DESPUÉS DEL ATAQUE DEL CARTEL A CULIACÁN:
¿Sellarán la frontera Estados Unidos y México contra armas y drogas?
2 de noviembre de 2019.- El 17 de octubre, pistoleros del cartel de la droga atacaron en México y tomaron efectivamente como rehén a la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, de aproximadamente un millón de habitantes y amenazaron con extender su asalto mortal a todo el noroeste del país. Fue un ataque estratégico que todavía estremece a México.
Sería un error fatal ver el asalto del cartel como una respuesta a una maniobra mal preparada del gobierno mexicano para arrestar a un importante narcotraficante. Como destacó constantemente el estadista estadounidense Lyndon LaRouche, el tráfico de drogas no es el propósito del enemigo; más bien, sus carteles son un instrumento de guerra del enemigo contra el pueblo. El enemigo principal, advirtió LaRouche, es el imperio británico, que en el mundo de hoy toma la forma del poder financiero internacional. Ese poder imperial, que opera a través de lo que LaRouche llamo "Narcotráfico S.A.", aprovechó esta oportunidad para mostrar su poder, pero era un ataque a la espera de suceder, si no en Culiacán, en cualquier otro lugar.
México no puede ganar la guerra contra ese poder imperial internacional solo. Sin embargo, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene aliados en la Presidencia de Estados Unidos y en otros lugares a nivel internacional. Barack Obama, propiedad de George Soros, con su política de legalización de las drogas y de tráfico de armas para los carteles, que se hizo famoso en la Operación Rápido y Furioso, ya no es Presidente de Estados Unidos.
Ante este asalto, que amenaza a ambas naciones, el Presidente Donald Trump ha demostrado, una vez más, que no es un instrumento de esos intereses imperiales británicos. Su gobierno se ha comprometido a apoyar a México y al gobierno de López Obrador con palabras y con hechos.
Trump se comunicó rápidamente con López Obrador después del asalto a Culiacán, y bajo la dirección personal de ambos Presidentes, se decidió una acción conjunta contra una vulnerabilidad clave de los carteles: el flujo de armas ilegales de Estados Unidos a México, con las que se arman los carteles mexicanos de la droga. Las agencias gubernamentales de ambos países coinciden en que aproximadamente el 70% de las armas utilizadas por los asesinos del cartel de la droga en México provienen de Estados Unidos, y la mayoría de ellas son de grado militar.
El 21 de octubre se reunieron funcionarios de seguridad estadounidenses y mexicanos en la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México para poner en marcha el “Operativo Frozen”, una operación de seguridad conjunta cuya misión es congelar ese tráfico transfronterizo de armas a los carteles. Estados Unidos y México enfrentarán juntos la amenaza común que "ninguno de los dos países puede enfrentar solo", le aseguró a los funcionarios mexicanos el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
Los medios noticiosos en ambos lados de la frontera han ocultado la noticia de este acuerdo o lo han descartado cínicamente como pura palabrería. Los mismos medios de comunicación también están bloqueando, en general, la estrecha coordinación entre los Presidentes Trump y López Obrador, que puso en marcha el nuevo acuerdo, pero es precisamente esa coordinación la que le da fuerza.
Es en este contexto que el Movimiento Ciudadano LaRouchista de México (MOCILA) emitió una carta abierta al Presidente López Obrador, en la cual identifica los elementos decisivos necesarios para lograr una victoria común exitosa entre estos, la cooperación con China para detener el tráfico de fentanilo y para fomentar el tan necesario desarrollo económico en la región y envió una copia de la carta al Presidente Trump. Junto a este escrito reproducimos esa Carta Abierta, que ya está recibiendo atención en importantes círculos de formulación de políticas en ambos lados de la frontera. Dado el bloqueo deliberado de los medios a estos acontecimientos inmediatos, proporcionamos el siguiente resumen cronológico de los acontecimientos.
El ataque en Culiacán
El 17 de octubre, unidades militares mexicanas se trasladaron a Culiacán para arrestar a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante convicto "El Chapo" Guzmán, que ya se encuentra en la prisión más segura de Estados Unidos. En su informe del 30 de octubre a la nación, sobre los sucesos de Culiacán, el Presidente López Obrador se hizo acompañar de los jefes del Gabinete de Seguridad. El Secretario de Defensa, general Luis Crescencio Sandoval González, informó que Ovidio es un importante traficante de metanfetaminas y fentanilo hacia Estados Unidos. El fentanilo es extremadamente letal, enfatizó el general Sandoval y es "la droga que actualmente está causando el mayor daño a la sociedad en todo el mundo".
Ovidio fue acusado por un tribunal federal de Estados Unidos en abril y, en septiembre, el gobierno de Estados Unidos solicitó a México que emitiera una orden de arresto y extradición a Estados Unidos, en virtud del tratado de extradición estadounidense-mexicano de 1978. Fue el equipo de seguridad del gobierno mexicano asignado para rastrear a Ovidio el que se trasladó el 17 de octubre para ejecutar esa orden.
En cuestión de minutos, llegaron centenares de sicarios del cartel de Sinaloa fuertemente armados a la ciudad desde todo el estado. Concentraron su ataque no solo en las unidades militares desplegadas para capturar a Ovidio, sino que tomaron el control de las rutas clave de transporte en la ciudad, atacaron puestos militares, incluso en las afueras de la ciudad, tomaron a los militares como rehenes y entraron al complejo de viviendas donde viven las familias de los soldados y oficiales.
Los pistoleros del cartel no solo tomaron a la ciudad como rehén, sino que también –informó Sandoval amenazaron con que, si la operación contra Ovidio continuaba, el cartel desataría la violencia en los tres estados vecinos de Sinaloa: Sonora, Chihuahua y Durango; de hecho, una amenaza de llevar a cabo un baño de sangre en todo el noroeste del país, gran parte de ello a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
El general Sandoval detalló el armamento que desplegó el cartel en Culiacán, lo cual incluía armamentos automáticos, antiaéreos y capaces de perforar blindados: AK-41, AR-15, ametralladoras y fusiles calibre .50, así como lanzagranadas de 40 mm. El cartel desplegó vehículos blindados y utilizó radios analógicos y digitales para la comunicación encriptada.
Ante la certeza de que habría un gran número de víctimas civiles en un esfuerzo militar para derrotar a los paramilitares del cartel en ese momento y lugar, el gobierno emitió una orden para liberar a Ovidio y retirar las fuerzas militares. El cartel liberó a sus rehenes, retiró sus fuerzas inmediatas de la ciudad y mantuvo gran parte del armamento que sus fuerzas habían capturado. Pero la orden de arresto de Ovidio no ha sido cancelada, declararon el Presidente López Obrador y el general Sandoval.
Abren el flanco del tráfico de armas
Al día siguiente, el Presidente Trump y el embajador Landau tuvieron una larga conversación, en la que el Presidente Trump expresó su apoyo a México y dijo que está "muy preocupado por la estabilidad del país. Queremos un México próspero y estable, ese es nuestro interés ", informó el embajador en una conferencia de empresarios pocos días después.
El gobierno de Estados Unidos entró en acción. El embajador Landau tuiteó una advertencia a los carteles y sus patrocinadores después de su conversación con el Presidente: "Expreso mi total solidaridad con las fuerzas de seguridad de México y el apoyo de mi gobierno en la lucha contra el crimen organizado transnacional. El bien siempre vencerá al mal. México no está solo. Juntos ganaremos".
Los dos Presidentes hablaron a la mañana siguiente, por iniciativa de Trump. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, informó luego que en esa discusión López Obrador propuso que Estados Unidos y México desplieguen conjuntamente tecnología avanzada para cerrar las fronteras al tráfico de armas mediante el cual se arman los carteles, después de describir a Trump que los narcos habían utilizado en el asalto a Culiacán, rifles calibre .50, que perforan blindados. La idea, dijo Ebrard, "es instalar en todos los cruces fronterizos láseres avanzados, rayos X y detectores de metales, capaces de detectar incluso productos químicos", para interceptar tanto las drogas que van al norte a través de la frontera como las armas que van al sur.
Ese mismo concepto ha sido un elemento central del plan de guerra de LaRouche para derrotar a Narcotráfico S.A. del imperio británico, desde su "Plan de guerra de 15 puntos" de 1985 y que se detalló más recientemente en el artículo de EIR del 29 de marzo de 2019, "El Plan LaRouche para ’sellar herméticamente’ la frontera contra el narcotráfico”, que ha circulado ampliamente en México.
El Presidente Trump estuvo de acuerdo con la idea de "congelar, no reducir, congelar el tráfico de armas hacia México", y pensó que la idea de utilizar tecnología es buena, informó Ebrard. Acordaron que los funcionarios estadounidenses y mexicanos deberían reunirse rápidamente para discutir las opciones.
“El Presidente Trump llamó al Presidente López Obrador esta mañana para destacar nuestro apoyo total a la lucha contra el crimen organizado. Dediquemos nuestra energía a derrotar a los delincuentes que nos amenazan a todos. Juntos podemos", tuiteó Landau después de la llamada. En otro tuit, escribió que "el flujo ilegal de armas y dinero de EEUU a México, como vimos en Culiacán, son la raíz del poder del crimen organizado"; y en otro, "¡Sepan que México tiene un fuerte aliado en este tema en la Embajada de EEUU!"
El Presidente mexicano, por su parte, tuiteó su "agradecimiento" al Presidente Trump por su "respeto por nuestra soberanía y su voluntad de mantener una política de buen vecino", basada en la cooperación para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos".
Dos días después, se puso en marcha el “Operativo Frozen”, como le llamaron los funcionarios de la embajada de Estados Unidos. Los participantes en la reunión en la Embajada de Estados Unidos, entre ellos representantes de las agencias pertinentes de ambos países, acordaron celebrar reuniones ejecutivas cada 15 días para evaluar el avance, agilizar la colaboración entre las agencias "y sellar las fronteras, cada país desde sus propias responsabilidades y dentro de un marco soberano", según la declaración emitida por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México (SPCC) después de la reunión.
"Hoy se presentó el operativo Frozen", tuiteó la embajada de Estados Unidos. "El @USAmbMex Landau subrayó que hay voluntad política para enfrentar el reto compartido”, señaló y proporcionó un enlace a la declaración de la SPCC.
La Cooperación Trump-López Obrador, censurada por los medios
La situación en México es delicada. El miedo comprensible de la gente al poder que muestran los narcos está siendo alimentado por una ola frenética de especulaciones, rumores, medias verdades y poses de políticos asustados que inundan los medios de comunicación, tanto independientes como progubernamentales y de oposición por igual. Los cabilderos de George Soros a favor de la legalización se movieron para aprovechar el ambiente de terror creado por los carteles, para tratar de introducir su plan de legalización de las drogas, de larga data, con la esperanza de hacerlo antes del 31 de octubre. Ese esfuerzo inmediato fracasó, aunque el gobierno mexicano continúa con la puerta abierta a esa opción. El antiguo secuaz de Soros, Jorge Castañeda, abrió un nuevo flanco contra las instituciones de México, emitiendo un llamado a un debate nacional sobre la exclusión de las Fuerzas Armadas de la toma de decisiones políticas y operativas.
Las fuerzas neoliberales nacionales e internacionales que se opusieron a los esfuerzos de López Obrador para reafirmar la soberanía y el desarrollo económico de México están centrando su fuego en el propio Presidente, y en el ataque tratan de insinuar que cuentan con apoyo de Estados Unidos en sus ataques al Presidente de México. En su conferencia de prensa del 24 de octubre, López Obrador contraatacó, y reprodujo un videoclip del discurso del Presidente Trump del 24 de septiembre ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que agradeció a López Obrador, por su nombre, por "la gran cooperación" que Estados Unidos recibe de México en la lucha contra el tráfico de personas y drogas. Fue una acción sin precedentes por parte de un Presidente mexicano, que además es muy celoso de la soberanía de su nación, y que no ha sido reportada en Estados Unidos, y apenas fue mencionada en México.
Los periodistas estaban interrogando insistentemente al Presidente López Obrador por los comentarios de un funcionario del Departamento de Estado, a raíz de lo de Culiacán, de que México no coopera adecuadamente con Estados Unidos para desarrollar una estrategia antidrogas. López Obrador solicitó, en respuesta, que se mostrara el video de Trump, porque los medios habían bloqueado efectivamente los comentarios de Trump. Llamó la atención de los periodistas en particular a la declaración de Trump al concluir el clip, que "México nos está mostrando un gran respeto, y yo los respeto también a ellos".
"Afortunadamente, tenemos una muy buena relación con el gobierno de Estados Unidos", declaró López Obrador. “Nuestra política de seguridad la definimos nosotros, como también ellos de manera soberana deciden sus políticas; en ese marco se entiende que hay cooperación para buscar enfrentar problemas que afectan a las dos naciones”.