En abril y mayo hubo una "discrepancia inusual" en el panorama económico global, en términos del mercado, según el último informe trimestral del Banco de Pagos Internacionales (BPI), (Bank for International Settlements -BIS por sus siglas en inglés) publicado el 2 de junio.

El BPI dice que, por una parte, están los inversionistas en los principales mercados de bonos gubernamentales, quienes tuvieron que reconsiderar sus expectativas económicas una y otra vez. Ha surgido "una serie de anuncios macroeconómicos preocupantes" en los últimos meses, sobre las economías estadounidense, europea y japonesa, incluyendo "la cifra sorprendentemente débil de la nómina no-agrícola en marzo y abril". Como consecuencia —puesto que los inversionistas esperan más bajas en las tasas de interés de los bancos centrales—, "las tasas de intereses a largo plazo en los principales mercados tuvieron bajas históricas en mayo"

El informe del BPI destaca que, "en contraste, los inversionistas en el mercado bursátil y de crédito descartaron la débil información macroeconómica" y empezaron a comprar acciones, bonos de empresas privadas y bonos del mercado emergente. En los EU, el mercado de bonos de empresas privadas entre octubre del 2002 y mayo del 2003 tuvo una de sus mayores recuperaciones en una década. Las bolsas de valores se recuperaron y al mismo tiempo los inversionistas trasladaron grandes cantidades de dinero a los mercados emergentes como Brasil, Argentina, Turquía o Sudáfrica. Este apremio por las acciones y la deuda secundaria lo impulsaron, por supuesto, los márgenes de ganancia mucho mayores que ofrecía este tipo de inversiones. Sin embargo, estos inversionistas también apostaron a que la economía mundial mejoraría pronto y a que el período de grandes incumplimientos de pagos privados y públicos esencialmente había terminado.

El BPI concluye recalcando que, "en el pasado, pronósticos tales consistentemente han demostrado ser demasiado optimistas".

Los alemanes deben invertir en la infraestructura de la India

Vajpayee con el canciller Gerhard Schröder

Las relaciones entre la India y Alemania recibieron un gran impulso con la visita del primer ministro Atal Behari Vajpayee a Alemania, el 28 y 29 de mayo. Vajpayee se reunió con el canciller Gerhard Schröder, el presidente Johannes Rau y los ministros de Economía, Relaciones Exteriores y Defensa. Las reuniones del 28 de mayo en Berlín culminaron con la firma de un acuerdo para, en adelante, sostener consultas a nivel de gobierno entre ambas naciones al menos una vez al año. El Canciller alemán visitará la India el año próximo para la primera de estas reuniones.

Vajpayee y sus anfitriones alemanes en Berlín llegaron a acuerdos en una serie de asuntos internacionales y estratégicos importantes: 1) ninguna de las dos naciones enviará tropas al Iraq de la posguerra y, por ahora, participarán sólo en la reconstrucción; 2) ambas partes insisten que la ONU desempeñe un papel central en Iraq; 3) ambas partes insisten en que, sin importar los problemas que pueda representar el programa tecnológico nuclear actual de Irán, deben resuelverse estrictamente por medios pacíficos; 4) ambas partes consideran vital que todos los estados vecinos de Afganistán ayuden a estabilizarlo, en estrecha cooperación con Alemania y otros estados de Occidente interesados.

En cuanto al aspecto económico y tecnológico de las relaciones indiogermanas, el discurso de Vajpayee del 29 de mayo en la conferencia económica de ambas naciones en Múnich bosquejó el potencial de una cooperación muy amplia. El Primer Ministro indio conminó a las firmas industriales alemanas a recurrir a su capacidad de ingeniería para participar en la construcción de caminos, ferrocarriles, hidrovías, puertos y plantas de generación eléctrica.

Un resultado importante de las negociaciones sostenidas en Berlín el 28 de mayo por el primer ministro Vajpayee y el Canciller alemán, el ministro del Exterior Fischer y el de Defensa Struck, es la colaboración de ambos gobiernos para estabilizar a Afganistán. China e Irán ya dieron a conocer su compromiso de reconstruir y restaurar la infraestructura de ese país. Irán terminó el trabajo en la principal autopista que conduce a Harat en el occidente de Afganistán, y pronto abrirá la ruta al transporte. China firmó un acuerdo para el proyecto de irrigación Porwan y para la reconstrucción de hospitales, financiado con un préstamo especial al gobierno afgano por 150 millones de dólares.

Al 'Economist' le preocupa la quiebra del sector vivienda

Los precios de la vivienda en los Estados Unidos e Inglaterra están a punto de desplomarse de forma alarmante, con consecuencias muy graves para la economía mundial, advierte la revista inglesa Economist en un análisis especial de 14 páginas en su edición del 31 de mayo, titulado "Otra burbuja lista para estallar".

El Economist señala que los inflados precios de los bienes raíces en los Estados Unidos, Inglaterra, España, los Países Bajos, Irlanda y Australia alimentaron una "burbuja en el precio de las propiedades", en la que "un sinnúmero de agentes de bienes raíces de todo el mundo" le dijeron a sus clientes que "la compra de propiedades es por mucho la inversión más segura que pueden hacer", y que "los precios de la vivienda nunca caerán como los de las acciones". En consecuencia, "desde Londres hasta Madrid y de Washington a Sidney, el tema de moda en las conversaciones de sobremesa es el aumento en el precio de la vivienda. En los últimos siete años, en muchos países los precios han aumentado a su ritmo más alto en términos reales". Con excepción de Alemania y Japón, los precios de la vivienda de hecho se han disparado en casi todos lados.

Estos precios "demasiado sobrevaluados" caerán, sostiene el Economist, y las consecuencias serán "mucho más graves que el estallido del mercado bursátil". Quizás sea "la interrogante más importante que pende actualmente sobre la economía mundial", pues las propiedades representan "alrededor de dos tercios de las acciones de capital tangible en la mayoría de las economías", y "las propiedades son por mucho la clase más grande de valores". Muchas economías ya están en un "estado frágil", y "la explosión de la burbuja de la vivienda" lo agravará todo.


Internacional

La reunión del Grupo de los 8 (G-8) realizada en Evian, que tuvo como anfritión al presidente francés Jacques Chirac, fue ocasión de un sinnúmero de encuentros bilaterales y multilaterales entre los jefes de Estado y de gobierno asistentes, tanto de las naciones industrializadas como las que están en vías de desarrollo. El informe del canciller brasileño Celso Amorim, tras dos días de discusiones entre la delegación de su nación con los líderes de Arabia Saudita, Senegal, Sudáfrica, Nigeria, Argelia y Rusia, refleja el potencial creado. El informe da a conocer que el "presidente [Luiz Inácio] Lula [da Silva] vio con mucho entusiasmo la posiblidad de una reunión de los grandes países desarrollados, que incluría a China y a Rusia". Lula le dijo a la prensa que, "salimos de las reuniones con la idea de que los países en desarrollo necesitan estrechar las relaciones entre ellos", y sugirió que Brasil sea el anfitrión de la próxima cumbre del Grupo de las 15 principales naciones en desarrollo.

En las reuniones ocurrieron todo tipo de combinaciones interesantes. La agencia noticiosa de Malasia, Bernama, dio a conocer que el primer ministro Mahatir bin Mohamad, el primer ministro argelino Abdelaziz Bouteflika, el presidente chino Hu Jintao y el brasileño Lula sostuvieron una reunión a puerta cerrada. Folha de São Paulo asegura que el gobierno de Brasil "está apostando fuerte a las relaciones Sur-Sur", y le preguntó a Amorim si las propuestas Sur-Sur que el gobierno contempla como alternativa deteriorarían las negociaciones comerciales con la Unión Europea y los Estados Unidos, éste respondió, cauteloso, que ambas cosas no se contraponían, ya que la cooperación Sur-Sur "es buena por sí misma y además fortalece nuestro poder negociador con los países desarrollados".

Castañeda, el agente de Soros en México, pretende instaurar un sistema parlamentario

Al concluir la primera reunión nacional de su Estado Mayor del Pueblo (EMP), integrado por los grupos campesinos y sindicales más radicales de Bolivia, el líder cocalero Evo Morales, diputado pro legalización de las drogas que casi ganara la Presidencia en las últimas elecciones, anunció que en la reunión se resolvió construir "un Estado multinacional, pluricultural y socialista", que se opondría al neoliberalismo, según informó el diario Los Tiempos de Cochabamba el 4 de junio. Bolivia pasa por dificultades económicas debido a la política del FMI y los conflictos sociales que de ella se despenden, pero la alternativa que ofrece Morales se hace eco del lunático presidente venezolano Hugo Chávez: un modelo jacobino, en este caso con sustento en la legalización de las drogas y los "valores andinos", que causará la desintegración del país, todo en nombre de "la defensa del pueblo".

Morales recomienda eliminar los gobiernos municipales, confiscar los latifundios "improductivos" y crear "un nuevo orden territorial, con autonomía para las comunidades indígenas". También reformaría la Constitución para sustituir al Congreso con una asamblea constituyente. En una conferencia de prensa, al concluir la asamblea del EMP, Morales sugirió incluso que esa organización podría sustituir a las Fuerzas Armadas, al servicio del pueblo "y no de las oligarquías y dictaduras". También sugirió que los sindicatos formaran comités de "autodefensa" armada para oponerse mejor al neoliberalismo. El principal colaborador de Morales, Oscar Olivera, dijo que sería bueno considerar la creación de "un brazo armado", que permitiría consolidar "un modelo de justicia social".