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Kirchner pide en la ONU una nueva 'arquitectura financiera' Nueva York (EIRNS)A continuación reproducimos extractos del discurso que dio el presidente argentino Néstor Kirchner el 21 de septiembre de 2006, ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York. En su discurso, el presidente Kirchner insistió que el Fondo Monetario Internacional e instituciones afines habían fracasado en fomentar el desarrollo y, "en muchos casos, en función de sus condicionalidades, han actuado en sentido contrario, obstaculizando el desarrollo". Señaló que lo que ahora se requiere es "la reforma de la arquitectura financiera internacional" y nuevos instrumentos financieros, para garantizar el desarrollo de todas las naciones. Kirchner tambén condenó la dizque guerra del Gobierno de Bush contra el terrorismo, al insistir que debía respetarse el Derecho humanitario internacional, y que el desarrollo económico de las naciones pobres del mundo es un arma mucho más eficaz para combatir el terrorismno que el uso unilateral de la fuerza bruta. Se añadieron los subtítulos.
Sólo se obtendrán avances firmes en esa pelea si se enmarca en el respeto a las leyes locales y las normas y convenciones internacionales, sin que complicación alguna excuse de combatir al terrorismo con la ilegalidad... La paz se construye y preserva entendiendo el verdadero concepto de la solidaridad entre las naciones, desde una dimensión más amplia que lo puramente militar o lo predominantemente unilateral. Las naciones grandes y las pequeñas, las ricas y las pobres, quedarán expuestas a una fuerte vulnerabilidad si no se comprende que la acción contra el terrorismo requiere una acción multilateral, inteligente, sostenida en el tiempo y fuertemente basada en la legitimidad, el respeto a los derechos esenciales, la proporcionalidad en la respuesta y el respaldo de la opinión pública internacional... El mundo se acercará a la paz en la medida en que promueva la igualdad y se luche por erradicar la pobreza y la exclusión. Esto es válido para el sistema global como al interior de cada país. La Argentina apoya la construcción de sociedades más justas, más equitativas y con un mejor sistema de distribución de los beneficios del crecimiento económico. Creemos también que cada país tiene el derecho a buscar su propio modelo de desarrollo sin condicionamientos externos. No sólo aspiramos a generar un desarrollo sostenido, también deseamos que éste alcance a todos. Debe haber un crecimiento armónico traducido en una equilibrada distribución del ingreso, porque sabemos que no sirve un desarrollo de unos pocos, sino el desarrollo de un país en su conjunto... La situación económica de la República [argentina] es bien distinta de la del momento del inicio de nuestra gestión... Crecimiento ininterrumpido a altas tasas ubicadas entre el 8 y el 9%; participación creciente de la inversión en el PIB; tasas de ahorro local récord; resurrección de la industria local; superávit fiscal en niveles históricos; expansión franca de nuestras ventas industriales al mundo; reducción sistemática de la deuda pública local y externa; acumulación preventiva de reservas; menor exposición externa; fuerte disminución de la desocupación, fortalecimiento de los ingresos de los asalariados y jubilados, importante caída de la pobreza y la indigencia... 'El mundo ha cambiado' Forzoso es destacar que estos logros no han sido acompañados por el Fondo Monetario Internacional, el que nos ha negado cualquier ayuda y, debemos decirlo, en muchos casos los hemos obtenido desoyendo, cuando no contradiciendo, sus recomendaciones y condicionalidades. Existe suficiente constatación empírica en cuanto a que los aportes de los organismos financieros internacionales a la promoción del desarrollo de los países menos adelantados no ha tenido éxito, y en muchos casos, en función de sus condicionalidades, han actuado en sentido contrario, obstaculizando el desarrollo. El mundo ha cambiado, y esos organismos no. Insisten en poner en riesgo los avances con su intervención equivocada. Por eso apoyamos, junto a la mayoría de los países, la reforma de la arquitectura financiera internacional, de manera que resulte ser funcional al progreso de las naciones de menores recursos. Al constatar la poca disposición de los organismos financieros internacionales para producir un cambio real de las políticas que implementan, entendemos necesario acordar ese cambio y considerar la creación de nuevos instrumentos financieros internacionales que permitan solventar proyectos de desarrollo destinados a combatir la pobreza y el hambre en el mundo, y a generar verdaderas opciones de progreso... No a la fuerza unilateral para alcanzar la paz Ratificamos aquí nuestra voluntad de lograr un desarrollo nuclear pacífico, sujeto a la verificación de los organismos internacionales... El compromiso de Argentina con el desarme y la no proliferación de armas nucleares, nuestra adhesión al tratado de No Proliferación y nuestra larga práctica en la materia es por todos conocido... Para concluir, queremos expresar nuestra convicción respecto de la existencia de perspectivas para una cooperación internacional que logre hacer avanzar al mundo hacia la paz. La existencia de tensiones y dificultades que atraviesa la humanidad no debe impedirnos ver cuándo comienza a retroceder la idea autoritaria de que la acumulación de poder militar puede asegurar arreglos unilaterales a los conflictos y a las amenazas. Esa falsa ilusión sólo ha llevado a gigantescos fracasos y provoca graves sufrimientos. Con sus limitaciones, es la solución multilateral, son los trabajosos procesos de negociación, el mejor camino, la mejor alternativa. En ese contexto, las Naciones Unidas tienen un papel y un rol fundamental que cumplir para un mejor entendimiento entre las naciones, para asegurar un mundo seguro, pacífico y más justo en los años por venir.
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