Internacional
LaRouche habla en
Roma
con senadores
italianos
por Liliana Gorini y Andrew
Spannaus
“Estoy convencido de que las ideas de
LaRouche deben difundirse. Pueda que sea el sueño de un
’loco’, pero en general son los sueños de tales locos los que
avanzan la historia”. Así dijo el ex ministro de Economía de
Italia y actual vicepresidente del Parlamento italiano y del partido Forza
Italia, Giulio Tremonti, en una conferencia organizada por EIR en
Roma. La opinión vertida por Tremonti coincidió con lo que muchos
políticos italianos dijeron sobre el estadista estadounidense Lyndon
LaRouche, quien estuvo en Roma del 4 al 6 de junio. “Siempre he apreciado
los planteamientos enjundiosos de la revista de LaRouche”, dijo Tremonti,
quien añadió que comparte la opinión de que éstos no
son tiempos ordinarios, sino de transformaciones
profundas.
Tremonti participó el 6 de
junio con LaRouche y Alfonso Gianni, subsecretario de Desarrollo
Económico, en la mesa redonda “El futuro de la economía:
¿Radicalismo de mercado o el Nuevo Trato?” El foro, que tuvo lugar en
el Hotel Nazionale, enfrente del Parlamento de Italia, fue grabado por el
Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (LPAC) y por
Radio Radicale.
Gianni también
externó su acuerdo con la visión de LaRouche sobre un “nuevo
orden económico internacional”, y el hecho de que la
economía productiva modelo, en la que el Estado desempeña un papel
clave, está bajo ataque de los fondos especulativos y de pensiones,
“intereses financieros privados que están subyugando las
políticas económicas de los Estados y la economía
física”. Aunque dijo que discrepa con LaRouche en cuanto a
política ambiental y al papel que deben desempeñar las cuatro
grandes potencias —Estados Unidos, Rusia, China e India— que
LaRouche dice son clave para cambiar la política mundial, lo que es
fascinante es que las palabras de encomio a las propuestas de LaRouche vienen de
políticos tanto del Gobierno como de la oposición, y tanto de la
izquierda como de la derecha, gente que por lo general riñe sobre casi
todo.
A Italia la desgarran una profunda
crisis económica y conflictos políticos que se dejaron sentir
durante la visita de LaRouche; hubo protestas sindicales todo el día
frente al Parlamento. El país está más acostumbrado a la
ingobernabilidad que cualquier otro en Europa, como LaRouche ha recalcado varias
veces, pero es uno en el cual políticos de primera fila buscan una
visión, y la están encontrando en las propuestas de LaRouche, en
su plan de retomar las pautas de Franklin Delano Roosevelt, no sólo en
EU, sino en el mundo entero, en el marco de un nuevo orden económico
internacional representado por grandes proyectos como el del túnel por el
estrecho de Bering (ver pág. 36).
Testimonio ante la Comisión de
Defensa
El 5 de junio LaRouche brindó
testimonio oficial ante la Comisión de Defensa del Senado italiano, en
una sesión anunciada en las actas de dicho organismo como “una
investigación sobre el estado actual y las perspectivas de la industria
de defensa y la cooperación en armamentos: audiencia con el profesor
Lyndon LaRouche”. La audiencia, en la que participaron unos diez
senadores, empezó con las palabras de bienvenida del presidente de la
Comisión de Defensa, el senador Sergio De Gregorio, quien le dio las
gracias a LaRouche por comparecer. LaRouche centró su introducción
en el “uso dual de la economía” para la defensa y
propósitos civiles, y luego presentó una relación
histórica sobre la correspondencia entre la economía, la ciencia y
la guerra, desde el concilio de Florencia (1438–39) y el Renacimiento
italiano del siglo 15, hasta las movilizaciones bélicas de Abraham
Lincoln y Franklin Roosevelt.
También
recalcó la diferencia entre el concepto de Roosevelt sobre la
movilización de una economía para ganarle al nazismo, y la llamada
“revolución en los asuntos militares” actual y la
privatización de los ejércitos que promueve Dick Cheney, lo que
está destruyendo a las Fuerzas Armadas de EU. “Hoy se pretende
destruir este legado —dijo— reactivando las antiguas guerras del
Peloponeso; una guerra prolongada en Iraq y una potencial en
Irán”.
LaRouche (der.) afirmó en Roma que Europa sólo podrá sobrevivir con un nuevo sistema.
La senadora Lidia Brisca Menapace (izq.) entrevista a Lyndon LaRouche el 6 de junio en el
Senado italiano; Liliana Gorini, del Movimento Solidarietà (centro), fungió como
intérprete. (Foto: Roger Moore/EIRNS).
Luego de la audiencia de
una hora, que fue videograbada y estenografiada, senadores tanto de izquierda
como de derecha le agradecieron a LaRouche por su testimonio, y dijeron
coincidir con su planteamiento de que las tales “revoluciones en los
asuntos militares” amenazan la capacidad de los Estados nacionales para
defenderse. El senador Gianni Nieddu, de la coalición de gobierno
centroizquierdista, subrayó que, “no sólo EU no debe
abandonar su soberanía en materia militar, sino tampoco ningún
país europeo”. Añadió que también en Europa
“hay un intento de abandonar la defensa nacional y ponerla en manos de la
Unión Europea”. La senadora Silvana Pisa, que pertenece al partido
del ministro de Relaciones Exteriores Massimo D’Alema, le preguntó
a LaRouche sobre el sistema de defensa contra proyectiles y la oposición
del presidente ruso Vladimir Putin al
mismo.
La senadora Lidia Menapace, que
pertenece a la Comisión de Defensa y también preside otra que
investiga qué papel tuvo el uso de uranio agotado en la muerte de varios
soldados italianos en Kosovo, expresó su aprecio por la profundidad
histórica de la presentación de LaRouche: “Escuché
con mucha atención lo que dijo el señor LaRouche, y espero que no
se tome a ofensa el que yo diga que uno normalmente no espera que un
político americano tenga una cultura tan profunda, así que lo
considero un europeo”. El senador Luigi Ramponi, un general que pertenece
a un partido contrario al de la senadora Menapace, también le
agradeció a LaRouche su presentación y dijo que lleva mucho tiempo
leyendo EIR, y
“lo que usted dijo sobre la crisis financiera resultó ser
profético. También estoy fascinado por sus programas de desarrollo
infraestructural, entre ellos el proyecto del estrecho de Bering, que es clave
para una verdadera paz”. Luego de la audiencia, el despacho de la senadora
Menapace emitió un comunicado de prensa titulado “El otro Estados
Unidos”, que contrastó el informe de LaRouche con la visita del
presidente George Bush a Roma dos días más
tarde.
Al día siguiente LaRouche y la
senadora Menapace sostuvieron una conferencia de prensa en el Senado, que se
convirtió en un diálogo, ya que la prensa estaba demasiado ocupada
con una posible crisis de Gobierno como para escuchar “lo que un cerebro
tan importante tiene que decir”, como dijo la propia senadora respecto a
LaRouche. Menapace inició la conversación diciendo que le
había impresionado mucho la conexión que hizo LaRouche entre el
desarrollo de la infra-estructura y la tecnología militar, que
“invierte el orden de lo que normalmente se dice. . .
También me impresionó lo que dijo LaRouche sobre el uso
pacífico de la energía nuclear, porque no puedo aceptar el hecho
de que la izquierda italiana prohíba su uso, y coincido con el
señor LaRouche en que la ciencia y la creatividad humana pueden resolver
todos nuestros problemas, y la ciencia nuclear puede ir más allá
de las armas nucleares”. Cuando LaRouche dijo que fue innecesario arrojar
bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y que ésa era la
política deliberada de Bertrand Russell para garantizar que ninguna
guerra pudiera ganarse sin armas nucleares, Menapace, que tiene 80 años
de edad y formaba parte de la resistencia antifascista cuando el régimen
de Mussolini, respondió: “Es interesante que usted diga eso, porque
cuando yo tenía 21 años escribí uno de mis primeros
artículos atacando el bombardeo contra Hiroshima y Nagasaki como
inútil e innecesario, como usted dijo. Resulta que ya entonces
estábamos de acuerdo”.
El
diálogo concluyó con un informe sobre el Movimiento de Juventudes
Larouchistas, y cómo ha demostrado que la poca educación
científica que existe hoy puede sobreponerse si los jóvenes de
entre 18 y 35 años de edad reproducen los descubrimientos originales
directamente.
Las políticas de Roosevelt ganan apoyo
notable
La mesa redonda en el Hotel Nazionale
fue un gran paso que impulsó el debate sobre las medidas
económicas necesarias para bregar con la crisis mundial en curso. La
propuesta de LaRouche de reorganizar el sistema monetario–financiero
internacional con un Nuevo Bretton Woods, ha dado pie a muchas iniciativas en
Italia en años recientes. En abril de 2005 la Cámara de Diputados
aprobó una moción instando al gobierno a emprender esfuerzos para
lograr una conferencia internacional que reorganice el sistema financiero
mundial. En febrero de 2007 LaRouche fue invitado a hablar en la prestigiosa
Sala del Cenáculo de la Cámara de Diputados por el honorable
diputado Andrea Ricci, un economista que ha escrito un libro sobre Bretton
Woods, en el cual hace referencia a las propuestas de LaRouche. Esa conferencia
fue copatrocinada por EIR y el
partido Rifondazione Comunista, cuya generación más joven
está ansiosa por demostrar que no es antiamericana, sino que más
bien se opone a las políticas del actual Gobierno de
Washington.
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