El 28 de noviembre de 2002, con motivo de celebrarse el Día de Acción de Gracias en los Estados Unidos, Lyndon H. LaRouche, el precandidato presidencial, emitió un mensaje advirtiendo que "es improbable que alguno de los grandes partidos que hoy existen en cualquier nación de las Américas (quizá con la excepción del PRI, en México) sobreviva en su forma presente en los próximos dos años. Hay dos hechos establecidos sobre la situación de EU. Primero, se me eligiría por la fuerza de la misión del Partido Demócrata del presidente Franklin Delano Roosevelt (FDR), y también de la tradición de Abraham Lincoln. Segundo, ningún partido en EU, grande o pequeño, actualmente califica para encarnar esa misión y tradición". De ceñirse el Partido Demócrata a su "posición moderada", es probable que desparezca en el 2003. Hace unos años el senador Ted Kennedy dijo: "este país no necesita dos partidos republicanos". Pero al parecer su sobrina, la ex candidata a gobernadora de Maryland, lo olvidó, dice LaRouche.
En los partidos políticos hoy prevalece la "degeneración intelectual y moral de décadas".
"La virtual bancarrota de los principales sistemas partidistas, no es una coincidencia pasajera. Refleja una forma sistémica de putrefacción intelectual y moral que ha sido la tendencia dominante en la política de EU, Europa y Japón, entre otros, desde los efectos combinados del asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy y el inicio oficial de la guerra en Indochina de 1964–72".
Ahora, añade, la larga ola de decadencia que empezó a mediados de los 1960, llegó al final del camino. "El deterioro económico no es más que la señal más obvia de una cultura que, como el Baltasar bíblico, celebra su inmimente destrucción", dice.
"El sistema está condenado, pero la perspectiva de la opinión popular en esos partidos políticos obra en defensa de ese sistema monetario, usando los métodos de la mentada `austeridad fiscal', que acelera la tasa de destrucción de la base física para la existencia humana. Los partidos vendieron su alma por `un plato de lentejas'. Por tanto, en la medida en que se aferran a sus valores actuales, se han vuelto peor que inútiles para lidiar con las crisis".
Advierte LaRouche que "sería una exageración estúpida suponer que ha quedado atrás la posibilidad de una guerra contra Iraq. Los psicópatas asociados a Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz y Perle en EU, han sido contenidos por el momento, pero esos `zorros', por así decirlo, "todavía andan sueltos en el gallinero' ". Aun así, dice, por el momento "se obvió el peligro de una guerra lunática".
Para emprender el rumbo a la recuperación, dice, el punto de partida debe ser un "Super TVA", refiriéndose a la "Tennessee Valley Autority" (Administración del Valle del Tennessee), la entidad que Roosevelt creó en 1933 para impulsar la infraestructura, la industria, y el desarrollo de la hidroelectricidad y de otra infraestructura en la cuenca del río Tennessee, que fue uno de los motores que sacó a los EU de la Gran Depresión, y todavía hoy día desempeña un papel de suma importancia en la economía de los EU, y es un ejemplo que han copiado todos los países deseosos del desarrollo, desde Australia hasta el Japón, y muchos otros.
Para hacerlo, habrá que allanar el terreno "mediante una sencilla legislación general que: a) establezca que estamos atrapados actualmente en una emergencia mortal, un derrumbe físico–económico sistémico nacional, contra el que la `austeridad fiscal' es intrínsecamente contraproductiva; y, b) estipule que se suspendan, mientras dure la actual situación de emergencia económica, aquellas leyes existentes que pudiesen obstaculizar programas de recuperación como los del intervalo 1933–1964.
"Mi papel personal en esta empresa es único, y al menos virtualmente indispensable. De un proceso de reconstrucción tendrán que surgir partidos políticos viables; de ahí que mi candidatura sea indispensable.
"Lo que resulte de esta iniciativa determinará las políticas futuras y las estructuras de los partidos" de EU y del mundo.
"Como lo previó Mathew Carey, hace mucho tiempo, la podredumbre de nuestro sistema político partidista no es cuestión de unas cuantas manzanas podridas en el barril. La podredumbre está en el barril".