Internacional
Putin apela al verdadero EU
por Rainer Apel
Algo especial sucedió este año en la 43 Conferencia
Internacional sobre Seguridad de Múnich, que tuvo lugar del 9 al 11 de
febrero. En los últimos diez años han participado funcionarios
rusos en esta reunión, antes conocida como la conferencia de Wehrkunde,
pero ésta es la primera vez que habla un presidente ruso. Desde el
momento en que Vladimir Putin tomó la tribuna y, con una sonrisa
irónica, anunció que hablaría sin tapujos
diplomáticos, aseguró que lo que estaba por decir sería la
comidilla de la reunión y, después, de la prensa
internacional.
Con 250 políticos y expertos en defensa procedentes de unas 40
naciones, la mayoría de la OTAN, el público de la reunión
de Múnich fue el ideal para que el dirigente ruso respondiera a las
muchas provocaciones del Gobierno de Bush y Cheney contra Rusia. Y, aunque
podía esperarse un discurso áspero, la llaneza de Putin parece
haber tomado por sorpresa a los estadounidenses, que integraban una tercera
parte de los asistentes. Las caras largas del secretario de Defensa Robert
Gates, los senadores John McCain, Joe Lieberman y Lindsay Graham, así
como de los ex embajadores John Kornblum, Richard Burt y Richard Holbrooke,
fueron testimonio elocuente de que el Presidente ruso los había
conmocionado.
“¡He estado esperando este discurso de un dirigente ruso desde
que la OTAN bombardeó Yugoslavia en 1999!”, comentó un
lector de EIR de la comunidad emigrante rusa en EU.
No obstante, mientras que la prensa occidental tildaba al discurso de Putin
del ataque más grande a la fecha contra EU, e incluso de “una nueva
Guerra Fría”, todos omitieron el hecho de que el Presidente ruso
empezó con una cita cuidadosamente escogida de Franklin Delano Roosevelt.
“Cuando la paz se ha roto en cualquier parte, la paz de todos los
países de todas partes peligra”, dijo Putin, al citar la
“charla informal” radiofónica de Roosevelt del 3 de
septiembre de 1939, dos días después de que los nazis invadieran
Polonia y estallara la Segunda Guerra Mundial.
No fue un ataque a EU
Como muestran estos señalamientos, su discurso no fue un ataque a EU
en lo absoluto, sino a la perversión de la política estadounidense
a manos de traidores a la verdadera identidad de Estados Unidos de
América, como el vicepresidente Dick Cheney y su esposa, George Shultz,
el doctor Bernard Lewis, Henry A. Kissinger, etc. Igual de sorprendente fue que
Putin también afirmó, desde el principio, su entendimiento de que
la política económica es el corazón de la seguridad:
“Es bien sabido que la seguridad internacional abarca mucho más que
problemas relacionados con la estabilidad militar y política. Implica la
estabilidad de la economía global, superar la pobreza, la seguridad
económica y fomentar un diálogo de civilizaciones”.
Más adelante Putin expresó disgusto por el cinismo con que lucran
los intereses financieros internacionales bajo la égida del libre
comercio y la “igualdad de oportunidades”, como Rusia misma lo ha
vivido en carne propia en sus largas negociaciones para incorporarse a la
Organización Mundial del Comercio.
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El presidente ruso Vladimir Putin habla el 10 de febrero ante la
Conferencia Internacional sobre Seguridad de Múnich. (Foto: Oficina Presidencial de Prensa e Información). Putin
citó a Roosevelt: “Cuando la paz se ha roto en cualquier parte, la
paz de todos los países de todas partes peligra”. |
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El presidente
Franklin Delano Roosevelt se reúne en El Cairo en 1943 con el general
Chiang Kai-shek de China (izq.), y Winston Churchill de Gran Bretaña y
madame Chiang Kai-shek (der.). (Foto: Biblioteca Franklin Delano
Roosevelt). |
Putin no sólo atacó directamente la política del
Gobierno de Bush y Cheney, sino que también advirtió del desastre
estratégico al que llevará al propio EU, de seguir
aislándose a nivel internacional y arriesgándose a una nueva era
de enfrentamiento con Rusia, China, India y otras naciones. Los planes de
asentar sistemas estadounidenses de defensa contra proyectiles en Europa
Oriental, cerca de la frontera rusa, sería un paso hacia semejante nueva
era, porque Rusia se vería obligada a responder con “medios
asimétricos”, advirtió Putin. A sólo unas semanas de
que China demostrara sus capacidades avanzadas de defensa, al derribar un
satélite suyo con ayuda de tecnología láser, la referencia
de Putin a medios “asimétricos” significa alternativas,
investigación y avances similares que ya tienen lugar en Rusia. Aunque en
la diplomacia oficial rusa sigue imperando un acento en el control
armamentístico.
La delegación estadounidense neoconservadora, que era obvio esperaba
aprovechar la reunión como una tribuna para atacar a Irán y Rusia,
reaccionó a Putin batiéndose en retirada a pláticas de
trastienda. Según se informó, al senador McCain, quien
sería el primer estadounidense importante en hablar después de
Putin, lo presionaron para que contraatacara con fuerza, pero optó por
minimizar el discurso del Presidente ruso. Lo mismo hizo Gates, al disculpar las
palabras de Putin como las de “un viejo espía” como
él.
En consecuencia, los europeos perdieron aun más la confianza en el
equipo de Bush y Cheney. Esto fue particularmente cierto entre la
delegación alemana, que afirmó que lo que Putin había dicho
sobre el desastre político de EU era cierto y comprensible, en vista de
las provocaciones contra Rusia. Los alemanes expresaron el parecer de que, aun
si hubiera oposición a Putin, Bush se había ganado la
desconfianza.
El mismo sonsonete neoconservador
El ministro de Defensa ruso Serguéi Ivanov habló de las
“antiguas cajitas musicales que tocan la misma canción una y otra
vez”, mofándose al parecer del estilo típico de debate de
los neoconservadores estadounidenses. También flanqueó el plan de
Bush y Cheney de establecer sistemas de defensa antiproyectiles en Polonia y la
República Checa, al reiterar una vieja propuesta de cooperación
ruso–europea en la creación de un sistema conjunto de defensa
contra proyectiles. Andreas Schockenhoff, presidente del Grupo
Ruso–Alemán de Parlamentarios, respondió con un llamado al
diálogo entre Europa y Rusia, sobre cómo reflejar los intereses de
seguridad de cada parte en un futuro sistema de defensa. Andreas Schockenhoff
(un demócrata cristiano), presidente del Grupo Ruso–Alemán
de Parlamentarios, respondió a esto llamando al diálogo entre
Europa y Rusia sobre cómo reflejar los intereses de seguridad de todas
las partes en un futuro sistema de defensa. Rainaer Arnold, vocero de
política de defensa de los socialdemócratas, se pronunció
en el mismo sentido.
De realizarse como es debido, semejante iniciativa de Múnich
podría contribuir a un diálogo estratégico entre EUA y
Rusia, como el que Lyndon LaRouche propuso hace casi 25 años en su
revolucionaria Iniciativa de Defensa Estratégica, misma que adoptó
el presidente Reagan en marzo de 1983 y recibió gran apoyo en Europa. Al
evaluar la naturaleza de la reciente prueba antisatélites de China,
LaRouche instó a revivir el espíritu de la IDE y, en particular,
les pidió a los rusos que esta vez la compartan, no como en
1983.
La franqueza del discurso de Putin le envió un mensaje claro a
aquellos europeos a los que no los ciega del todo la ideología
neoconservadora, de que la seguridad de Europa no depende de guiones antirrusos
ni antiestadounidenses, sino más bien de la cooperación
ruso–estadounidense en la tradición de Roosevelt. También es
muy obvio que no sólo los europeos, los chinos y los indios deben
integrarse a esta cooperación, sino también los iraníes,
cuyo negociador en materia nuclear, Ali Larijani, reiteró en su discurso
la oferta de Teherán a Washington de iniciar pláticas directas,
fundadas en el respeto mutuo, sobre los asuntos más delicados.
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