¡Egipto está en todas partes!
Impongamos un control al precio de los alimentos y restablezcamos la Glass-Steagall
por Helga Zepp-LaRouche
21 de febrero de 2011 — Esta declaración fue traducida de un artículo en alemán escrito por Helga Zepp-LaRouche, presidenta del partido político alemán Movimiento Solidaridad por los Derechos Civiles (BüSo).
Obviamente los políticos todavía no lo han entendido, pero ha estallado a nivel mundial una revuelta en contra del hambre, los excesivos precios de los alimentos, la injusticia evidente, la corrupción, la opresión, y los grupos elitistas reaccionarios que ostentan el poder, todo lo cual le ha robado a la juventud su futuro. La población ya no ve por qué tienen que aceptar estas condiciones que los dejan sin opciones. Los disturbios contra el hambre en el 2008 estaban dirigidos directamente en contra de los altos precios en los alimentos. Los levantamientos en el norte de África y el Sudoeste Asiático en el 2011, así como también las manifestaciones masivas en Wisconsin y Ohio en contra de los intentos por aplastar los sindicatos, son reacciones ante la desintegración del sistema financiero global y expresión de que la población se ha dado cuenta de que sin libertad republicana, no habrá para la población ni alimentos ni esperanza de un futuro.
Desde Argelia, pasando por Túnez, Libia, Egipto, Yemen, Siria, Líbano, Jordania, Arabia Saudita, Irán, Bahrain, hasta Wisconsin, y Ohio, ha estallado un proceso revolucionario en contra de los efectos de la crisis sistémica global. Los sistemas dictatoriales y totalitarios que se toleraron durante tanto tiempo, ya no son aceptables, y el pueblo está dispuesto a arriesgar sus vidas para echarlos abajo, si los regimenes no son capaces de asegurar las necesidades básicas de la población. Este proceso se extenderá a nivel internacional, y el mundo se hundirá en el caos y en una nueva era de tinieblas, si en el corto plazo no se reemplaza el sistema financiero en bancarrota por un nuevo sistema crediticio acorde a la norma de la ley Glass-Steagall [que ponga coto a la especulación financiera y fomente la inversión y el empleo productivo].
Quizás pronto se convierta en una cuestión académica, saber si los miembros individuales de los países del G-20 son demasiado incompetentes o demasiado corruptos como para poner bajo control al sistema financiero internacional mediante una regulación. El hecho es que el intento por salvar al sistema bancario en bancarrota con los rescates financieros y la compra de papeles tóxicos, no hace más que inyectarle más y más liquidez al sistema, en la medida en que los especuladores "rescatados" "invierten" después en la especulación en materias primas y alimentos. Producto de esto, tenemos revueltas por hambre y explosiones sociales en el norte de África, el Sudoeste de Asia, y en los Estados europeos financieramente más débiles.
Para evitar que la inflación cada vez más galopante lleve a consecuencias políticas y sociales incontrolables, se tienen que imponer de inmediato un control al precio de los alimentos y la energía, así como también un sistema bancario de doble piso [que fomente la inversión productiva y castigue la especulación]. Esto significa que se protegerá a la banca comercial, en tanto que se desconocerán los activos desvalorizados de la banca de inversión y el "sistema bancario fantasma" que denunció la Comisión Angelides (la Comisión Investigadora de la Crisis Financiera) se pondrá en cuarentena de modo efectivo.
Este sistema bancario fantasma —es decir, las operaciones financieras llevadas a cabo especialmente desde Londres, por las instituciones financieras paralelas totalmente desreguladas— dominan ahora un 70% del mercado de todas las transacciones en Estados Unidos y un 40% de las de Europa, y operan como una supercomputadora que puede procesar miles de transacciones por segundo. Detrás de las fusiones de la Bolsa de Valores de Alemania con el Euronext NYSE; la bolsa de valores de Singapur y Sidney; y las de Londres y Toronto, está el pánico, movido por la competencia por saber quien va a dirigir los flujos financieros de los especuladores. Allá por el 6 de mayo de 2010, una falla en algunos de los sistemas computarizados llevaron al sistema financiero al borde de la desintegración.
El Informe Angelides
El informe de la Comisión Angelides, publicado en Estados Unidos el 27 de enero, pone al descubierto, de manera absolutamente veraz, la historia de 30 años de desregulación sistemática del sector financiero, incluyendo la abrogación de la norma Glass-Steagall y el avance del gigantesco mercado de derivados, que son los culpables de la crisis cada vez más intensa. Este informe no solo confirma ciento por ciento los pronósticos de Lyndon LaRouche, sino que también destaca el requerimiento absoluto de restablecer el sistema bancario separado de Franklin Roosevelt.
En Europa, no solo no existe una investigación de este tipo, sino que los gobiernos y los parlamentos siguen con sus rescates financieros, como si nunca se hubiera escrito el Informe Angelides. Cualesquiera que sean los resultados cosméticos de la reunión de ministros de finanzas del Grupo de los 20 (G-20) el 18 y 19 de febrero, si no se suprime el mercado de derivados y el sistema bancario fantasma, y se reemplaza el sistema monetario con un sistema crediticio, la desintegración seguirá.
La bomba de tiempo también está haciendo tictac en la zona del euro. El periódico conservador Neue Zürcher Zeitung, reflejando el miedo entre los suizos, advierte que este pequeño país neutral, que ni siquiera es miembro de la zona del euro, de todas maneras no va a poder sobrevivir su desplome. Según el NZZ el mayor riesgo no es tanto la compra tan discutida de bonos de los gobiernos por parte del Banco Central Europeo (BCE) por un valor de por lo menos 76,500 millones de euros hasta ahora (cuya depreciación se podría cubrir en una emergencia), ni siquiera la expansión del estado de cuentas del BCE de 900 mil millones de euros en el 2007 a 1.9 billones de euros actualmente; el mayor peligro es lo que no está registrado en el estado de cuentas. Es decir, el BCE empezó a aceptar una gama amplia de valores de baja calidad como garantías de préstamos que le daba a los bancos, incluyendo bonos bancarios, bonos corporativos, pagarés, bonos del gobierno, y otros papeles no comercializables. Dado que hay un sinnúmero de bancos irlandeses, portugueses españoles y otros parados sobre cimientos muy temblorosos, y los préstamos que recibieron del sistema del Euro están garantizados precisamente por dichos papeles, la red de seguridad podría no funcionar, en caso de una enorme pérdida financiera como es la quiebra de un Estado.
Y según el periódico, el conocimiento del BCE sobre este riesgo potencial lo coloca en una posición difícil. Al tomar tantos riesgos, se ha colocado él mismo como parte interesada, la que, por ejemplo, podría verse afectada si le reestructura la deuda a Grecia. ¿Y podría el BCE todavía ser neutral para aconsejar a los gobiernos, si se presentara la posibilidad de que el fondo de rescates del euro comprara bonos tóxicos del gobierno de los países miembros fuertemente endeudados, en vez de los del BCE?
"Existe el riesgo de que alguien que haya tomado riesgos tan grandes como los que ha tomado el sistema del euro, ya no pueda tomar una decisión que lo separe de su propio auto interés", escribe el NZZ. Y dado que el BCE ha suprimido completamente las calificaciones de crédito para los bonos del gobierno griego, virtualmente ha invitado a que "descarguen" papeles tóxicos sobre el banco emisor. Si un estado miembro de la zona del Euro se desplomara, y con él todo el desfile de sus contrapartes, esto hasta podría conducir a un derrumbe serio que haría que se viera minúsculo el desplome de Lehman Brothers. El periódico señala que se teme que el BCE, conocedor cabal de este peligro, ya no es imparcial.
Este es el telón de fondo de la renuncia de Axel Weber (como presidente del Bundesbank, el Banco Central de Alemania); dijo que si llegase a ser presidente del BCE, ¡no podría contar con el apoyo necesario! Weber es conocido por su política orientada a la estabilidad, y por lo tanto algo que el BCE claramente ha abandonado. Por lo tanto el BCE está haciendo, en principio, lo mismo que la Reserva Federal está haciendo en Estados Unidos: es decir, creación hiperinflacionaria de liquidez [imprimiendo dinero]. Y esta liquidez, a su vez, alimenta la especulación en las materias primas y los alimentos. Y esto lleva a las explosiones sociales que estamos viendo actualmente!
Escuchen a LaRouche
La realidad es que el actual sistema financiero mundial, incluyendo el sistema del euro, no puede coexistir con la civilización humana. Durante décadas, Lyndon LaRouche ha sido el único economista que a nivel mundial pronosticó las razones de la crisis financiera global, a la vez de destacar las posibles soluciones en cada uno de los momentos cruciales. La Comisión Investigadora sobre la Crisis Financiera ha confirmado cada una de sus aseveraciones.
¿Ha habido hasta ahora algún gobierno europeo, en los que el parlamento haya hecho algún esfuerzo por investigar estos procesos, que son ahora tan vitales para la sobrevivencia de la civilización humana, y para proponer las soluciones? En vez de esto, lo que hemos presenciado es una campaña sistemática de políticos y los medios de comunicación, para hacer que la población se enfoque en temas completamente triviales.
En Alemania, necesitamos convocar a una comisión inmediatamente, que retome los resultados del Informe Angelides lo más rápidamente posible e investigue las múltiples pistas que hay sobre las prácticas de los bancos europeos. Otro punto vital a investigar son las circunstancias geopolíticas bajo las cuales forzaron a Alemania a aceptar el euro como el precio a pagar por la reunificación, y sobre si el comportamiento actual del BCE no está violando desde hace tiempo su propia carta constitutiva y su misión de mantener la estabilidad de los precios. Existen expertos calificados que podrían contestar estas preguntas, que hasta ahora los partidos establecidos y los medios han marginado en gran medida, pero que estarían listos y dispuestos en esta emergencia, a contribuir con su conocimiento.
Entre las pancartas de los manifestantes en Wisconsin, había consignas como: "Murabak para gobernador" y "¡Camina como un egipcio!". Hasta el congresista republicano Paul Ryan comentó: "Es como si El Cairo se hubiera mudado en estos días a Madison".
Si los gobiernos no reconocen pronto que tienen que poner de inmediato en el orden del día una política a favor del bien común, y no a favor de los intereses de los especuladores, muy pronto vamos a tener condiciones tipo Egipto por todo el mundo. Los políticos de los partidos tradicionales solo tienen dos opciones: ya sea que tomen un curso a marcha forzada para entender lo que significa el hacer políticas para el pueblo, o más vale que encuentren una carrera distinta.
¡La única forma de parar la avalancha que ahora está ocurriendo, es introducir de inmediato un sistema bancario separado de la especulación, a nivel internacional!
¡Ayuda a la movilización para que esto suceda!