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Boletín de prensa internacional

La Comisión Internacional Investigadora de la Verdad en Elecciones
emitió su declaración sobre la elección presidencial en EU

Este artículo se publicó en la edición del 11 de diciembre de 2020 del semanario Executive Intelligence Review.

5 de diciembre de 2020 (EIRNS) – La Comisión Internacional Investigadora de la Verdad en Elecciones se reunió el 28 de noviembre en una audiencia auspiciada por el Instituto Schiller, a fin de escuchar testimonios relacionados con las irregularidades y acusaciones de fraude electoral en la elección presidencial de Estados Unidos. La que sigue es la declaración que emitió hoy el distinguido panel de juristas. Varios de los miembros de la Comisión emitieron también una declaración individual de sus conclusiones.

Declaración de la Comisión Investigadora
de la Verdad en Elecciones
5 de diciembre de 2020

Comisionados:

1) Marino Elsevyf (República Dominicana): Abogado en Derecho; miembro del Tribunal Internacional Martin Luther King de 1995.

2) Simón Levy (México): Doctor en Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); ex subsecretario de Turismo de México.

3) David Meiswinkle (Estados Unidos): Abogado en Derecho en el estado de Nueva Jersey.

4) Juan Francisco Soto (Argentina): Abogado Constitucional; asesor legal de la Entidad Binacional Yacyretá (Presa paraguaya-argentina Yacyretá).

Testigos:

1. William Binney

2. Harley Schlanger

3. Cor. Richard Black

4. Sen. Mario Scavello

5. Bennie Smith

6. Leah Hoopes

El sábado 28 de noviembre de 2020 se celebró una reunión virtual con una comisión de abogados y expertos jurídicos a los fines de escuchar los testimonios de seis testigos sobre presunto fraude electoral en los comicios estadounidenses celebrados el 3 de noviembre del año 2020 y que tuvo una participación récord de votos por la vía de correo antes de dicha fecha.

Los testimonios estuvieron circunscritos a los diferentes problemas e incidentes de los que tuvieron conocimiento en las pasadas elecciones

En resumen: Los testigos relataron una gran cantidad de lo que entendían como violaciones de la ley electoral y de la protección equitativa en virtud de la ley con relación al derecho fundamental al voto y al derecho de que su voto sea contado.

Según sus observaciones, creen que se violó la ley electoral y que las múltiples infracciones podrían haber sido resultado de un plan organizado y orquestado con el fin de violar la ley electoral, en especial en los estados indecisos, y para alterar de manera indebida e ilegal el resultado de la elección, entre los que se incluyen los siguientes ejemplos, aunque no se limitan a ellos:

1) Se informó que las empresas Smartmatic y Dominion eran propietarias de las máquinas de votación y de los programas de computación que fueron utilizados para alterar el voto y dirigir ese voto a favor del candidato demócrata, según el testimonio presentado a la Comisión. Se presentó testimonio sobre los resultados de votación fraudulentos relacionados con estas máquinas en particular, en Venezuela y en Filipinas, y se informó a los Comisionados que se prohibió la utilización de las máquinas de votación en las elecciones en países tales como Suecia, Suiza, Noruega y Gran Bretaña. En particular se alegó fraude electrónico en los estados de Arizona, Georgia, Michigan, Pennsylvania, Nevada, Tennessee y Wisconsin.

2) El testimonio brindado por William Binney, ex director técnico de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos, versó sobre los problemas de seguridad relacionados a las máquinas de votación. Habló sobre las ostensibles incongruencias de que hubiera 100,000 votos en Filadelfia que se informó que ingresaron a las 3:00 horas de la madrugada, todos a favor de Joe Biden. Binney afirmó que él cree que esta anomalía es imposible de justificar sin reconocer la probabilidad de la existencia de fraude.

3) Bennie Smith, experto en máquinas de votación, testificó que se utilizaron programas de algoritmos en las máquinas para votación que causarían el fraccionamiento del voto en favor del Partido Demócrata, violentando así el principio electoral de “una persona, un voto”.

4) El coronel retirado Richard Black, quien fue senador estatal por el estado de Virginia, afirmó que las circunstancias que rodearon las elecciones estadounidenses y el plan de protestas que acompañó estas elecciones eran similares a las protestas de la primavera árabe y los cambios de gobierno en el lejano oriente y en el este de Europa.

Destacó también la quema de la iglesia de San Juan a pocos metros de la Casa Blanca, con lo cual socavaron la autoridad presidencial, así como el elogio de los medios de comunicación a la turbulencia y la insurrección. También mencionó artículos periodísticos de la revista Defense One, donde ex oficiales militares prácticamente pidieron un golpe de Estado en contra del Presidente Trump y sacarlo de la presidencia si no aceptaba el resultado actual de las elecciones.

El coronel Black resaltó que en su experiencia como ex senador estatal, los votantes movilizados voluntariamente a votar, en su inmensa mayoría votan las distintas categorías en la boleta, no solamente a Presidente de la Nación. Por lo tanto resultan inverosímiles los votos llenados con la categoría Presidente pero vacíos en las otras categorías. Esto significaba, a su parecer, la existencia de un fraude masivo que dejó de ganador a los demócratas en la categoría a Presidente, pero victoriosos a los republicanos en las de representantes y senadores o puestos locales o estatales.

5) Del testimonio del señor Harley Schlanger, portavoz del Instituto Schiller, escuchamos sobre el apagón en la madrugada, que afectó las máquinas de votación. También se refirió a informes de la vinculación inapropiada de las máquinas de votar al internet, así como boletas sin firmas y sin verificación. Destacó lo ocurrido en Georgia, Wisconsin y Arizona, donde existen estrechos márgenes en los resultados de las votaciones para determinar el ganador de las elecciones.

También habló de las estrechas relaciones mercantiles y políticas entre lord Mark Malloch Brown, el presidente de la empresa matriz de Smartmatic, SGO, y el multimillonario financista de la Primavera Árabe, George Soros. Asimismo, llamó la atención de las huellas dactilares de Wall Street, la City de Londres y del “Estado Profundo” como protagonistas de esta elección.

También se comentó la importancia de las llamadas “fallas técnicas”, y que las “fallas técnicas” eran indicios de las oportunidades de fraude a los votantes, junto con la existencia de interruptores subrepticios en las máquinas.

6) Escuchamos el testimonio de Leah Hoopes , concejal republicana y observadora de la mea electoral en Pensilvania, quien testificó que desde las 7:00 de la mañana del día de las elecciones, muchos centros de conteo electoral no tenían observadores republicanos. Ella observó que las máquinas de votación no ofrecían un recibo al votante que estaba sufragando o ejerciendo el derecho al voto. Dijo que había visto sin abrir entre 50 y 70.000 boletas y sin cadena de custodia de las mismas y además expresó que se sentía intimidada y muy enojada por la imposibilidad de ejercer el derecho al voto. Declaró que siendo ella observadora, no obstante se le mantuvo a 20 pies o más de distancia y no podía ver ni cuestionar las boletas electorales desde el sitio en que estaba ubicada. Declaró que los escáner no funcionaban y que los votos fueron contados durante dos días y medio en el cuarto trasero sin observadores presentes que verificasen que hacían con las boletas electorales.

7) El senador estatal de Pennsylvania, Mario Scavello, testificó que el Estado de Pennsylvania no había tenido problemas con sus máquinas anteriores, pero no obstante el gobernador del estado retiró la certificación a las máquinas de votación este año y obligó a los votantes de Pennsylvania a adoptar nuevas y problemáticas máquinas de votación. Dijo que se sospecha que esas máquinas son el origen de votación fraudulenta. Esta elección general de 2020 es la primera vez que se utiliza la nueva máquina de votación.

8) El ciudadano mexicano Daniel Marmolejo, periodista, en ocasión de plantear una pregunta a los testigos, habló sobre la importancia de los escáneres para crear un registro de la votación y sobre la vulnerabilidad del voto electrónico. Hizo referencia a la crisis electoral en México en las elecciones de 2006, en las cuales se supuso un fraude contra Andrés Manuel López Obrador, actual Presidente de México.

La Comisión de abogados y expertos juristas tuvo la oportunidad de interrogar a cada uno de los testigos sobre su testimonio. Los testigos tomaron en consideración la batalla jurídica que se libra actualmente en los tribunales de los estados indecisos, y manifestaron su grave preocupación por las violaciones de la legislación sobre derechos electorales y se preguntaron si la Comisión Federal Electoral investigaría el fraude.

Por último, todos los participantes y los miembros de la Comisión expresaron su reconocimiento por los esfuerzos del Instituto Schiller en la organización de esta audiencia sobre la crisis electoral de 2020 en Estados Unidos.

La Comisión escuchó el testimonio de seis testigos fidedignos y de ese testimonio llegaron a la conclusión siguiente:

1) Las elecciones presidenciales en Estados Unidos, celebradas el 3 de noviembre de 2020, parecen haber tenido graves irregularidades, en especial en los principales estados indecisos, lo cual plantea legítimas cuestiones jurídicas y civiles con relación a la violación de las leyes electorales, tanto federales como estatales.

2) La Comisión recomienda que se especifiquen las pruebas de fraude electoral en cada estado, cuya validez debe determinarse en parte mediante pruebas forenses, auditorías a las máquinas de votación, el testimonio de expertos, los relatos de testigos oculares y el interrogatorio y contrainterrogatorio de los testigos en los tribunales.

3) Los tribunales deben determinar si los presuntos votos fraudulentos que aparentemente se produjeron fueron tan significativos y apreciables, que podrían haber alterado e impactado los resultados de las elecciones lo suficiente como para hacerla nula y sin efecto en los estados en los que se produjo la manipulación o alteración del voto.

4) Se deben convocar a sesión a las comisiones competentes en cada una de las legislaturas de los estados en los que hubiesen informes de graves irregularidades. No se pueden validar los votos cuando existe una “duda razonable” de que puedan haber sido fraudulentos. Además, es una responsabilidad constitucional (cf. Constitución de los Estados Unidos, 1787) que corresponde a cada uno de los estados, arbitrar con todos los medios a su alcance para proteger los votos emitidos de acuerdo a la voluntad del votante.

5) Debe haber una investigación penal federal sobre la posibilidad de una conspiración para socavar la elección presidencial de 2020, no solo por parte de los intereses nacionales e internos que puedan haber estado involucrados, sino también por parte de la posible conexión con agentes extranjeros y/o países que trasgredirían la soberanía y la libertad de Estados Unidos y sus ciudadanos.

Entre las prácticas cuestionables del día de la votación que se mencionaron en el testimonio de los testigos, y que deberían investigarse, se cuentan las siguientes:

1) Terceros que votaron en un número incalculable de boletas de voto por correo en ausencia adquiridas ilegalmente sin verificación de firma.

2) A los contendientes republicanos se les negó el derecho de observar y supervisar la votación.

3) A los contendientes republicanos se les negó el acceso a la supervisión de los votos en ausencia.

4) Se contaron votos no elegibles.

5) Falta de verificación de firmas.

6) Se recibieron boletas en ausencia que no fueron solicitadas.

7) Acceso remoto a las máquinas de votación.

8) Resolución de problemas de las máquinas de votación, a distancia.

9) Posibilidades de acceso subrepticio en esas máquinas.

10) Control poco riguroso de las tarjetas de memoria.

11) Procesamiento precoz de los votos en ausencia.

12) Boletas en ausencia que nunca fueron solicitadas.

13) Votos de personas que se mudaron del estado.

14) La integridad de las máquinas de votación y la manera en que se cuentan los votos.

15) Los escáneres no funcionan.

16) La influencia de los medios noticiosos.

17) La influencia de las plataformas de redes sociales.

18) La influencia de George Soros, lord Mark Malloch-Brown, y de otros.

19) La influencia de Wall Street, de la City of Londres y del “Estado Profundo”.

 

Lic. Marino J. Elsevyf Pineda

Voto razonado

Luego de escuchar los testimonios y valoraciones en la audiencia virtual celebrada el 28 de noviembre del 2020, patrocinada por el Instituto Schiller, junto a los demás eminentes colegas miembros de la comisión, queremos expresar nuestro voto razonado en relación a la crisis post electoral (Nov. 4 /20 ) en los Estados Unidos de América:

1.- El pueblo estadounidense ha sido saboteado y frustrado por la manipulación electoral al ejercer el sufragio y depositar su voto en las urnas, donde se percibe con duda razonable, una impronta fraudulenta en las máquinas de votación proporcionadas por las empresas que suministraron el servicio de la votación (Smartmatic y Dominion); el apagón eléctrico ocurrido en la madrugada que hubo las elecciones y el conteo de los votos; así como la denuncia seria, grave y concordante, que indica el uso de algún algoritmo para desviar las votaciones electrónicas.

2.- Se trata de una vieja práctica consuetudinaria de la cual fue víctima Lyndon LaRouche, en sus candidaturas internas del Partido Demócrata, con la complicidad de los órganos de información y funcionarios estatales y federales, que han privatizado el proceso electoral de Estados Unidos y lo han sometido a su propio control de intereses particulares extra nacionales, comprometidos con la globalización, en cuyo proceso se ha convertido a los partidos políticos estadounidenses en clubes privados, para colocar al socio que le convenga a sus intereses estratégicos mundiales de globalización.

Nos recuerda el caso de los funcionarios del estado de Tennessee en enero del año 2000, el estado natal del candidato demócrata en aquel entonces, Al Gore. Los partidarios de LaRouche solo necesitaban 2500 firmas para registrar su candidatura, pero los funcionarios locales de Tennessee se rehusaron a verificar las firmas e inscribir la candidatura de Lyndon LaRouche.

Lo mismo sucedió en Connecticut, igual que en Michigan, en Arizona, en Carolina del Sur, y en Utah, donde no solo privatizaron el proceso electoral sino que también los derechos de los estadounidenses a elegir un candidato.

Hoy la víctima se trata nada más y nada menos que el actual Presidente Donald Trump, a quien le han galvanizado el país con innumerables turbas y protestas preconcebidas, en una estrategia ordenada por las élites financieras, que han tomado partido en forma desesperada, para evitar elecciones libres, justas y democráticas y con respeto a los derechos electorales del pueblo estadounidense.

En medio de esta gran crisis sanitaria, producto de la pandemia de la COVID 19, cuya consecuencia ha sido la más grave crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial y la depresión de 1929, las fuerzas económicas de los otrora grupos venecianos, identificados hoy en los casinos financieros de Wall Street y la City de Londres, apertrechados en los medios de comunicación y en las redes sociales que controlan la información y a los ciudadanos en su privacidad, esas fuerzas han dividido al pueblo estadounidense en forma radical.

Somos de la opinión jurídica, que en cada uno de los estados en donde se haya comprobado la manipulación de las elecciones a través del sistema de votación y el sufragio de los votos electorales por correo, que se debe verificar si los conteos, conforme a la ley de derechos electorales propiedad del pueblo estadounidense, y anular las elecciones fraudulentas en los estados donde se haya cometido fraude significativo, cuyo alcance pudiera razonablemente variar los resultados preliminares de las presentes elecciones estadounidenses, ya que existen dudas razonables para originar la investigación de los crímenes electorales.

 

Voto del Dr. Juan Francisco Soto:

Hemos escuchado testimonios muy claros sobre distintos medios de alteración y violación del sistema legal electoral estadounidense en los comicios celebrados el 3 de noviembre, que nos permiten aseverar con convicción que existió un fraude masivo, y que por lo tanto el Presidente Donald Trump ganó las elecciones. Ahora es el turno de las respectivas autoridades constitucionales.

Al momento en que cada uno de los Estados cumpla con la sabia Constitución de los Estados Unidos de América de 1787, cuando dice Artículo Dos, Primera Sección, Cada Estado nombrará, del modo que su legislatura disponga, un número de electores igual al total de los senadores y representantes a que el Estado tenga derecho en el Congreso, pero ningún senador, ni representante, ni persona que ocupe un empleo honorífico o remunerado de los Estado Unidos podrá ser designado como elector”, deben tener presente la sabia garantía constitucional de que no pueden privar del derecho a la propiedad (en su carácter de contribuyentes que indirectamente a través de sus representantes solventan a Smartmatic/DominionVote), y a la libertad (de elegir libremente a sus representantes y que se garantice la protección al voto) sin respetar los pasos o instancias del Debido Proceso Legal, como lo obliga la Enmienda XIV, Punto I “…tampoco podrá Estado alguno privar a cualquier persona de la vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso legal; ni negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus límites jurisdiccionales la protección de las leyes, igual para todos”. Resaltamos la última parte de este punto I de la Enmienda IV, que implica también un llamado urgente a los Jueces con Jurisdicción Federal a garantizar el cumplimiento de la leyes que protegen a los ciudadanos en condiciones de igualdad para todos.

Por lo tanto la Justicia Federal y cada uno de los Estados mencionados, deben someterse al principio que garantiza que cada uno de sus ciudadanos dispone de determinadas garantías mínimas para que el resultado de este proceso electoral tenga un tratamiento equitativo y justo para todos los votantes. Este Derecho implica que los ciudadanos que denuncian fraude, puedan ser oídos ante los respectivos jueces con posibilidad de brindar las pruebas que consideren pertinentes, haciéndose extensivo a todas las legislaturas, quienes también están obligadas a habilitar el procedimiento de recepción de todos los testimonios y pruebas.

Declaración de David R. Meiswinkle
Comisión Investigadora Internacional por la Verdad en Elecciones
5 de diciembre de 2020

  1. El Instituto Schiller me solicitó que yo, David R. Meiswinkle, abogado del estado de Nueva Jersey desde 1989, fuera miembro de un panel de expertos en leyes y abogados para escuchar el testimonio de testigos respecto a lo que percibieron como infracción a la ley electoral con relación a la elección general del 2020.
  2. Me acompañaron en el panel tres distinguidos expertos jurídicos.
  3. Escuchamos las declaraciones de siete testigos que hicieron referencias específicas a numerosas acciones que ellos consideraron que eran una infracción a la ley electoral.
  4. Tomé parte en este proceso como ciudadano individual y como abogado, no como un experto en derecho electoral.
  5. Sin embargo, he tenido experiencia como abogado privado en la anulación de una elección Primaria al probar en un tribunal estatal la utilización fraudulenta de boletas electorales en ausencia.
  6. Además he participado en un número de elecciones Generales como candidato, en las que se vio la necesidad de notificar al fiscal general estatal durante la elección, en procura de su asistencia debido a las grandes infracciones atroces a la ley electoral por parte de la oposición, que resultaron en demandas federales.
  7. La evidencia que se presentó a los Comisionados no fue hecha bajo juramento, sin embargo la significación de los testigos y la información presentada parece haber sido sincera, congruente y creíble. A cada uno de los testigos les fueron hechas algunas preguntas luego de que hicieron sus presentaciones.
  8. l balance final que yo hago es que parece ser que los testigos parecen coincidir en que ocurrieron graves y múltiples infracciones a la ley electoral, con relación a la elección General del 2020.
  9. Hubo también un consenso respecto a que esta apariencia de irregularidades se debía investigar y desafiar.
  10. Para el propósito de mi participación en este proceso, yo no hago parte de ninguna agrupación política, pero estoy dedicado a la Constitución de Estados Unidos y a la Declaración de los Derechos y a la necesidad de unas elecciones libres y la importancia y santidad del voto para preservar y proteger nuestras libertades y la democracia en Estados Unidos.
  11. Tanto mi opinión privada como profesional con respecto al testimonio de los testigos es que hay una apariencia seria de irregularidades de conducta ilícita en torno a las elecciones Generales del 2020 que han sido planteadas por testigos confiables y que es necesario investigar más a fondo y desafiar en los tribunales tanto a nivel estatal como Federal.
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Comisionados (dextrorso desde la izquierda superior): Marino Elsevyf, Simón Levy, David R. Meiswinkle, y Juan Francisco Soto.

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