El informe Angelides dice la verdad:

¡LaRouche estaba en lo correcto!
¡Glass-Steagall ya!

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Por Nancy Spannaus

Introducción

El 27 de enero del 2011, la Comisión Federal de Investigación sobre la Crisis Financiera (FCIC, por sus siglas en inglés), que fue establecida por el Congreso en el 2009 para determinar las causas del estallido financiero de 2007-2008, hizo historia. Su informe de 500 y tantas páginas, conocido en su forma corta por el nombre del presidente de la Comisión, Philip Angelides, dice la verdad sobre los últimos 40 años de decisiones que han llevado a la bancarrota del sistema financiero estadounidense, y a la devastación de la economía de Estados Unidos.

Para nosotros en el movimiento de LaRouche, las conclusiones y la cronología de este informe no fueron una sorpresa. De hecho, la crónica y el análisis son análogos a lo que planteó el propio LaRouche, quien de manera única ha pronosticado el desarrollo de la crisis de desintegración económica-financiera actual, y ha presentado las alternativas programáticas que, hasta ahora, han sido rechazadas sistemáticamente por las principales autoridades y "expertos;; financieros. El resultado, como lo sabe cualquier persona cuerda, ha sido catastrófico.

La conclusión sumaria de Angelides es condenatoria:

"Más de 30 años de desregulación y confianza en la autorregulación de las instituciones financieras, defendida por el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, y otros; apoyada por sucesivos gobiernos y Congresos, y activamente impulsada por la poderosa industria financiera en cada oportunidad, han eliminado las salvaguardas fundamentales que podían haber ayudado a evitar la catástrofe. Este enfoque ha abierto huecos en la supervisión de áreas de importancia fundamental, con billones de dólares en riesgo, tales como el sistema bancario fantasma y el mercado extrabursátil de derivados. Además, el gobierno permitió a las firmas financieras escoger a sus reguladores preferidos, en lo que llegó a ser una carrera por obtener el supervisor más débil".

Pero es más que inadecuado dejar el asunto ahí. Porque, como LaRouche y su movimiento han insistido sin transigir, ¡no se ha hecho nada para aliviar esta crisis! La Comisión Angelides lo dice suavemente:

"Nuestro sistema financiero está, en muchos aspectos, sin cambio alguno respecto a lo que existía la víspera de la crisis. De hecho, tras la crisis, el sector financiero de Estados Unidos está más concentrado que nunca en las manos de unas cuantas grandes instituciones, sistémicamente importantes.

"La tragedia más grande sería aceptar el estribillo de que nadie podía haberlo visto venir, y por tanto no se podía haber hecho nada. Si aceptamos esa idea, esto volverá a suceder".

En su presentación del 2 de febrero en el Informe Semanal de LPAC-TV (http://archive.larouchepac.com/node/17386), LaRouche sacó las conclusiones necesarias de lo que se debe hacer ahora. Dijo:

"El Informe Angelides, al abordar los momentos cruciales, no por casualidad, resulta que coincide exactamente con mis pronósticos previamente confirmados, y por tanto, tengo una autoridad muy distinta e importancia para los que toman las decisiones, en la crisis presente. Si la gente no cambia sus costumbres, ni responde finalmente al hecho de que yo estaba en lo correcto, esa decisión de no responder, significaría el fin de la existencia de Estados Unidos, un suceso que muchos en Inglaterra, y en el Imperio Británico como tal, desearían ver que suceda: El deseo de destruir a los Estados Unidos desde antes de que fuera creado, desde 1763, ha continuado hasta el momento actual. Y estos sujetos, del Imperio Británico internacional, el Imperio Británico que en realidad fue fundado, de hecho, como el imperio de la Compañía de las Indias Orientales británica en febrero de 1763, ahora se han apoderado del mundo".

La solución, concluyó, es forzar la aprobación inmediata de la ley Glass-Steagall, una acción que requerirá la remoción de la presidencia del principal obstáculo para esa medida, el mentalmente enfermo, Barack Obama.

En las siguientes páginas, damos un resumen de esos puntos cruciales a los que LaRouche se refiere, poniendo en paralelo las advertencias de LaRouche y sus acciones, el análisis de la Comisión Angelides, la línea de los dizque expertos financieros (en su mayoría del gobierno), y cuales fueron las consecuencias de que la población estadounidense tolerase las decisiones de esos "expertos". La conclusión debe ser obvia. El Informe Angelides subraya la realidad, conocible ya desde entonces, de que LaRouche estaba en lo correcto. ¡Ahora no hay excusa para no actuar para volver a adoptar la Glass-Steagall! ¡Ya!

Década de 1960

Lo que dijo LaRouche

En 1961, LaRouche emite un pronóstico de largo plazo, donde plantea el peligro de una depresión económica, luego de una serie de crisis monetarias en EU y el mundo. Estas crisis serían el resultado de las políticas adoptadas por una sociedad postindustrial, en la que la producción real de riqueza fue abandonada a favor de los "servicios", la especulación, y el saqueo de los niveles de vida. En un folleto titulado: "La tercera Revolución Americana", en 1969, advierte del peligro de que los banqueros tratarían de estabilizar sus ganancias "mediante un asalto general a los ingresos de los agricultores y de los ganancias reales de los trabajadores", y llama a invertir en nuevos trabajos productivos.

Análisis de la Comisión Angelides

El fin de la década de 1960 vio el rápido crecimiento de títulos valores comerciales negociables ("papel comercial") y los mercados "repo" (operaciones de venta con pacto de recompra), en esencia medios baratos para crear y girar deuda corporativa sin garantía. La Reserva Federal maniobra para apoyar el mercado de los valores comerciales negociables, en respuesta a la presión bancaria para aflojar la regulación establecida por el presidente Franklin Delano Roosevelt, como la legislación Glass-Steagall de 1933.

Los "expertos"

Economistas británicos y estadounidenses, en el curso de esa década, vomitaron una amplia publicidad a favor de la "sociedad postindustrial", propaganda a favor del control poblacional, del consumismo, y el desmantelamiento de la infraestructura de gran escala, tal como el programa espacial de la NASA.

Lo que pasó

Después del asesinato del presidente Kennedy en 1963, se desecharon sus políticas de desarrollo rápido de avances tecnológicos y de infraestructura al estilo de Franklin Roosevelt, y se empezó a recortar el presupuesto de la NASA, aun antes de que se llevara a cabo el alunizaje en 1969. La economía estadounidense avanza en declive económico neto, per cápita y por kilómetro cuadrado, y estalla la primera de las crisis del dólar en 1968.

Década de 1970

Lo que dijo LaRouche:

1970: LaRouche plantea un programa de reconstrucción de emergencia, titulado: "Cómo derrotar una Nueva Depresión en un solo día".

1971: LaRouche advierte que el fascismo, en los EU y el mundo, es el resultado inevitable si el gobierno de EU no cambia de rumbo sus programas, hacia la inversión masiva en riqueza física, en especial infraestructura.

1976: LaRouche, en un discurso televisado la víspera de las elecciones, advierte que las medidas maltusianas del programa de gobierno de Carter, tales como la desregulación y el ambientalismo, llevarán a la depresión y a la guerra.

1979: LaRouche pronostica que el resultado del enorme incremento en las tasas de interés, implementado por el jefe de la Reserva Federal (Fed), Paul Volcker, llevará a una caída dramática en la producción física en el corto plazo, y a una recesión a principios de la década de 1980.

Análisis de la Comisión Angelides

En la década de 1970, el mercado de los valores comerciales negociables casi se cuadruplicó, con la creación del mercado de fondos mutuales. "El segundo más grande sistema bancario fantasma que creció significativamente fue el mercado de operaciones de venta con pacto de recompra (mercado "repo"), que son préstamos de devolución rápida que involucran bonos del Tesoro. "Ambos tipos de créditos pueden considerarse 'dinero caliente', debido a que los prestamistas pueden entrar o salir rápidamente de estas inversiones en búsqueda de los más altos rendimientos". La popularidad de estas inversiones "se dio a expensas de los bancos e instituciones de ahorro".

Los "Expertos"

El gobierno de Nixon insiste en que el control de salarios es la clave para la estabilidad. El gobierno de Carter promueve la desregulación, empezando con las aerolíneas y el transporte carretero, como claves para la "competitividad" de la industria. El director del Citibank, Walter Wriston, y Volcker, acuerdan en 1978: el verdadero problema es la inflación (no la deuda ni la falta de producción). En 1979, supuestamente para enfrentar el aumento enorme de la inflación en el transcurso de esa década, el jefe de la Fed, Paul Volcker, declara que un incremento súbito en las tasas de interés es esencial para la recuperación económica.

Lo que ocurrió

En 1971 el gobierno de Nixon desacopló el dólar del oro, y en 1972 adopta el sistema de tipos de cambio flotantes. Estallan crisis de bancarrotas en el Tercer Mundo y en ciudades estadounidenses, incluyendo Nueva York. Carter rebajó drásticamente el gasto en infraestructura, empezando con un enorme proyecto de ley sobre infraestructura hidráulica. El estancamiento y la inflación (estanflación) golpea a la economía estadounidense. Carter nombra a Volcker como jefe de la Reserva Federal el 25 de julio, y este último inmediatamente infló las tasas de interés, que pronto llegan a más del 20% (usura).

Década de 1980

Lo que dijo LaRouche

1980: LaRouche lanza la "Ley de Reforma a la Reserva Federal", para que se aleje de las operaciones del mercado monetario, y a favor de la emisión de crédito para la economía productiva. Simultáneamente, LaRouche denuncia la mayor desregulación del sistema bancario, incluyendo el fin de los límites a la usura, y cosas relacionadas.

1982: LaRouche propone medidas para acabar con la "nueva depresión", tanto nacional como internacional, y un plan para reorganizar la deuda impagable, incluyendo "Operación Juárez", y grandes proyectos tales como lo que se llegó a conocer como la Iniciativa de Defensa Estratégica (IDE).

1984: LaRouche pronostica el desplome de una gran parte del sistema bancario de los Estados Unidos, en especial las instituciones de ahorro y préstamo, debido a los cambios que llevaron a la desregulación, junto con las altas tasas de interés.

Mayo de 1987: LaRouche advierte de la probabilidad de un crac en las bolsas de valores para octubre siguiente (su único pronóstico sobre bolsas de valores), y en 1988 pronostica que seguirá el colapso de la economía, comparando la forma de la gráfica que se generaría a una "pelota que cae rebotando".

Análisis de la Comisión Angelides:

El gobierno federal maniobró en 1982 para relajar los requerimientos de capital de Fannie Mae, y rescató el mercado repo. "La Fed liberalizó los términos sobre los cuales prestaba bonos del tesoro a los corredores bursátiles, provocando un aumento de diez veces en las transacciones con valores". Esto socavó aún más las disposiciones de la Glass-Steagall, bajo presión de los bancos que alegaban que sus problemas provenían de esa ley. Los cambios en la ley, especialmente la ley Garn-St Germain, crearon "una burbuja y el auge de la construcción masiva en bienes raíces residenciales y comerciales en ciertas regiones". El presidente de la Reserva Federal, Greenspan, "apoyó y estimuló este cambio hacia mercados financieros desregulados", y "también debilitó o eliminó otros cortafuegos entre sucursales bancarias tradicionales y las nuevas subsidiarias bursátiles de compañías tenedoras bancarias".

Los "Expertos"

Abril de 1981: El Secretario del Tesoro, Donald Regan, dice: "Debemos depender más de las fuerzas del mercado para determinar el carácter y estructura de nuestro sistema financiero... En algún momento todas las instituciones deben tener el mismo poder para ejecutar el mismo tipo de negocios". El presidente del Banco Mundial, Robert McNamara, afirma que la sobrepoblación es una de las "mayores amenazas" a la seguridad nacional estadounidense. La clase dirigente estadounidense establece el Grupo Bipartidista para la Revisión del Presupuesto para impulsar la reducción del déficit como un curalotodo. El director retirado de Citibank, Walter Wriston, después del colapso de octubre de la bolsa de valores, dice: "Fundamentalmente no hay ningún problema con nuestra economía". Milton Friedman, prácticamente el economista oficial del país, coincide, diciendo que no hay nada parecido a una Gran Depresión al acecho.

Lo que sucedió

1980: Se aprueba la Ley de Desregulación de Instituciones de Depósitos y Control Monetario, que revoca los límites sobre las tasas de interés (un elemento de la Glass-Steagall).

Los bancos de inversión empiezan a bursatilizar préstamos hipotecarios, y los bancos de ahorro eventualmente son exprimidos hasta el punto de una gran explosión para el intervalo de 1984-87, en la que quiebran casi 33,000 bancos comerciales y entidades de ahorro, a pesar de los rescates multimillonarios.

1982: La Ley Garn-St Germain permite a las entidades de ahorro y préstamo otorgar hipotecas con pago de sólo interés, de pago mayor al vencimiento, y de tasa variable.

1982: La primera de las grandes crisis internacionales de deuda, la "bomba de la deuda" que LaRouche había identificado, debido, en gran medida, al incremento en las tasas de interés y las políticas de desindustrialización impulsadas por el FMI.

1983-84: La Contraloría de la Moneda permite a los bancos nacionales incursionar en los derivados financieros.

1987: Greenspan es nombrado jefe de la Reserva Federal en la cima de la burbuja de la bolsa de valores (agosto); la bolsa de valores colapsa el 19 de octubre, equivalente en alcance al crack de 1929. Greenspan maniobra para debilitar aún más las regulaciones.

1988: LaRouche pronuncia un discurso en Berlín llamando por una colaboración de Alimentos para la Paz entre Europa oriental y occidental.

Década de 1990

Lo que dijo LaRouche

1990: LaRouche plantea un programa para la reconstrucción global, a raíz de la caída del Muro de Berlín y el sucesivo desplome de la Unión Soviética. El programa, primero llamado el "Triángulo Productivo", finalmente es reelaborado para convertirse en el Puente Terrestre Eurasiático. Este programa exige la reorientación de las finanzas para establecer crédito para proyectos masivos de infraestructura, en colaboración entre naciones soberanas.

1990: LaRouche publica un proyecto de ley para convertir a la Fed en un banco nacional.

1991: LaRouche polemiza en contra de quienes buscan una nueva crisis dramática del mercado, y desataca que el derrumbe en realidad ya está en marcha, en la forma de "la gran avalancha de 1991".

1993: LaRouche denuncia la expansión de los derivados, propone un impuesto de 0.1% sobre algunos, y propone medidas de emergencia para restablecer la economía física. "La burbuja de derivados, por la propia naturaleza de esas transacciones, es una burbuja financiera en la tradición de las burbujas más primitivas, más rudimentarias, y mucho menos peligrosas del siglo XVIII, tales como la burbuja John Law en Francia, y la burbuja de South Island Sea en Inglaterra en el mismo periodo de tiempo. Esta (la burbuja de los derivados) es la burbuja John Law llevada a la locura. La vulnerabilidad del sistema financiero en su totalidad, el caos y la destrucción de los procesos físicos reales de producción, distribución, empleo, etc., es incalculable en potencial, y por lo tanto se debe poner bajo control inmediatamente".

El 8 de septiembre, John Hoefle, de EIR, testificó ante la Comisión Bancaria de la Cámara de Representantes, advirtiendo del inminente colapso del mercado de derivados; plantea la implementación de la Alianza Hidráulica y Energética de Norteamerica (NAWAPA), y llama al Congreso a que lo adopte.

1994: LaRouche publica su "Noveno pronóstico", señalando que la desintegración de los mercados financieros es inevitable, y que se requiere una reorganización total por bancarrota del sistema financiero estadounidense.

1995: LaRouche publica su famoso diagrama esquemático de la "triple curva", destacando el crecimiento de la deuda y los derivados a costa de la economía física.

1997: LaRouche y su esposa, Helga Zepp- LaRouche, lanzan una movilización por un "Nuevo Bretton Woods", para establecer un nuevo sistema de tipos de cambio fijos, en línea con el propósito de Franklin Delano Roosevelt. En una reunión sobre el Nuevo Bretton Woods, en Roma, Italia, el 2 de abril de 1998, LaRouche dice: "El sistema está esencialmente en bancarrota. El sistema financiero internacional está en bancarrota. Solo existe en el sistema la prosperidad de los tontos. Actualmente tenemos en el mundo, dominado por los 'derivados', el equivalente de cerca de $140 billones de dólares en deudas de juego de corto plazo. En los años recientes, especialmente desde 1982, y de modo más destacado desde 1987, el crecimiento de los derivados ha tomado el control y ha consumido el propio sistema bancario".

1999: EIR denuncia la revocación de la Glass-Steagall como una violación del Estatuto federal sobre conspiraciones, y como un "desastre".

Análisis de la Comisión Angelides:

El reporte Angelides señala que "a pesar de las nuevas leyes aprobadas por el Congreso en 1989 y 1991 en respuesta a la crisis de los bancos de ahorro y préstamo que endurecieron la supervisión de estas entidades, el impulso hacia la desregulación continuó. El movimiento desregulatorio se enfocó en parte en seguir desmantelando las regulaciones que limitaban las actividades de las instituciones de depósito en los mercados de capitales".

También señala que el Tesoro adoptó una política de "demasiado grande como para quebrar", que empezó con el rescate del Continental Illinois en 1988.

"Al final, la legislación de 1991 transmitió un doble mensaje a las instituciones financieras: No eres demasiado grande como para quebrar, hasta que, y a menos que, seas demasiado grande como para quebrar. Así que la posibilidad de los rescates para las instituciones más grandes y mejor posicionadas --en la industria bancaria comercial y en las fantasmas— siguió siendo una cuestión abierta hasta la siguiente crisis, 16 años después" (Capítulo 2).

Durante la década de los 90, hay una explosión de la bursatilización (principalmente en el mercado inmobiliario) y los derivados, e incluso los creadores de modelos matemáticos empiezan a incursionar en los mercados.

Pero lo que mejor caracteriza esta década, en la descripción del Informe Angelides, es el crecimiento de los derivados, a lo que llama "por mucho, el acontecimiento más significativo en las finanzas durante la década". A pesar de que había preocupación explícita sobre el crecimiento de los derivados, particularmente en el mercado extrabursátil, y de que el Congreso realizo audiencias, no se hizo nada.

"Envalentonados con el éxito y la mentalidad predominante del momento, los bancos más grandes y sus reguladores siguieron oponiéndose a los límites en las actividades y el crecimiento de los bancos". Mientras que "los bancos ya tenían enclaves en firmas bursátiles y en compañías aseguradoras", ahora pasaron a eliminar la Glass-Steagall totalmente.

"El nuevo régimen fomentó el crecimiento y la consolidación al interior y a través de la banca, los valores y las aseguradoras... Las tenedoras bancarias más grandes se convirtieron en los principales operadores en la banca de inversión. Las estrategias de los bancos comerciales más grandes y sus compañías tenedoras vinieron a asemejarse más a las estrategias de los bancos de inversión... Ambos prosperaron desde finales de la década de 1990 hasta el estallido de la crisis financiera del 2007". Sin embargo, no hubo planes de reserva ni "llanta de repuesto" en el sistema: "Todas las ruedas del sistema estaban girando en torno al mismo eje".

Curiosamente, el papel de la revocación de la ley Glass-Steagall en provocar la crisis, fue motivo de disputas vigorosas en la Comisión Angelides, lo que muestra el hecho de que los dos disidentes republicanos (de Wall Street) atacaron explícitamente la idea de que la revocación jugó un papel en la creación del desastre.

Los "Expertos"

1994: Greenspan testifica en contra de regular los derivados: "No hay nada en la regulación federal per se, que la haga superior a la regulación del mercado. Los mercados y las compañías, en especial las compañías que transan con derivados, están fuertemente regulados por contrapartes privadas, que por propia protección insisten en que los operadores mantengan capital y liquidez adecuadas".

1997: Greenspan le dice a la Asociación de Educación Sobre la Empresa Privada (APEE): "La regulación por parte del gobierno inevitablemente involucra algunos elementos de incentivos perversos".

1999: Greenspan elogia el "efecto riqueza" de la especulación en bienes raíces.

Lo que pasó

1991: El Departamento del Tesoro publica un estudio donde pide la revocación de la Glass-Steagall, para hacer "más competitivos" a los bancos estadounidenses.

1993-94: Se acelera la maquinaria de la burbuja inmobiliaria, a través de Fannie Mae y Freddie Mac.

1994-95: Estallido de las grandes bancarrotas debido a la crisis de los derivados, incluyendo a Procter & Gamble, el Condado Orange en California, y el Banco Barings, de varios siglos de antigüedad.

1997: La llamada crisis asiática empieza a extenderse por el globo.

1998: La crisis de los bonos GKO de Rusia y la crisis del fondo LTCM de Estados Unidos por poco colapsan al sistema financiero. En respuesta, Greenspan aporta un "muro de dinero", y, con bajas tasas de interés, alimenta aún más el mercado de valores hipotecario.

1999: Derogación de la ley Glass-Steagall.

Década del 2000

Lo que dijo LaRouche

Mientras hace campaña por un Nuevo Bretton Woods en el 2000, LaRouche actualiza su función de la Triple Curva, notando que la impresión de dinero de la Reserva Federal estaba creando un proceso hiperinflacionario que conduciría al desastre.

LaRouche arremete contra la política de tasa de interés de Greenspan, y las maniobras de este último para una desregulación más amplia. EIR identifica la Ley de Modernización de los Futuros sobre Mercancías del año 2000, que legaliza los billones de derivados extra bursátiles (OTC), como la "Ley de despenalización de los derivados".

Mientras tanto, LaRouche continúa abogando por la reorganización ordenada por bancarrota, en contraste con el estallido que de lo contrario ocurriría. Por ejemplo, en su videoconferencia del 2 de julio del 2003, LaRouche dice:

"El colapso es más o menos inmediato. Y lo que Alan Greenspan está haciendo es en realidad criminal. Es decir, lo que Alan Greenspan está haciendo en este momento: Aplicó una caída hiperinflacionaria en la tasa de descuento. Esta hiperinflación es una trampa, para atraer a los tontos a los mercados financieros, para una última jugada. Burbujas de derivados de crédito; burbujas de títulos con garantía hipotecaria (MBS); tipos similares de burbujas van a estallar".

En el 2005-06, LaRouche promueve una reactivación económica inmediata en los Estados Unidos, como el rescate de la industria automotriz, a través de la Ley de Reconstrucción de Emergencia.

25 de Julio de 2007, mientras las burbujas están empezando a reventar, LaRouche pronuncia su ahora famoso pronóstico: "El sistema monetario internacional está en proceso de desintegrarse. Esto no tiene nada de misterioso; he hablado sobre el asunto durante algún tiempo;, está en marcha; no está amainando. Lo que aparece como el valor de las acciones y de mercado en los mercados financieros internacionales es baba. Son puras creencias ficticias. No tienen nada de real; la farsa es enorme. No hay ninguna posibilidad de que el presente sistema financiero no se venga abajo, ¡ninguna! Se acabó ¡ya!. El presente sistema financiero no puede seguir existiendo bajo ninguna circunstancia, bajo ningún gobierno, bajo ningún liderato, ni bajo el liderato de ninguna nación. Sólo un cambio fundamental y súbito del sistema monetario financiero mundial puede impedir un derrumbe inmediato de reacción en cadena".

Inmediatamente después de eso, LaRouche propone su Ley de Protección a los Bancos y Propietarios de Vivienda (HBPA) del 2007, que hubiera aplicado el principio de Glass-Steagall a los bancos poseedores de hipotecas, y congelado todas las ejecuciones hipotecarias. A pesar del apoyo de más de 100 consejos municipales, y al menos seis cuerpos legislativos estatales, el Congreso rehúsa actuar. Cuando el Congreso escoge más bien los rescates, empezando en marzo del 2008, LaRouche atacó esto como ilegítimo, y "equivalente a traición". Dice: "Esto es ilegal e inconstitucional".

Tras la falla del Congreso, LaRouche intensifica su campaña para reinstaurar la Ley Glass-Steagall de Franklin Roosevelt, una campaña que el títere británico Barack Obama, así como George W. Bush, ha bloqueado. Ese sigue siendo hoy el frente principal de la batalla, para eliminar billones de dólares en derivados y rescates de deudas de juego , y emitir crédito para reconstruir la economía física.

Análisis de la Comisión Angelides

El informe destaca el crecimiento de la burbuja que ocurrió después de la derogación de la Glass-Steagall en 1999, y la aprobación de la Ley de Modernización de los Futuros sobre Mercancías del 2000:

"Llegamos a la conclusión de que los derivados OTC contribuyeron significativamente a esta crisis. La promulgación de la legislación en el 2000 para prohibir la regulación por los gobiernos tanto federales como estatales al respecto de los derivados OTC fue un punto de inflexión clave en el camino hacia la crisis financiera".

En el Capítulo 1, página 5, se describe así la nueva burbuja:

"A diferencia de muchas otras burbujas --la burbuja de los tulipanes en Holanda alrededor de 1600, la bolsa de South Sea en los 1700, las acciones de Internet a finales de los 90—, ésta involucró no solo otra mercancía, sino un componente básico de la comunidad y la vida social, y el principio fundamental de la economía: la vivienda familiar. La vivienda es el fundamento sobre el que descansan muchas de nuestras estructuras sociales, personales, gubernamentales y económicas. Los niños generalmente van a escuelas relacionadas con la dirección de su casa; los gobiernos locales deciden cuánto dinero pueden gastar en carreteras, estaciones de bomberos y seguridad pública en base a cuánto ingreso por impuesto sobre la propiedad pueden recaudar; los precios de las viviendas están vinculados al gasto del consumidor. Un descenso en la industria inmobiliaria puede causar un efecto dominó casi en todas partes".

El informe también señala que, usando modelos matemáticos como "vaticinadores confiables de riesgo", los bancos de inversión se apalancaron hasta 40:1, con una gran parte de la deuda de corto plazo, y con gran parte de la deuda generada por derivados y entidades no contabilizadas. "El valor total de los títulos con garantía hipotecaria (MBS) emitidos entre 2001 y 2007, alcanzó los $13.4 billones".

"Llegamos a la conclusión de que esta crisis financiera era evitable. La crisis fue resultado de la acción y la inacción humanas, no de la Madre Naturaleza o de modelos computarizados que se volvieron locos. Los capitanes de las finanzas y los administradores públicos de nuestro sistema financiero ignoraron las advertencias y fallaron en cuestionar, entender, y manejar los crecientes riesgos dentro de un sistema esencial para el bienestar del público estadounidense. Para parafrasear a Shakespeare, la culpa no está en las estrellas, sino en nosotros mismos".

Y después de todos los rescates financieros: "Nuestro sistema financiero está, en muchos aspectos, sin cambio alguno respecto a lo que existía la víspera de la crisis. De hecho, tras la crisis, el sector financiero de Estados Unidos está más concentrado que nunca en las manos de unas cuantas grandes instituciones, sistémicamente importantes".

Los "expertos"

Durante toda esa década, tanto Greenspan como su sucesor, Ben Bernanke, continúan argumentando que la burbuja que ellos crearon puede ser contenida. Dos ejemplos:

Junio de 2005: Greenspan le dice al Congreso que "la aparente espuma de los mercados inmobiliarios puede haberse desbordado hacia los mercados de hipotecas", pero declara que la economía estadounidense está "en un equilibrio razonablemente firme". "Aunque ciertamente no podemos descartar los declives de los precios de la vivienda... estos declives, si ocurriesen, probablemente no tendrían implicaciones macroeconómicas importantes".

Marzo del 2007: El presidente de la Fed, Bernanke, testifica ante el Congreso que "los problemas en el mercado de alto riesgo probablemente serán contenidos".

Lo que pasó

Tras el estallido de la década de los 90, Greenspan bajó las tasas de interés 11 veces, con el objetivo de mantener dinero disponible a manos llenas para los bancos. Sin embargo, en el 2001, hubo un número récord de incumplimientos en deuda corporativa, incluyendo las bancarrotas de los gigantes corporativos Enron y WorldCom.

La burbuja siguió creciendo, especialmente a través de los derivados y los títulos con garantía hipotecaria.

A finales de julio del 2007, tres días después de la videoconferencia de LaRouche del 25 de julio, empieza el estallido del sistema bancario.

En la primavera de 2008, con la bancarrota de Bear Stearns, el gobierno de Bush anuncia su primer rescate federal, el 20 de marzo de ese año.

El 24 de julio del 2008, en medio de la desestabilización del mercado de títulos inmobiliarios, el Secretario del Tesoro, Hank Paulson, maniobra para rescatar a Fannie Mae y Freddie Mac; ese rescate eventualmente se convierte en una chequera ilimitada para quienes bursatilizaron hipotecas.

El 3 de octubre de 2008: El Congreso aprueba el rescate por $787,000 millones de dólares (TARP) exigido por el gobierno de Bush, con la bendición (y presión) de Barack Obama, evitando así (de acuerdo al testimonio del propio Bernanke ante la Comisión Angelides) la bancarrota de 12 de 13 instituciones financieras principales en el país. No obstante, billones de dólares en capital acumulado de bancos y hogares, se hicieron polvo en el curso de los siguientes dos años.

Durante todo el 2009, el gobierno de Obama expande los rescates a la industria automotriz y las compañías aseguradoras, y mantiene una línea de crédito abierta prácticamente gratis para los grandes bancos. El director de supervisión del TARP, Neil Barofsky ha estimado que el gobierno ha asumido de $17 a $23 billones de dólares en pasivos.

Mientras tanto, el desempleo se mantiene en un 25% real (y sube), se priva a los pobres de los servicios más básicos, y las instituciones financieras más grandes están de nuevo en la carrera, concientes de que tienen todo el apoyo de la Reserva Federal. Un estallido hiperinflacionario es inminente en cualquier momento.

Paul Gallagher y Edward Spannaus contribuyeron a este informe