Lieberman hunde a los demócratas


Lyndon LaRouche y la candidata larouchista al Senado de los EU por Virginia, Nancy Spannaus, hablan en un programa que se transmitió por internet el 19 de octubre.

Con la conclusión de las elecciones congresionales, estatales y municipales de los Estados Unidos del 5 de noviembre, el electorado ahora puede encarar las urgentes realidades que se le vienen encima, incluyendo la caída drástica de los ingresos fiscales a nivel nacional y local, y la depresión económica que embiste. En medio de lo que de otra forma es una falta total de respuestas a esas crisis, el precandidato presidencial demócrata Lyndon H. LaRouche ha tomado la iniciativa de proponer que se lleve a cabo lo que él llama un "super TVA", o sea, un programa urgente de construcción de infraestructura financiado con créditos emitidos por el gobierno, como el enorme programa de la Administración del Valle del Tennessee (TVA, siglas en inglés), de electrificación y gestión de aguas, iniciado por Franklin Roosevelt en medio de la Gran Depresión de los 1930.

Las elecciones del 5, que inclinaron levemente el equilibrio de poder a favor del gobernante Partido Republicano, ni siquiera tocaron esta realidad. Por una parte, el gobierno de George W. Bush se fue por la borda con la histeria de una guerra contra Iraq. Por la otra, la jerarquía del Partido Demócrata, controlada por la facción de Wall Street del llamado Consejo de Conducción Demócrata (DLC, siglas en inglés) de Joe Lieberman, pretendió ser un "segundo Partido Republicano", lo que dejó sin alternativas al electorado en cuanto a la guerra y la crisis económica. Esto resultó en sendas derrotas para los candidatos demócratas en algunas contiendas que debieron ganar, como la gubernatura de Maryland, que perdió Kathleen Kennedy Townsend, hija del finado Bobby Kennedy, que se ciñó a la línea de Lieberman, dándole el triunfo por primera vez a un republicano en más de 30 años; el primer republicano en ganar el cargo desde Spiro Agnew, quien pasó a ser el vicepresidente de Richard Nixon.

De hecho, de 11 candidatos por los que Lieberman hizo campaña, ocho fueron derrotados, y una, la senadora Mary Landreau de Luisiana, quedó aguardando los resultados de una segunda vuelta. Lo que es más significativo es que casi dos tercios del electorado, si no más, no acudió a las urnas.

El momento es propicio para un cambio radical a favor de la alternativa política que representa LaRouche.


Joe Lieberman

Avanzan los candidatos y causas larouchistas

Pese a la debacle que sufrieron los demócratas en general, los candidatos y causas asociados con LaRouche avanzaron en las elecciones de noviembre. En Virgina, Nancy Spannaus, la demócrata larouchista que contendió como independiente contra el senador republicano John Warner, obtuvo 145.719 votos, casi el 10% de los votos emitidos. Dado el intento de la maquinaria demócrata oficial de sabotear las elecciones, estos resultados fueron más que positivos. Spannaus hizo a LaRouche el centro de su campaña, con una serie de cuñas radiales que se difundieron en la ciudad de Washington y que abarcaron el norte del estado, en las que LaRouche habló sobre el "rumbo a la recuperación" y atacó el empuje belicista de los "cheneyacos". También, al final de la campaña, difundió algunas cuñas por televisión. En algunos suburbios de Washington Spannaus sacó el 15% de la votación, y en la ciudad de Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia, el 20%.[FIGURE 21]

Asmismo, Laurie Dobson, la candidata demócrata a la Asamblea Legislativa por el distrito 141 de Connecticut, el estado de Lieberman, obtuvo el 24% de los votos en un distrito mayoritariamente republicano —de hecho, los votantes inscritos como demócratas sólo suman el 10% del electorado—, ¡más del doble de los votos que obtuvo el candidato demócrata en las elecciones previas!

En Michigan, Kerry Lowry, el candidato demócrata a la Cámara de Representantes estatal por el distrito 19, obtuvo el 34,6% de los votos. Lowry sacó 12.209 en un distrito predominantemente republicano. Los que votaron por Lowry estaban respaldando a LaRouche, ya que éste hizo explícita su lealtad a LaRouche y las políticas que representa.

En Nevada, el electorado votó 61% contra 39% en contra del plebiscito para legalizar la marihuana auspiciado por el megaespeculador George Soros. La derrota de la legalización fue una dulce victoria para LaRouche, cuya denuncia del hecho de que la iniciativa era financiada por Soros le acarreó una sarta de calumnias en la prensa local y nacional, incluyendo la revista Times. Claramente, el tiro le salió por la culata a los calumniadores, y el triunfo apuntaló la credibilidad de LaRouche. El senador Joe Neal, el candidato demócrata a gobernador, se apoyó en la denuncia de LaRouche para convencer a la Junta Estatal de Salud a declararse en contra de la legalización.