Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 6

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Al Gore (izq.) recibe su Oscar de manos de Davis Guggenheim el 25 de febrero de 2007. El cursi mundo irreal de Hollywood fue el lugar idóneo para premiar a Gore por un “documental” que, de hecho, no es más que propaganda fundada en un fraude científico. (Foto: . AMPAS).


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