Economía

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 6

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Internacional

 

El movimiento de LaRouche avanza en Italia

por Andrew Spannaus

El Movimento Solidarietà, que es la organización política del estadista norteamericano Lyndon H. LaRouche en Italia, ha emprendido una campaña para ampliar con rapidez su fuerza organizativa por todo el país. Esta ofensiva capitalizará la excelente respuesta que han encontrado ahí las propuestas de LaRouche para la reorganización del sistema monetario internacional como una alternativa a los planes de guerra permanente y una nueva era feudal de la oligarquía financiera.

Uno de los nuevos cambios es que la publicación periódica del movimiento cambió de nombre, de Solidarietà a Solidarietà e Progresso (Solidaridad y Progreso, que es también el nombre del partido político asociado con LaRouche en Francia). Acaba de imprimirse una edición de 40.000 ejemplares del boletín, lo cual representa un aumento exponencial respecto al tiraje anterior, y los activistas y simpatizantes del movimiento están repartiéndolo por todo el país, en colaboración con cuatro miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM), quienes viajaron a Italia desde Berlín.

El viraje en la intensidad de las actividades del movimiento se formalizó con un cambio de dirigencia, la cual fue ratificada en una reunión de los miembros que tuvo lugar en Milán el 18 de marzo. La nueva directiva del movimiento la integran: Liliana Gorini, presidenta; Claudio Celani, vicepresidente; y Andrew Spannaus, secretario general. La nueva dirigencia ha decidido seguir la pauta del movimiento internacional de LaRouche, para emprender una campaña organizativa de masas, que consistirá en la distribución de impresos a gran escala con un acento en el reclutamiento de jóvenes al Movimiento de Juventudes LaRouchistas, desafiándolos a que reconozcan su responsabilidad por el futuro de un mundo al que la actual élite política y cultural ha arrojado al matadero.

Como ha puesto de relieve LaRouche en incontables ocasiones, la clave de semejante liderato estriba en revivir los avances conceptuales de grandes mentes como las de Carl Friedrich Gauss y Johannes Kepler, y en esforzarse por reproducir el proceso creativo que demuestran la obras polifónicas de grandes compositores clásicos como Juan Sebastián Bach y Amadeus Mozart.

Lyndon LaRouche y su Movimiento de Juventudes Larouchistas están decididos a reimponer la cordura en el mundo, e Italia no es la excepción. “Estoy en esta pelea para ganar, por un nuevo sistema financiero que asegure los próximos 50 años de la Tierra, por un futuro para las generaciones jóvenes”, dice LaRouche. (Foto: Stuart Lewis/EIRNS).

El nuevo boletín Solidarietà e Progresso es el arma con el que el movimiento de LaRouche está creando un movimiento de masas en Italia, empezando con la distribución de los 40.000 ejemplares de su edición príncipe. El encabezado reza: “Bush y Gore, las dos caras del nuevo fascismo”.

 

El encabezado principal de la edición príncipe de Solidarietà e Progresso es “Bush y Gore, las dos caras del nuevo fascismo”. Los artículos explican cómo es que la oligarquía angloholandesa está usando el fraude de que el cambio climático mundial es obra del hombre, para manipular a personas que de otro modo se considerarían “contrarias a lo establecido” a que apoyen precisamente las políticas librecambistas antihumanas de la globalización que ya han destruido al Tercer Mundo, y que amenazan con eliminar cualquier posibilidad de que las naciones más importantes del mundo impidan que caigamos en un período prolongado de guerras y depresión.

Al oponerse a las políticas dirigistas a favor del desarrollo tecnológico y económico, en el nombre de preservar el “equilibrio” del planeta, caen directo en el juego de la cúpula financiera que pretende usar el libre mercado para impedir que los países hagan las inversiones productivas que les permitirían zafarse de las garras de los carteles y los especuladores financieros internacionales.

A derrotar siglos de propaganda verde

En Italia, como en Alemania, a la población la han bombardeado desde muy temprana edad con propaganda ambientista en los últimos años. Sin embargo, también hay un reconocimiento muy difundido del estado de quiebra en el que se encuentra el sistema financiero internacional, y una identificación positiva con las políticas a favor del crecimiento que permitieron la reconstrucción de la nación después de la Segunda Guerra Mundial. Uno de los reflejos más claros de este potencial es la respuesta que ha encontrado el movimiento de LaRouche a sus campañas entre los estratos políticos de Italia, que en repetidas ocasiones han propuesto iniciativas públicas a favor de una reorganización del sistema financiero y monetario internacional al estilo del Nuevo Bretton Woods de LaRouche. En 2005 la Cámara de Diputados aprobó la propuesta del diputado Mario Lettieri, de convocar a “una conferencia internacional al nivel de jefes de Estado y de Gobierno, para definir un nuevo y más justo sistema monetario y financiero mundial”.

El 13 de febrero de 2007 LaRouche habló en la famosa Sala del Cenáculo de la Cámara de Diputados en Roma, a invitación del diputado Andrea Ricci, un ex profesor de economía que escribió un libro sobre el Nuevo Bretton Woods, en el que cita las propuestas que LaRouche planteó en una conferencia que tuvo lugar en la Universidad Católica de Milán en 2001.

Tanto Ricci como Gennaro Migliore, el dirigente de la facción del partido Rifondazione Comunista en la cámara, que es parte de la coalición de centro–izquierda que dirige el primer ministro Romano Prodi, hicieron hincapié ahí, en que quieren tender lazos con aquellas fuerzas de Estados Unidos que encabezan la lucha contra Bush y Cheney, para así acabar con el falso debate sobre quién es pro estadounidense y quién antiestadounidense en relación con la política bélica del Gobierno actual. Migliore también respondió muy bien al llamado de LaRouche por un nuevo tratado de Westfalia como el fundamento de las relaciones de cooperación entre los Estados nacionales, en oposición al enfoque imperial de la globalización.

LaRouche también se reunió en esa ocasión con miembros de la coalición de oposición, entre ellos algunos que habían participado en otros debates anteriores en el Parlamento sobre el Nuevo Bretton Woods, y con una personalidad de centro–derecha que ha hablado sin tapujos a favor de emprender la construcción de grandes obras de infraestructura, en oposición a la ideología monetarista del Pacto de Estabilidad de Maastricht. El Gobierno actual de Prodi, aunque ha roto con el de Bush en cuanto a la guerra en Iraq, sufre una intensa presión para que no reduzca sus tropas en Afganistán y, en particular, para que acelere los recortes presupuestales y las políticas privatizadoras que sólo se han aplicado de manera parcial en Italia en los últimos años.

El programa de Movimento Solidarietà e Progresso para Italia, que pide un aumento de grandes proporciones a la emisión de crédito público soberano para el financiamiento de la industria y la infraestructura, establece la clara alternativa. En referencia al ex miembro de la directiva del Banco Central Europeo, Tommaso Padoa–Schioppa, quien es el actual ministro de Economía, el texto del programa empieza por mencionar una consigna que los activistas del movimiento corearon hace poco en un “día de acción” en el Parlamento italiano en Roma: “Más Roosevelt y menos Padoa–Schioppa”.