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¿Prevalecerán los planes de Londres para la elección en México? por Gretchen Small A sólo cuatro meses de la elección presidencial en México, quién se desplegaría a esa contienda sino el aliado del vicepresidente estadounidense Dick Cheney, el caballero antimusulmán y ex primer ministro de España, José María Aznar. Si bien hace ya más de un año que los españoles botaron a Aznar con todo y su cruzada, he ahí que se aparece el 21 de febrero en las oficinas nacionales del Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México, para instar a los mexicanos a unirse a la guerra global de Cheney y a elegir como presidente a "mi viejo amigo" Felipe Calderón el 2 de julio, "por el bien de este país". La campaña de Aznar a favor del PAN no es ninguna sorpresa, pues ambos comparten las mismas raíces históricas. El Partido Popular (PP) de Aznar se fundó para representar el legado del generalísimo Francisco Franco en la era posfranquista, en tanto que el PAN surgió del movimiento sinarquista mexicano pro Hitler y Franco de los 1920 y 1930. Aznar se la ha llevado de trotamundos prometiendo que un día de estos llevará de nuevo al sinarquismo al poder en España, y a últimas fechas le ha asegurado a sus patrocinadores de Washington que también puede reconquistar a Iberoamérica. Dos semanas antes de que el PAN lo acogiera en México, en una entrevista que le concedió el 12 de febrero al diario chileno El Mercurio, Aznar hizo un llamado a sus "buenos amigos" en la región a unírsele en una cruzada continental para aplastar una supuesta "marea populista" que amenaza a la región. Aznar señaló a Venezuela, Cuba, Bolivia y "tal vez" Argentina como sus blancos inmediatos, y también atacó al Gobierno entrante de Bachelet en Chile. Aznar puso manos a la obra en las oficinas del PAN. Tenemos que defender la "democracia liberal" garantizando la riqueza, los mercados y la propiedad privada sobre todas las cosas, le dijo a sus copensadores panistas. Exigió que México y el resto de América se unan a la guerra de Chenney contra el "terrorismo islámico", diciéndole a sus anfitriones panistas que "Iberoamérica no puede estar al margen de esta lucha por la democracia, la libertad y la civilización". ¿Se quebrará al México histórico? Los dirigentes del PAN recibieron con entusiasmo el apoyo de este español cheneyiaco. Sin embargo, la Constitución mexicana prohíbe expresamente cualquier intervención extranjera en los asuntos nacionales, ya que le corresponde a los mexicanos resolverlos. Líderes de los dos principales partidos de oposición, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), demandaron que se hiciera valer la Constitución. El 22 de febrero la comisión de coordinación política de la Cámara de Diputados aprobó una resolución que exige la expulsión de Aznar del país por violar la Constitución. Dirigentes panistas protestaron que, en esta era de la globalización, tales prohibiciones son anacrónicas, pero el Gobierno panista optó finalmente por acallar lo que se había convertido en un clamor nacional, enviándole a Aznar y sus anfitriones del PAN una carta citando la Constitución. Para frustración de los aspirantes a colonizadores modernos de México, la historia aún no se ha olvidado del todo. México ya no es más una colonia española, y no será reconquistada "con espejitos y collares", dijo el senador perredista César Raúl Ojeda Zubieta, hablando de la visita de Aznar y la primer conquista española en el siglo 16. Esta acogida que el PAN le dio a Aznar nos recuerda que este partido aún conserva la mentalidad de sus predecesores del siglo 19, "quienes ofrecieron el trono a Maximiliano" en los 1860, advirtió el vocero del PRI Eduardo Andrade. Esa intentona francohispanobritánica por restablecer el régimen Hasburgo en el México republicano, fue derrotada militarmente por el presidente Benito Juárez, con la ayuda del presidente estadounidense Abraham Lincoln, y terminó con la ejecución del aspirante a Emperador de México en el cerro de las Campanas en 1867. A pesar de la creciente debilidad política de México en los últimos 25 años, es el férrreo compromiso histórico del país a su derecho a la independencia y el desarrollo soberanos lo que los financieros sinarquistas internacionales aún no han podido aplastar. Por consiguiente, el plan de Londres y Wall Street para esta elección presidencial no es tan simple como poner todos sus huevos en la canasta de los amigos de Aznar. Ésa fue la estrategia en las última elección hace seis años, cuando los financieros le echaron todo el hombro al vendedor de Coca Cola Vicente Fox y al PAN como la fuerza que impondría las políticas de los banqueros. Seis años y unas cuantas "reformas estructurales" después, esa estrategia demostró ser insuficiente. Los financieros: desháganse del sistema presidencial El objetivo de los financieros este año no es elegir o cerrarle el paso a este o aquel candidato, sino dirigir el proceso electoral mismo para, de esa manera, fabricar un resultado que por fin sepulte a las instituciones y la cultura de la independencia mexicana. Para esto, pretenden remplazar el sistema presidencial mexicano basado en el estadounidense con un sistema parlamentario estilo angloholandés, de modo que puedan derrocar y cambiar gobiernos en México a placer. Dos lacayos financieros que en los últimos años han encabezado la campaña para tirar a la basura el sistema presidencial, son el ex secretario de Relaciones Exteriores de Fox, Jorge Castañeda, y Manuel Camacho Solís, propiedad de George Soros y uno de los principales asesores del candidato presidencial del PRD Andrés Manuel López Obrador. Castañeda y Camacho admiten sin empacho que el objetivo de esta reforma es quebrar la resistncia de México a una toma absoluta por parte de los financieros. La revista Economist de la City de Londres fue el instrumento de la estrategia para esto, en su edición del 25 de febrero. Afirmando que en lo que toca a política no hay mucha diferencia entre Calderón, Roberto Madrazo y López Obrador, candidatos del PAN, el PRI y el PRD, respectivamente, el Economist propone la formación de un gobierno de coalición después de la elección, que de lugar al necesario "cambio en la marea de la política mexicana"' que habían esperado que ocurriera con la elección de Fox. Las "reformas estructurales" son urgentemente necesarias, en particular en lo que respecta a (la privatización de la) energía y pensiones, y al sistema fiscal (el Fondo Monetario Internacional está presionando para que se regrese a la tercerización tributaria, exigiendo que una agencia "independiente" recaude los impuestos). El Economist sugiere que, "de formarse una coalición, podría ser posible que el siguiente presidente, sea el señor Calderón o el señor López Obrador, pudiera hacer que el Congreso aprobara semejantes cambios". No es demasiado tarde para evitar que amañen la elección Los financieros internacionales seguido amañan una elección nacional decisiva de algún país que tengan en la mira, al controlar las alternativas que se ofrecen. Sin embargo, tales artimañas sólo pueden funcionar si el electorado actúa como si su única alternativa fuera escoger obedientemente entre los candidatos presentados, y permitir que las campañas procedan como están definidas. Bien conocido en México por su pródigo apoyo a la soberanía nacional de esa nación, al estadista norteamericano Lyndon LaRouche lo han presionado con insistencia para que declare a qué candidato mexicano cree que debe apoyarse. El 17 de febrero LaRouche respondió a una pregunta en ese sentido, con la sugerencia de ver el proceso electoral de otra manera: "Yo tengo un enfoque diferente. En primer lugar, tiendo a ser más un creador de presidentes potenciales que un seguidor de ningún candidato presidencial. Mi deber en tanto estadista con cierta experiencia de una pertinencia inusitada, es informarles en qué tienen que convertirse, y dejarlos decidir por sí mismos para que se muestren comprometidos con una misión de principio de la calidad que su nación necesita, su lugar en el orden de las cosas en ese momento, y con esa alternativa de un futuro mejor. Para parafrasear a un estadounidense del pasado, Eugene Debs: preferiría apoyar a un candidato presidencial que ha elegido una misión que lo vuelve apto para su época y lugar en la historia, que uno que no es apto, sino sólo más propenso a salir elegido. "En México necesitamos un candidato que tenga la visión correcta del futuro, y el compromiso intelectual y moral con esa misión de principio. Ayuda a las buenas personalidades políticas a desarrollar y demostrar que tienen esas cualidades. Dale ese beneficio a tantos como sean aptos para recibir semejante aliciente y, así, procura asegurar el beneficio de la república, gane quien gane". Regresemos ahora a la perspectiva de la City de Londres, como la plantea el Economist. La premisa de los planes de esa publicación es que las campañas del PRD y del PRI continúen como hasta ahora. En el caso del PRD, el Economist deja claro que Londres considera clave a Camacho Solís para asegurar que el PRD se apegue al "consenso" político. El Economist encabeza su análisis sobre la elección celebrando "el hundimiento" del PRI, mismo que deja claro no desea que participe en el gobierno de coalición que prevé. La clave para controlar al PRI, desde la óptica de los financieros de Londres, es hacerlo trizas por completo. A pesar de la corrupción y las muchas capitulaciones del PRI, no han podido eliminar la base nacionalista que, desde dentro de este partido, gobernó al país durante 72 años, y que sigue siendo una fuerza formidable en la política nacional. El candidato presidencial del PRI Roberto Madrazo, un hombre de una maquinaria corrupta a quien impuso como candidato el ex presidente Carlos Salinas uno de los hombres más odiados en la historia de México porque vendió al país al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), está haciendo exactamente lo que quieren los financieros: hundir al partido pugnando por el libre comercio. ¿Qué pasaría si...? ¿Qué pasaría con la campaña electoral en general si, aun a estas alturas, los nacionalistas dentro del PRI se revelaran y derrocaran su candidatura? El senador Manuel Bartlett, quien encabezó con éxito la oposición del Congreso a la privatización energética durante el Gobierno de Fox, informó el 3 de febrero que la idea de botar a Madrazo se ha convertido en la comidilla del Congreso. Madrazo es "el peor de los candidatos", porque impulsa "las viejas doctrinas neoliberales que han fracasado en toda América Latina", afirmó Bartlett. La pelea es encarnizada. El 28 de febrero renunció Andrade, el vocero del PRI, dando a conocer una cáustica carta abierta en la que ataca las políticas de libre comercio que abraza Madrazo. Andrade advirtió que la ambición pura por el poder se impone sobre cualquier interés real de que mejore la sociedad, la cual está desintegrándose a un ritmo acelerado. Los políticos recurren hoy a las encuestas ahora para decidir su política, "como si no pudieran pensarlas por sí mismos. El verdadero político no es el que le dice a la gente lo que ésta respondió previamente en las encuestas, sino el que defiende un principio en el que cree e incide en el pensamiento de la gente".
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