que, disgústele a quien le disguste, los Estados Unidos están fritos sin su liderato y conducción. “Miren, en términos de lo que cuenta, no caudales de dinero, pero en términos de las contribuciones y apoyo de ciudadanos individuales, es decir, en la calle, yo ocupo ahora mismo el segundo lugar entre todos los candidatos demócratas”, señaló, refutando a los necios que repiten la consabida cantaleta de “pero es que LaRouche no puede ganar”.

LaRouche continuó: “Yo también represento, desde la perspectiva del Partido Demócrata, nada menos que el restablecimiento del método empleado por Franklin Roosevelt ante una crisis similar. Eso es lo que se supone que sea el Partido Demócrata. Eso es lo que la mayoría cree que más o menos representa el Partido Demócrata, pese a la denominada “estrategia suburbana” que realmente es una estrategia de aguas servidas. Suburbana es una forma delicada de decir servida.

“Así que, ¿qué le pasará entonces al Partido Demócrata si sigue excluyéndome? Se muere. Porque no hay nadie si yo no contiendo como un candidato reconocido por el partido, por la maquinaria del partido, entonces ninguno de los candidatos saldrá airoso.”

“Eso fue lo que señaló esta encuesta extraña: de los candidatos que contienden, los que son reconocidos de nombre por el Partido Demócrata, todos y cada uno serían derrotados por Bush, pero un candidato desconocido derrotaría a Bush.”

“Eso es lo que significa. Si ellos no votan por mí, o no me incluyen en el proceso, entonces están fritos”, y el mundo también, de no volver a sus cabales.

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