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Documentación: LaRouche en la televisión EU y México pueden resolver la crisis juntos Transcribimos la entrevista que le hiciera a Lyndon H. LaRouche el arquitecto Héctor Benavides para su muy sintonizado programa Cambios, que se transmitió por televisión desde Monterrey, México, el 9 de abril, y que también se difundió al mundo entero por internet a través de www.multimedios.tv. Los últimos ocho minutos de esa entrevista, en los que se habló, entre otras cosas, de cuál de los tres principales candidatos a la Presidencia de México cuenta con más apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, se difundieron el mismo día en que se grabó la entrevista, el 29 de marzo. La transcripción ha sido ligeramente revisada. Benavides: Bienvenido, señor LaRouche. Señor Dennis Small, muy amable: muchas gracias por el trabajo de traducción que ha ofrecido hacer para míster LaRouche. A menos de cien días de la elección del Presidente de México, ¿cómo observa usted al país? LaRouche: Yo no veo tanto la situación de los candidatos como la situación general global, que la conozco bastante bien. Anteriormente, cuando estaba más asociado yo con el PRI, tenía un conocimiento desde adentro de los candidatos. Ahora no tengo conocimiento desde adentro de los candidatos, pero sí conozco la situación mundial que enfrenta México en estos momentos. Porque hay que ver la situación internacional: el sistema financiero internacional, el período post–Alan Greenspan, está pasando por un proceso de desintegración. Este proceso es inevitable. La inflación fue algo increíble. Los que siguieron a Greenspan se han dado cuenta que tienen que permitir que caiga el sistema. Pero los grupos financieros no tienen interés alguno en los pueblos o las naciones. Por ejemplo, vea la situación de Sudamérica: hay un presidente muy interesante en Argentina, el presidente Kirchner. Yo lo he seguido de cerca; creo que es bueno. Yo conozco algo de Argentina, los buenos y los malos. La asociación que existe entre el nuevo Gobierno de Chile y Argentina es muy importante. Es muy importante para México, aunque indirectamente. La pregunta aquí es si nosotros en el Hemisferio Occidental podemos abordar el problema de la crisis, la mayor crisis de la historia moderna, en que naciones enteras pueden desaparecer. Por lo tanto, lo que me preocupa es que tenemos que regresar a una forma de lo que antiguamente era el Fondo Monetario, el sistema Bretton Woods. El hecho es que la mayoría de los bancos, la mayoría de los sistemas financieros que hoy están dictándole a otros países, esos mismos sistemas están en quiebra. Probablemente no hay ni un banco principal en las Américas o en Europa Central u Occidental que no esté en bancarrota. Todo el sistema estadounidense está en bancarrota, sin solución. La única solución es acudir a los gobiernos, y es la única solución en cualquier parte del mundo. Los financieros privados no pueden resolver el problema. Sólo los gobiernos lo pueden hacer. Regresando a los métodos de Franklin Delano Roosevelt, pueden abordar y resolver esta crisis.
Luego, mi política respecto a México es sobre lo que deberían ser las políticas, no solamente dentro de México, sino especialmente de manera transfronteriza entre los Estados Unidos y México. Ésa es mi gran preocupación. Benavides: Visto a lo que ha sucedido en Brasil, Argentina, Chile, Bolivia, se habla de una avance de la izquierda en América. En el supuesto de que haya un avance a través de la elección de López Obrador en México, ¿qué sucedería, de acuerdo a su experiencia? LaRouche: Yo lo veo de dos maneras. Primero, hay que ver las oportunidades de México con respecto a estos países de Iberoamérica. Es que las oportunidades surgen del sur, no de México como tal. Sin embargo, para que funcione cualquier recuperación económica, a México hay que movilizarlo para que juegue un papel principal. Si uno entiende a Iberoamérica, México tiene una importancia muy especial para todo el Hemisferio. No ha estado jugando ese papel recientemente, no desde 1982. Pero el papel que pudo tener México antes del 82 es un papel que México tiene que jugar políticamente en la comunidad de naciones al sur, ahora. Tenemos ciertos problemas en el Hemisferio. Argentina tiene un carácter, una personalidad fuerte, especialmente desde que el presidente Néstor Kirchner ha resuelto algunos de los problemas. Chile, al entrar en esto, quiere decir que no se desestabiliza el Cono Sur. Creo que se puede estabilizar a Bolivia. Chávez es Chávez; pero no podemos dictar las condiciones en una nación soberana. Sí podemos dictar las condiciones de cooperación entre naciones soberanas, y yo creo que Chávez, hasta la fecha, ha estado dispuesto a cooperar, y esto me parece positivo. Pero México tiene una personalidad histórica muy fuerte, y si se puede movilizar eso, México se puede volver en un actor poderoso en la reorganización continental. Benavides: ¿Cómo movilizar a México? Usted en dos ocasiones ha dicho esto. LaRouche: Esto lo abordé, lo discutí con [el entonces Presidente de México, José] López Portillo, como usted sabe, en la primavera de 1982, en medio de la guerra de las Malvinas. Me pidió a mí qué le recomendaba. Preguntó: “¿Qué me van a hacer? ¿Qué le van a hacer a México?” Le dije: “Van a tratar de destruir a México para septiembre”. Él dijo: “¿Qué hacemos?” Entonces, escribí un libro que se llama Operación Juárez, el cual todavía sigue siendo válido, pienso yo, en cuanto a la orientación política para hoy en día. En la crisis de agosto de 1982, cuando golpeó, él actuó correctamente, pero todo le iba en contra. Aplastaron a México. Y las instituciones quedaron aplastadas. Mi punto de vista es, siendo ya grande yo, y teniendo raíces que se remontan a centenares de años atrás, yo sé que ciertos valores no desaparecen así nada más. Lo que se necesita es un liderato en México que va a sacar a la superficie de nuevo los valores más profundos, que es esencialmente la imagen patriótica. Benavides: Este liderazgo, ¿lo observa usted en Felipe Calderón [candidato del PAN], de Roberto Madrazo [el del PRI], o en López Obrador [el del PRD]? LaRouche: Yo no veo que ninguno de los candidatos sea particularmente fuerte. El problema es que los Estados Unidos y los europeos no le permiten a México tener un candidato fuerte. Destruirían a cualquier candidato que ellos pensaran que fuera verdadero patriota. Y, por lo tanto, el candidato será débil. Sin embargo, con lo que tenemos a mano en el Hemisferio, y con ciertas fuerzas en Europa y en otros lugares, podemos tomar hasta un presidente débil y, si se le enaltece con un movimiento, un movimiento patriótico, él responderá a esto. Muchas veces en la historia, un presidente débil actuará de manera fuerte, porque tiene una base popular y buenos asesores. Así es que mi preocupación es darle a quienquiera que sea el Presidente de México la mejor asesoría de que dispongo. Benavides: Este liderazgo de que usted habla, ¿quién de los tres es menos débil? LaRouche: No estoy seguro. López Obrador ha mostrado cierta fuerza. Pero no sé. Yo conozco las presiones que le están cayendo encima, las condiciones. “¿Quieres ser presidente? ¿Quieres que se te asesine o quieres ser presidente?” Y éstas son las cosas que vienen del Norte. Yo conozco a estos tipos. Sé como son. A mi modo de ver nos corresponde a nosotros en los Estados Unidos, especialmente a los círculos que yo estoy juntando dentro del Partido Demócrata, actuar de cierta manera en una crisis para que México pueda ejercer sus poderes soberanos de manera soberana. Por lo tanto, creo que me corresponde a mí, porque en los últimos dos años he logrado una posición más significativa dentro del Partido Demócrata y otras instituciones, y también estoy en proceso de destruir a un par de personajes poderosos, incluyendo a Félix Rohatyn, George Shultz y gente de este tipo. Actualmente los estoy destruyendo en lo político, porque hay que destruirlos si es que vamos a retomar control de nuestro país. Por lo tanto, si puedo hacer lo que hice en 2005 con el Partido Demócrata, lo que hicimos en derrotar al presidente Bush en quitarle las pensiones a los ciudadanos, si puedo de nuevo lograr este tipo de posición, puedo hacer algo para conformar la política con respecto a México. Benavides: Usted formó un comité de acción política dentro del Partido Demócrata, y especialmente en California. . . LaRouche: No, más que eso. California es nuestra organización de jóvenes más grande, y los jóvenes que hace seis años se juntaron conmigo, ahora son figuras de cierta importancia dentro del Partido Demócrata en California. Pero, esencialmente, estoy más o menos integrado con las instituciones en Washington, y tengo ciertas relaciones a veces fuertes, a veces débiles con los líderes del partido. En general se me identifica como una persona cercana al presidente Clinton, y me odia bastante el vicepresidente Cheney. Benavides: Estos jóvenes de California, ¿qué posición tienen en relación a las marchas de los hispanos que hemos visto recientemente en los Estados Unidos? LaRouche: Pues ellos forman parte de esto. Nuestra función dentro del Partido Demócrata, y la base del Partido Demócrata, es básicamente con la base, no con los altos niveles. Nosotros funcionamos con ciertos líderes del Partido Demócrata, y estamos muy involucrados en esto. Respaldamos esto. Esta cosa no debe ocurrir. Por lo tanto, estamos comprometidos. No es un asunto social, es una cuestión de una política nacional. Este tipo de ley mala nunca debe ocurrir. Mire a la frontera. México fue destruido. La gente, por lo tanto, viaja al norte, ya sea como ilegal o de otra manera, para sobrevivir. Llega a los Estados Unidos; hace trabajo semiesclavo, los trabajos de poca paga. ¿Qué pasa si esos empleos se desploman, como va a ocurrir? ¿Qué se hace? ¿Se les regresa a México? ¿Qué se causa en las provincias norteñas de México? ¡Se crea una crisis! Se crea una situación verdaderamente mortífera. Eso no lo queremos. Debemos regresar a los tipos de temas de los que hablábamos hace años. Podemos organizar la relación de la migración hacia los Estados Unidos de una manera justa, para proteger al individuo que emigra a través de acuerdos consulares. Pero no debemos tener esto. Por lo tanto, un asunto como éste es algo muy serio para nosotros. Benavides: ¿Qué pudiera impedir que se construyera este muro de más de mil kilómetros? LaRouche: Eso es lo que estamos tratando de hacer. Mire, es lo mismo que la pelea en contra de Cheney. De lo que tiene que darse cuenta es lo que representa Cheney, lo que representa Félix Rohatyn, lo que representa George Shultz. Ellos representan una operación al estilo nazi dentro de los Estados Unidos. Si estas personas tienen éxito, tendremos una potencia nazi en los Estados Unidos, al norte de México. Entonces, la cuestión no es nada más ésta; es que hay que pararlos a ellos. Es la misma mentalidad que está detrás de la guerra contra Iraq. Los Estados Unidos habían ganado la guerra de Iraq, porque el gobierno se había rendido, y el general Garner estaba dispuesto a colaborar con ellos. Pero Halliburton quería dinero, entonces relanzaron la guerra, despidiendo a Garner. Y ahora se le pagaron algo como 11 mil millones de dólares a Halliburton y otras compañías. ¡Ésta es una guerra de ejércitos privados! Está al borde del caos. Esta guerra de Iraq está por desintegrarse. Si quiere ver lo que son los nazis, vea nada más el caso de Cheney y la gente a la que encubre. Si no los paramos a ellos dentro de los Estados Unidos, aquí va a ser un infierno en México. Benavides: ¿Cuál ha sido el papel de los medios de comunicación electrónicos e impresos en toda esta situación que se vive? Parece que hay descontento en las familias de los soldados que se están muriendo en una guerra que no tiene fin. LaRouche: Existe una generación, que fue la generación de los sesentiocheros. Y esta generación no tiene la profundidad de carácter, la personalidad de la generación anterior. La generación anterior nunca hubiera tolerado esto. Lo que pasa es que la prensa es más corrupta que nunca. Algunos de los medios están respondiendo, pero por razones oportunistas. Hay ciertas partes del establishment estadounidense que han respondido porque se oponen al fascismo, como el caso del New York Times. Otras partes importantes de los medios están a favor del fascismo, de hecho. No usan esvásticas todavía, pero tienen esa mentalidad. Ése es nuestro problema. Estamos en un momento, sin embargo, que hay que entender que la situación de Iraq para los Estados Unidos hoy en día es mucho peor que Vietnam. ¡Es mucho peor! Es una situación absolutamente desesperada. Algunos de nosotros estamos negociando internacionalmente para que los Estados Unidos se retiren por acuerdo con Irán. Mientras que Cheney quiere una guerra con Irán, sabemos que necesitamos un acuerdo con Irán para estabilizar la situación en esa parte del mundo. Benavides: Regresando a la relación México–Estados Unidos. Se dice en algunos sectores que el Gobierno del presidente [mexicano Vicente] Fox ha hecho errores muy serios en materia de la relación con los Estados Unidos. ¿Cuál es su opinión? LaRouche: ¡Sí, errores terribles, económicos y otros! Tiene que reconocer que la gente de origen hispanohablante es la minoría más grande que existe en los Estados Unidos. Ésta es potencialmente una fuerza política muy poderosa. Pero esta fuerza ha sido enajenada por el actual gobierno. Si el Partido Demócrata regresa a sus propias raíces, estos grupos, que se están excluyendo, que ahora se les mete a categorías especiales. . . No se sienten ciudadanos. No creen que tienen derechos. Se quejan, protestan, preguntan, pero no se consideran como gente con derechos. Deme ciudadanos, a una mayoría de ciudadanos estadounidenses que crea que tiene derechos, y estos problemas se resuelven de la noche a la mañana. Es una de las cosas que estoy abordando aquí, durante mi visita, de las cosas que hay que hacer. Si decidimos que vamos a cooperar entre nuestros países, podemos producir lo que podrían parecer milagros. Pero tenemos que encontrar una solución política que nos permita cooperar. Benavides: Hablamos de, ¿cuántos millones de mexicanos que se encuentran en esta situación? ¿De cuántos millones de hispanos? LaRouche: No conozco los números exactos, pero el número oficial excede al número de estadounidenses de ascendencia afroamericana. Es la minoría más grande en los Estados Unidos, y la mayoría tiene cierta conexión o antecedente cultural hispano. Y el mexicano es el más grande de estos grupos hispanos, y que tiene las raíces más profundas. Si esta gente se convence que tiene el derecho a ejercer liderato real, puede ser un factor decisivo en las próximas elecciones de noviembre. Benavides: ¿Cuáles son los escenarios que usted considera para las elecciones de julio próximo en México? ¿Qué sucedería en el supuesto de que algunos de estos tres candidatos gana la elección? ¿Qué sucedería con cada uno de ellos? ¿Qué pasaría con México y en su relación con los Estados Unidos? Y con esta pregunta termino. Calderón, por ejemplo. LaRouche: Creo que el caso de todos es lo mismo. Porque creo que todos son candidatos débiles. Cada uno podrá tener puntos fuertes como contendiente, pero para propósitos de gobernar están bregando con la comunidad financiera internacional; están bregando con los Estados Unidos. Con relación a esas fuerzas van a ser débiles. Por lo tanto, no van a hacer nada fuerte. Sin embargo, mi manera de abordarlo es diferente. Yo quiero darles la oportunidad de volverse fuertes. Hay dos problemas decisivos. Primero, el mundo va camino a la energía nuclear, y ésa es la única manera de resolver el problema de agua en México, en el norte de México. Ésa no es una opción solamente para México. Si uno mira alrededor del mundo, ¡ve que las campañas antinucleares ya se acabaron! Y no es nada más por el precio de petróleo, pero por razones tecnológicas que van más allá. Tenemos que pasar a fuentes de energía de alta temperatura. Esto es en todo el mundo.[FIGURE 44] Por lo tanto, si México se encuentra en una situación en que el Presidente de México ve que ésa es la tendencia, entonces van a ir en esa dirección. En los planes de México, existe el plan para construir 20 nucleoeléctricas. México necesita esas nucleoeléctricas. México necesita construir ciudades nuevas, si no no podrá atender el problema de la población. La agricultura tiene que restaurarse, y sin agua esto no va a funcionar. Y no podemos obtener suficiente agua sin desalación. Simplemente no hay agua suficiente. Estamos consumiendo el agua fósil. Hay cierta agua en México que puede venir hacia el norte, del sur, por la costa, en parte atravesar las montañas. Eso ayudaría. Pero, a largo plazo se necesita energía nuclear. Por lo tanto, se tiene que desarrollar la superficie de la tierra, la agricultura, la industria, centros urbanos. Es del interés de los Estados Unidos que eso ocurra a la larga. Es del interés inmediato de México que eso ocurra. Si México tiene una orientación en esa dirección, creo que el proceso político en México puede resolver ese problema, sea quien sea el presidente. Hablando de un presidente serio, por supuesto. Benavides: ¿Ha escuchado usted algo de lo que exponen los programas de esos tres candidatos? LaRouche: Yo he escuchado algo, pero no creo nada de eso. Yo sé que hay ciertas cosas tras bambalinas, más allá de lo que se dice. Cualquier candidato que tiene una base popular va a decir muchas cosas que son atractivas. Pero luego, cuando llega a ser presidente, la presión tras bastidores sobre cuestiones fundamentales de la banca, finanzas, economía, toma control de la situación, como ha ocurrido hasta la fecha desde 1982. Las fuerzas financieras internacionales activas en México han dictado la política. Eso ha llegado a un punto de rompimiento. Entonces, si hay un cambio de la tendencia, existen posibilidades. Pero, creo que probablemente lo que está pasando, es que un candidato calificado, en el sentido antiguo, es que estos intereses financieros han tenido mucho cuidado para que eso no ocurra. Benavides: Por lo que usted ha observado, ¿cuál de los tres candidatos de los partidos mayoritarios, Calderón, López Obrador y Madrazo, tiene más simpatías de parte del Gobierno de los Estados Unidos? LaRouche: Yo creo que ven a Madrazo como una persona probable y pueden ponerle el máximo de presión a él. Si él no hace lo que quieren, pondrán a otro.[FIGURE 45] Benavides: Las encuestas señalan desde hace dos años una ventaja clara de 9 puntos, considerando cada punto [como] medio millón de votantes en México, a favor de López Obrador. ¿Las encuestas están equivocadas? LaRouche: No, no están equivocadas. Él ha sido un candidato y un alcalde populista muy exitoso. El ataque que se le hizo le sirvió como ventaja. Entonces, todas las cosas le han resultado ventajosas, en el sentido ordinario. Y, si se vuelve Presidente de México, le deseo el mejor de los éxitos. Tengo lazos muy profundos con ciertas corrientes del PRI; hay gente todavía viva que consideraría amigos, y confiaría en ellos en lo personal. Benavides: ¿Qué le dicen ellos? LaRouche: No he hablado con ellos sobre este tema. No he metido las manos en la contienda presidencial de México, y he estado observando a México en su totalidad. Benavides: Un problema de ingobernabilidad: en el supuesto de que el día 3 de julio no sea el ganador López Obrador, y con todos estos dos años que lleva de escuchar que él es el que está arriba siempre, ¿cabe ese riego? LaRouche: Déjeme ser muy concreto. Ésta es una cuestión internacional, no es una cuestión de México. Estamos ahora en el momento que nos hemos deshecho de Alan Greenspan. Alan Greenspan estuvo al mando desde 1987 hasta hace poco. Alan Greenspan fue una de las peores cosas que jamás le hayan sucedido a Estados Unidos y también al mundo. Se tienen que dar cuenta que el dinero no vale nada en realidad. Porque lo que se tiene es que no existen depósitos, activos en los bancos. Hay derivados financieros. Y estos derivados financieros están en capas. Vieron lo que pasó en Islandia; Islandia está en quiebra total. Nueva Zelandia también está en quiebra, y Australia está al borde de la bancarrota. Ahora están reunidos en Australia los países insolventes. Pero no son solamente ellos: cada uno de los bancos principales de los Estados Unidos está insolvente. La burbuja de los bienes raíces está a punto de estallar; toda clase de cosas está a punto de reventar. Podríamos tener en el período de los próximos meses, abril, mayo, junio; estos tres meses son potencialmente tres meses de un derrumbe internacional a un ritmo incalculable. Por tanto, cuando se habla de una elección que está por venir en México, uno tiene que darse cuenta que cualquiera que sea la situación ahora, uno tiene que tomar en cuenta el factor de que enfrentamos el gran peligro de un desplome inmediato. Actualmente, los banqueros principales del mundo se han dado cuenta de que éste es el caso. Por tanto, no van a meterle más expansion monetaria al sistema. Van a dejar que las burbujas revienten. Van a acabar con el llamado acarreo de fondos; a no ser que cambien de parecer en los meses venideros. Pero, ahorita, si siguen con la actual política, en los próximos tres meses vamos a ver una desintegración generalizada del sistema financiero, con efectos horribles en las economías y las poblaciones de esas economías nacionales. Tenemos en Francia a 3 millones de personas en huelga; hay huelgas en Alemania, hay una situación ingobernable en Italia. Polonia se está despedazando. Las elecciones de Bielorrusia muestran que no hay popularidad para esta tendencia allá. A Ucrania la han perdido. Netanyahu perdió la elección de Israel. Estamos ahora en una crisis política mundial que está creciendo. Entonces, no hay ninguna situación estable sobre la que se pueden hacer elecciones. Por tanto, uno tiene que proceder como un general en tiempos de guerra. Uno tiene que tener una estrategia que tome en cuenta todas las condiciones posibles, pero no se puede predecir nada, porque hay demasiada gente que ahora es impredecible en posiciones poderosas. Benavides: ¿Este panorama que usted presenta se agrava más en México, considerando que ya los bancos, los principales, la mayoría, ya no son nuestros? LaRouche: ¡Así es! Eso es lo peor. Un banco que no es suyo en México, es un bandido que le roba a su país en esas condiciones. Por tanto, el problema es que sólo fortaleciendo los gobiernos nacionales, haciendo valer la soberanía del pueblo de un país, está la verdadera línea de defensa en torno a la cual podemos movilizar para defender a la gente. ¡Necesitamos gobiernos fuertes, patrióticos, que la gente respete! Benavides: Liderazgo. LaRouche: ¡Sí! Benavides: Gracias, señor. Gracias, Dennis Small. LaRouche: Siempre es bueno verlo.
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