GRAN AVANCE EN CHINA: Zepp-LaRouche presenta el informe de EIR sobre Nueva Ruta de la Seda, en simposio en Pekín
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17 de octubre de 2015 – El siguiente artículo, escrito por William Jones, se publicó en la revista EIR del 9 de octubre de 2015.
3 de octubre.- Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, presentó oficialmente el pasado 29 de septiembre la edición china del informe "The New Silk Road Becomes the World Land-Bridge" (La Nueva Ruta de la Seda se convierte en el Puente Terrestre Mundial), de EIR, en un simposio auspiciado por el Instituto Chongyang para Estudios Financieros, de la Universidad de Renmin. Asimismo, el Instituto Chongyang coauspicia la edición del informe en lengua china.
El Instituto Chongyang fue fundado hace pocos años por graduados de la Universidad de Renmin, y se presenta como el nuevo tipo de grupo de expertos que recomendó necesarios el Presidente Xi Jinping recientemente, quien está interesado en recibir el mejor análisis de la actual situación mundial y algunas recomendaciones políticas fundamentales en el momento en que China y el mundo ingresan a una nueva era de relaciones internacionales. Wang Wen, decano ejecutivo del Instituto Chongyang, así como el señor Fu Jianming, vicepresidente del Grupo Editorial y Medios de Difusión Fénix, que publicó la versión china del informe, hicieron los comentarios introductorios en la conferencia de prensa, que reunió a 70 personas, incluyendo a por lo menos 15 periodistas.
El génesis de un nuevo paradigma
La señora LaRouche explicó en su discurso al simposio su papel en el desarrollo de la idea conocida en China como el proyecto de "Una franja, una ruta". Explicó cómo tras la desintegración de la Unión Soviética, ella y su esposo, el economista y estadista Lyndon LaRouche, habían ampliado una serie de programas de desarrollo en los que habían trabajado durante décadas, para elaborar un programa para conectar todo el continente euroasiático.
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Esta conexión se realizaría con un sistema de ferrocarriles de alta velocidad que ayudaría a llevar a las naciones de Asia Central, sin litoral y recién independizadas, y a extensas regiones subpobladas y subdesarrolladas de la Rusia asiática, a la corriente predominante del comercio y el intercambio internacional, creando así un corredor terrestre para el intercambio y el desarrollo económico entre Europa y Asia. Los esposos LaRouche lo denominaron a esto el "Puente Terrestre Euroasiático".
La señora LaRouche explicó que las pláticas con representantes del gobierno chino a principios de la década de 1990 llevaron a una conferencia en Pekín organizada con el auspicio del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China en 1996. En esta conferencia con destacados expertos de China y otros 34 países euroasiáticos, La señora LaRouche dio un discurso dedicado a la implementación de este proyecto. La crisis financiera asiática de 1997 y la crisis del rublo de 1998 impidieron el avance de este proyecto. Y fue sólo en septiembre de 2013 que el Presidente de China, Xi Jinping, revivió la idea en su famoso discurso en la Universidad de Nazarbayev, en Kazajstán, donde hizo la propuesta de crear una Franja Económico de la Ruta de la Seda para unir Europa y Asia.
Ver ampliación EIRNA/Stefan Tolksdorf
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El concepto de la Nueva Ruta de la Seda apunta hacia un nuevo paradigma para la humanidad, dijo Zepp-LaRouche a su público, lejos de la "geopolítica" que causó dos guerras mundiales en el siglo pasado, y plantea reemplazar esto con la idea de los fines comunes de la humanidad, lo cual se refleja en la política de "todos ganan" de Xi Jinping. Aunque "Una franja, una ruta" ha llegado a ser el término escogido para el proyecto chino, la señora LaRouche subrayó la importancia del precedente de la Ruta de la Seda. Dijo que, "Debemos mantener el término Nueva Ruta de la Seda, en tanto que expresa claramente la visión cultural de cooperación, manifiesta en la antigua Ruta de la Seda".
Luego se refirió a la crisis en el Medio Oriente y al flujo masivo de refugiados hacia Europa desde las zonas devastadas por la guerra, creadas por la política de Estados Unidos bajo Bush y Obama. Hay un reconocimiento muy reciente de parte de muchas naciones europeas de que debe haber un cambio en la política y que se debe erradicar las causas de la crisis de los refugiados. No es suficiente luchar militarmente contra los extremistas islámicos; también debe haber una reconstrucción económica real de toda la región, que ahora está completamente destruida por la guerra, para crear un futuro para la juventud que ahora está atrayendo la violenta yihad.
"Podemos extender la Ruta de la Seda al Medio Oriente, creando centros de desarrollo. Podemos hacer florecer los desiertos y crear nuevas ciudades. La Nueva Ruta de la Seda puede sentar un orden de paz para el siglo 21. Si prospera, creará una nueva era de la civilización, y si fracasa, entraremos a una nueva era de tinieblas", sentenció.
Revertir 40 años de desastre
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Bill Jones, director de la oficina de EIR en Washington, describió luego las inmensas posibilidades que se abren para el mundo, incluyendo Estados Unidos, con la ejecución del proyecto de la Ruta de la Seda. Mencionó que en 1975 Lyndon LaRouche propuso la creación de un Banco de Desarrollo Internacional para financiar el desarrollo del Tercer Mundo, y que el Ministro de Relaciones Exteriores de Guyana, Fred Wills, en colaboración con LaRouche, hizo un llamado en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1976 a favor de un Nuevo Orden Económico Internacional y una moratoria a la deuda para las naciones en desarrollo.
"Pero no habría un nuevo orden económico internacional ni una moratoria a la deuda", dijo Jones. Y el mundo entró luego a una nueva fase de expansión inflacionaria del sistema financiero mundial, que hoy bordea los dos mil billones de dólares de deuda acumulada e impagable. "El proyecto del presidente Xi de la Iniciativa de una Ruta de la Seda terrestre y marítima, ahora brinda la posibilidad de revertir esa peligrosa trayectoria. El mundo contempla con asombro el desarrollo de China en las últimas décadas, y ahora China ofrece un desarrollo similar para el resto del mundo”, agregó.
Jones también mencionó que, aunque el gobierno de Estados Unidos ha sido muy fría con el proyecto, hay un creciente entendimiento en Estados Unidos, en particular en los niveles estatal y local, que están sufriendo enormemente los efectos de la crisis financiera, así como entre los estratos industriales, que lo que China está haciendo, y está ofreciendo al mundo, representa un rayo de esperanza en una situación económica por lo demás desastrosa.
Reconocimiento de los expertos
A estas dos presentaciones le siguieron comentarios de ocho destacados estudiosos chinos, que habían leído el informe. Su reacción al mismo fue absolutamente electrizante. El profesor Bao Shixiu, ex profesor de estrategia militar de la Academia de Ciencias Militares del ELP, dijo que juntar a los países de la región en torno a la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda, en un proceso de desarrollo regional, era la tarea de hoy. "También se relaciona con la idea del buen gobierno. A todos les gusta esta idea. Así crearemos un buen vecindario y empezaremos a construir un destino común europeo", añadió. Esta también es la idea que sostiene a la noción del puente terrestre euroasiático que propuso el Instituto Schiller en la década de 1990, recordó.
Ding Yifan, ex subdirector del Instituto de Desarrollo Mundial del Centro de Investigaciones para el Desarrollo, del Consejo de Estado de la República Popular China, subrayó la importancia de las ideas económicas de Lyndon LaRouche, que son la base del informe. "He conocido el Instituto Schiller desde hace mucho tiempo –dijo– y he aprendido mucho de ellos. Tienen ideas muy específicas sobre la economía mundial. La idea en que se basa la perspectiva de LaRouche sobre la economía es la de la economía física. LaRouche utilizó el término entropía negativa para caracterizar las leyes fundamentales de una economía que funciona saludablemente", dijo Ding Yifan.
"Helga Zepp-LaRouche propuso el concepto del Puente Terrestre Euroasiático como una idea para evitar la guerra", agregó Ding. "La nueva idea de la Franja y Ruta ha recibido gran atención del mundo entero… No podemos permitir que el capital controle todo. Más bien, nosotros debemos controlar el capital".
Shi Ze, del Instituto de Estudios Internacionales de China, explicó que el problema del mundo hoy lo ocasiona el pensamiento geopolítico. "La geopolítica ha conducido a la peligrosa situación que tenemos hoy. El objetivo del informe es desarrollar una idea para reemplazar a la geopolítica. Y esa idea la encontré en este libro", dijo Shi. "Por otra parte, tenemos el aspecto económico del informe, que pone el énfasis en crear infraestructura. Tenemos que ver las necesidades de infraestructura de los otros países", añadió. "Confío en el desarrollo del Puente Terrestre y creo que la señora LaRouche ha hecho grandes avances en su idea", concluyó.
Tao Qingmei, de la Fundación Camino Largo, de Pekín, mencionó que el informe también propone el tema de un nuevo orden y una nueva relación entre las naciones. "Este libro refleja los puntos de vista de expertos de Estados Unidos y en verdad se ganaron mi respeto. Debemos de repensar el mundo sobre la base de las nuevas relaciones entre las naciones".
Wang Xiangsui, director del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Pekín, se refirió al informe como "una ruta para el futuro". "Hoy tenemos que partir desde una perspectiva regional, que incluya la economía, la política y la cultura. China está aprendiendo de otros países. Y este libro es muy importante en ese sentido", dijo.
Zhang Jianping, director del Departamento de Cooperación Económica Internacional de la Comisión de Desarrollo Nacional y Reforma, subrayó la naturaleza colaborativa de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda y su apertura a todas las naciones. Mencionó el escepticismo de parte de Estados Unidos sobre el proyecto de la Ruta de la Seda, pero observó cierto cambio político con relación al punto de vista de Estados Unidos sobre el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. Por otro lado, Europa se está entusiasmando completamente con el proyecto. Zhang consideró que el informe de EIR, al que también señaló como el resultado de 20 años de trabajo, es un elemento importante para promover la idea de la Nueva Ruta de la Seda en Estados Unidos.
Zhao Changhui, del Banco de Exportaciones e Importaciones de China, felicitó a la Editorial Progreso por publicar este informe. Llamó al proyecto de la Ruta de la Seda una iniciativa milenaria. "Cuando leemos el informe, tenemos que preguntarnos cómo podemos cambiar las cosas. Nos hace reflexionar en nuestras propias obligaciones". Dijo que los estudiosos deben desarrollar una visión de largo plazo, como se refleja en el informe.
Liu Ying, director del Departamento de Investigación Cooperativa del Instituto Chongyang, señaló que el informe se escribió desde una perspectiva global, pero moderna, incluyendo una perspectiva espacial. "Este informe trata de pronosticar el futuro en lugar de explicar el pasado", dijo.
Todos los participantes recibieron un ejemplar del informe en chino. El Instituto Chongyang había adquirido 1,000 ejemplares que distribuirá gratis a buena parte de los círculos políticos e intelectuales chinos. La conferencia de prensa se difundió ampliamente en la prensa especializada en temas económicos, que destacó que éste fue el primer análisis que hacían "estudiosos americanos" sobre el proyecto chino. En las reseñas de los medios de comunicación también se reconoció ampliamente el papel de la señora LaRouche y del Instituto Schiller como pioneros de este proyecto a principios de la década de 1990.
La participación de alto nivel de ocho estudiosos chinos en el evento, y el auspicio del prestigioso Instituto Chongyang para Estudios Financieros, resaltan el hecho de que el informe de EIR se ha convertido ahora en una fuente autorizada para los estudiosos chinos en cuanto al proyecto "Una Franja, una Ruta". Las ideas económicas defendidas por Lyndon LaRouche durante más de 50 años, se han convertido ahora en un elemento básico para las capas intelectuales de este país, el más poblado del mundo.