La juventud larouchista le ofrece una nueva oportunidad a la raza humana


Lyndon LaRouch con los jóvenes asistentes a una escuela de cuadros
de su movimiento político, en Seattle, VA (Oct.2002)

"Si los hábitos que ha exhibido la generación más vieja en los últimos 30 o 37 años persisten, entonces se acabarán esta nación y esta civilización". Así les dijo Lyndon LaRouche a los jóvenes asistentes a una escuela de cuadros de su movimiento político, que tuvo lugar en Seattle el 27 de octubre. "Por tanto, la generación más vieja, especialmente la generación del 68 —la generación de vuestros padres, que ahora ocupa la mayoría de los puestos principales en el gobierno y otras instituciones influyentes— tiene que abandonar su mal proceder. Tiene que cambiar. Y ustedes tienen que inspirarla a cambiar. Esto se ha hecho antes; puede hacerse de nuevo. Por tanto, ustedes tienen que impartir —adquirir e impartir— lo suficiente de ese sentido de liderato de una generación más joven, que corresponda en general a la gente de su edad, para hacer que esos viejos se sacudan la polilla, y pasemos a una sociedad moderna".

Todo ser humano debe tratarse como "persona dotada del poder creativo para aumentar el poder de la humanidad en y sobre la naturaleza... Ese carácter del individuo hay que protegerlo, sin importar las condiciones. La lucha siempre ha sido cómo encontrar formas de sociedad que reconozcan la naturaleza humana, y que los derechos humanos intrísecos son de esa forma".

Hemos degenerado a un grado tal, dijo LaRouche, que "tomamos distancia de los que sufren. Nos distanciamos de las condiciones en el África, donde las potencias angloamericanas, principalmente, continúan su conducta de un cuarto de siglo de genocidio contra la gente del África al sur del Sahara".

"Vean a México. Fíjense en América Central y del Sur. ¿Qué le hemos hecho a esos pueblos desde 1971? Hemos tratado a la gente al sur de nuestras fronteras, en las Américas, virtualmente como ganado humano. Una vez fueron Estados nacionales soberanos. Les hemos quitado su soberanía y se la hemos dado al FMI y a otras potencias extranjeras; o a los ecologistas, al WWF".

LaRouche les dijo a los jóvenes que "representan la generación de la que debe surgir una nueva chispa de liderato. No necesariamente el único liderato, pero sólo mediante el que ustedes evoquen en esas generaciones que han caído en la decadencia, sobre todo la generación de sus padres, podrán ustedes, y esa generación en la que enciendan una chispa de inspiración, juntas, sacar a esta nación y al mundo del presente atolladero. Por tanto, ustedes deben concentrarse en entender la diferencia entre la sociedad decadente, que generalmente defienden sus padres, o la generación de sus padres, la cual es una sociedad condenada, una cultura condenada, y en descubrir los principios que definen lo que es correcto, lo que es correcto especialmente para sacar a la sociedad de sus dificultades presentes". LaRouche les dijo a los jóvenes algo que todos nosotros debemos tomar a pecho, que sólo "comprendiendo esos principios y aplicándolos a la presente situación, y asumiendo de corazón nuestra responsabilidad por el bienestar general de toda la humanidad —no sólo por la gente de nuestro propio país—, podremos hacer posible una nueva oportunidad para la humanidad".


Lyndon LaRouch conversando con los jóvenes asistentes a la
Conferencia Semestral del Instituto Schiller (Sep.2002)