Análisis de LaRouche Resumen electrónico de EIR, Vol. II, núm. 13

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El papel indispensable del Estado

Lyndon LaRouche pronunció el siguiente discurso durante un viaje previo a la India (la primera de tres visitas que ha hecho a este país en lo que va de este año), en el Instituto de Crecimiento Económico de la Universidad de Nueva Delhi, el 16 de enero de 2003.

Lyndon LaRouche: Dada la composición de esta asamblea, trataré de algunas cuestiones que son pertinentes a los problemas de gobierno, además de los problemas económicos como tales.

El mes de enero reviste una importancia mayor de lo que tal vez podría suponerse en muchas partes del mundo. Para el 29 o 30 de este mes habrán de tomarse decisiones en los Estados Unidos que determinaran el futuro del acontecer mundial en su conjunto. Simplemente, los EU han llegado al final del camino de las políticas que empezaron a imponerse a partir de 1964, y que transformaron a los EU, de forma gradual al principio, de la sociedad productora que éramos al terminar la Segunda Guerra Mundial —la principal sociedad productora de bienes agrícolas e industriales—, en una sociedad cada vez más orientada hacia el consumo, empezando en 1964, pero especialmente después de 1966, que dependía cada vez más de recurrir al poder para obtener lo que consumíamos de otras regiones del mundo, una situación por demás inequitativa.

A resultas de esto, ya no somos más una potencia industrial; nuestra agricultura está hecha trizas. Y dependemos de países relativamente más pobres, como los países vecinos de Centro y Sudamérica y otros, que nos abastecen de alimentos a costos de mano de obra muy, muy, bajos, a salarios más que bajos. Nos encontramos ahora en la quiebra total. El Gobierno federal de los EU al presente, de acuerdo con lo que propone el Presidente en su paquete de estímulos fiscales, operaría este año con un déficit anual de un billón de dólares, lo que deja mucho que desear de su desempeño hasta el momento. Eso no va a suceder: el paquete de estímulo ya fue rechazado por el Congreso, y no será aprobado en la forma propuesta.

Pero también tenemos a los principales bancos de los EU, esencialmente, en quiebra, y en Europa prevalece una situación parecida. Tan sólo las operaciones financieras internacionales de derivados representan, como mínimo, unos 400 billones de dólares, entre las que aparecen en el estado de cuentas, y las efectuadas en el mercado no regulado o no aparecen en el balance. La porción más vulnerable de esto son los 30 billones de dólares o más de derivados de créditos, que representan un gran peligro. Como ustedes saben, el producto mundial es de un orden de magnitud equivalente a 40 billones de dólares, y tenemos no sólo esta deuda de derivados financieros, toda más o menos a corto plazo, sino que, al mismo tiempo, hay esta otra deuda acumulada a lo largo de años.

En Centro y Sudamérica tenemos una situación en la que se destruye a Argentina, casi del mismo modo en que se destruyeron a otros países en la Europa del siglo 14, con el propósito de cobrar deudas usureras impagables. Brasil está a punto de sufrir la misma suerte. Tratan de capear la crisis, pero no presentan solución alguna allí.

Sólo una reorganización total de la deuda de esos países, bajo condiciones diferentes a las exigidas por el Banco Mundial y el FMI, podría funcionar. Existen soluciones.

Ahora, esto nos lleva adonde podemos decir: el juego ya no puede prolongarse más. Tenemos, en los propios EU, la propuesta que elaboré y difundí para el desarrollo de la infraestructura a gran escala, en base, principalmente, a nuestra experiencia con la recuperación llevada a cabo de 1930 a 1944 bajo Franklin Roosevelt. Uno de los aspectos fundamentales de la misma, por supuesto, fue la Corporación Financiera de Recuperación encabezada por Jesse Jones, que Roosevelt reorganizó de manera radical para hacerla un instrumento, que después fue copiado por Alemania en la posguerra en la Kreditanstalt für Wiederaufbau. Estos aspectos están, pues, presentes.

Pero, ¿cómo organizar en un momento en que no hay capital financiero fácilmente disponible a través de los actuales conductos bancarios y relacionados? Los bancos mismos han quebrado; los Gobiernos están en quiebra nominal, e igual el sistema monetario–financiero internacional. ¿Qué hacer en tales circunstancias? Hay que recurrir al Gobierno, y el Gobierno, el Estado, tiene que crear crédito, reorganizar la economía, al tiempo que se reorganizan las finanzas del sistema financiero–monetario internacional.

En cuanto a lo primero, tuvimos éxito en Italia donde la Cámara de Diputados aprobó por mayoría mi recomendación de regresar al planteamiento de Bretton Woods, y usar la experiencia de la primera etapa de Bretton Woods de modelo para reorganizar al sistema financiero–monetario internacional ahora.

La economía de los EU llega a su fin

Pero esto de por sí depende de otras cosas, especialmente en los EU. De los 50 estados federales, 46 estarían en bancarrota si no fueran gobiernos, ya que por ley no tienen la autoridad de crear deuda; tienen que equilibrar sus presupuestos. La única entidad en los EU que puede generar deuda gubernamental para propósitos de crecimiento es el Gobierno federal. Eso fue lo que hizo Roosevelt: usó su tremendo poder e influencia, recurriendo a medios tales como la Corporación Financiera de Recuperación, y a grandes proyectos como la Administración del Valle del Tennessee (TVA, Tennessee Valley Authority), para revivir con éxito la economía de los EU. Pero, para lograrlo, tuvo que emitir crédito federal.

Ahora, el problema que tenemos es el siguiente: en este momento los Gobiernos y otras combinaciones de los estados estadounidense (46 estados están en bancarrota) no tienen cómo equilibrar sus presupuestos, no pueden aumentar los impuestos para cubrir sus cuentas. Tenemos, además, el derrumbe del sistema ferroviario; para fines de enero, a no ser que intervenga el Gobierno, el sistema ferroviario Amtrak sufrirá un proceso de liquidación. Tenemos una reacción en cadena con nuestras líneas aéreas: United Airlines, American Airlines. De reorganizarlas por bancarrota, tenderán a competir con las empresas todavía solventes, las que, a consecuencia, quebrarán a causa de esta competencia.

¡Así que no tenemos conexiones en los EU! No tenemos economía. No hay manera de programar el envío de bienes de una parte a otra de los EU con regularidad, como solíamos hacerlo. No tenemos un sistema ferroviario nacional. No tenemos un sistema de transporte nacional. Contamos con el potencial en el Pacífico para exportaciones e importaciones a los EU. Pero si van a Los Ángeles, pueden ver al puerto, con todas esas grúas y esa maquinaria pesada, pero no contamos con una forma eficaz de transportar esos bienes del puerto a tierra adentro, y así por el estilo.

Así que tenemos que obrar con rapidez. Necesitamos grandes obras de infraestructura: de transporte, de gestión de aguas, de generación y distribución eléctrica. Nuestro sistema de salud se viene abajo; nuestro sistema educativo es esencialmente inútil para cualquier sociedad productiva.

El Gobierno tiene que actuar. Lo he esbozado en este librito (supongo que habrá algunas copias disponibles) sobre programas de infraestructura. Pero el problema que tengo con el Gobierno, y están en lo correcto cuando dicen: "Nos gusta lo que propone, a nivel estatal estamos dispuestos a hacer lo que nos corresponde. Pero no hay posibilidad de que financiemos estos programas ahora. Depende del Gobierno federal".

Lo que tengo que hacer, y estoy haciendo, es tomar algunos de los antecedentes de los 1930, y estoy elaborando un proyecto de ley con un montón de expertos que han pasado por esta experiencia antes, de gente experimentada que conoce el tejemaneje de la historia del Gobierno de los EU en cuanto a la creación de crédito y la administración de grandes proyectos. Vamos a elaborar un proyecto de ley singular, breve, de unas 20 páginas, que establecerá exactamente lo que deben hacer el Congreso y el Presidente, que les dará las facultades necesarias para reactivar la economía de los EU y sacarla de la crisis, del modo que Roosevelt lo hizo antes. Sin esto no podemos actuar.


George W. Bush

Tenemos un segundo problema: tenemos un Presidente de los EU, al que a veces describo de manera punzante como el "presidente Cabeza de Chorlito". Es decir, no entiende nada de cuestiones económicas; no tiene una idea cabal de los problemas internacionales; en muchos casos ni siquiera sabe los nombres de los lugares con los que tiene que tratar. Es un hato de impulsos emocionales y opiniones que sostiene con firmeza en base en ese hato de impulsos. Bueno, a veces hay jefes de Estado y de Gobierno que son así y las agencias competentes del Gobierno tienen que aprender a bregar con ese problema. Y a otros les toca orientar al jefe, en este caso a "Cabeza de Chorlito", en la dirección debida.

El problema que hay en este momento, es que algunos empujan en una dirección equivocada, como ustedes habrán notado. Tenemos gente que quiere una guerra de inmediato con Iraq. Otras quieren un imperio mundial, a mediano plazo, al estilo británico, Estos son factores negativos que se promueven enérgicamente.

Hay quienes no quieren admitir que sus programas han fracasado. Los bancos no quieren reconocer que necesitan una reorganización por bancarrota, que están en quiebra. Y sin embargo, J.P. Morgan Chase está en quiebra; Citibank está en quiebra; de hecho, otros grandes bancos están en quiebra. Podríamos bregar con el problema, pero tenemos que someterlos a una reorganización. No vamos a cerrar los bancos; vamos a reorganizarlos, porque necesitamos las instalaciones bancarias para mantener los mecanismos de financiamiento de la economía. . .

Podemos tener una reacción en cadena de un derrumbe en la economía de EU que, en ese respecto, podría desatar un derrumbe mundial.

Así, el problema va a ser el tener un impulso adecuado, movilizado desde dentro de las instituciones de la Presidencia. Esto incluye gente en las instituciones del Gobierno; esto significa gente fuera del Gobierno que antes era parte del Gobierno; significa canales de influencia y asesoría, que converjan en la Presidencia y en el Congreso. No hay nada bueno en este momento en la dirigencia de ninguno de los dos partidos. No sirven; son incapaces de bregar con el problema porque sus ideologías ya no corresponden con la realidad. . .

El Triángulo Estratégico

El principal motor de crecimiento económico que tenemos hoy en el mundo, es algo que mencionó aquí en Delhi el entonces Primer Ministro de Rusia, Yevgeni Primakov, en diciembre de 1988: la idea de un "Triángulo Estratégico" de cooperación entre Rusia, China e India, junto con otras naciones de Asia, para el desarrollo económico y la seguridad conjunta. Primakov fue depuesto de su cargo, por presión de varias partes, por hacer esta propuesta, misma que yo había planteado antes, y me alegró sobremanera que él la hiciera.

Pero ahora esto se hace realidad, paso a paso. Saben de la reciente conferencia en Phnom Penh sobre el proyecto de desarrollo del Mekong. China lo impulsa; el Primer Ministro de la India asistió a la conferencia; Japón y Corea dependen de este proyecto. Japón no tiene futuro en las circunstancias actuales: su sistema bancario está irremediablemente quebrado, pero con todo, Japón sigue siendo en lo esencial básicamente una economía industrial, que depende de las áreas vecinas como mercados para sus productos o servicios, y de las que recibe a cambio la materia prima de la que depende Japón para su existencia.

Así que en este momento tenemos un gran potencial, como lo representa el canciller alemán Gerhard Schröder a Shangai, para la inauguración del tren de levitación magnética de Shangai al aeropuerto de esa ciudad. Tenemos grandes proyectos en China, que en mi opinión, son trascendentales para la economía: tenemos la Presa de las Tres Gargantas; un extenso sistema ferroviario, o los programas de levitación magnética; la apertura de tierras desérticas. Estos son proyectos de ingeniería a gran escala, y lo importante en el caso del maglev de Shangai, es que no sólo se introdujo y entró en funcionamiento con éxito la tecnología de transporte más avanzada del mundo, sino que se hizo en dos años, en condiciones difíciles, bajo las ordenes del ahora famoso comandante Wu. China puede triunfar, con este tipo de movilización ingenieril y competencia, en los grandes proyectos.


Los presidentes de Alemania y China participaron en la inaguración del tren de levitación magnética (Shangai, China)

Pero China y la India también son dos de los más grandes mercados para Europa Occidental. China es el mercado de más rápido crecimiento del mundo en importaciones, importaciones de tecnología avanzada. India, al igual que China, es un mercado enorme para Alemania, por ejemplo. Francia e Italia, dos países claves de Europa ¡están en quiebra total! Es decir, que el total de ingresos fiscales que pueden recabar ha llegado a su límite. Si aumentan las tasas de impuestos, derrumban la economía y la base impositiva, así que eso no funcionaría. Las economías en su conjunto operan por debajo del punto de equilibrio, se derrumban; no puede funcionar. Con todo, Francia, Alemania e Italia representan países europeos que podrían movilizarse para proyectos de intercambio de tecnología con los países de Asia.

Por tanto, el continente eurasiático tiene un potencial Tremendo de recuperación. De contar dichas naciones con un sistema conjunto de seguridad política y económica, aunado a proyectos a gran escala, la recuperación puede ocurrir.

Si los EU toma el rumbo correcto.

En mi experiencia he visto que, en muchos países, todo el mundo le teme a los EU. Si los EU toman el paso debido (aunque en este momento los EU son un montón de chatarra), y avanzan en una dirección, con las iniciativas que se requieren, entonces, a mi juicio, los organismos y agrupaciones internacionales se aglutinarán en torno a esta idea y comenzarán a hacer lo que se debe. En ese caso, yo veo un futuro brillante para la humanidad.

India, por supuesto, es una parte extremadamente importante en esta operación.

Una misión común

Esto significaría, además, un cambio en las relaciones políticas entre naciones. Sólo para terminar con este punto: el problema que tienen ustedes en India, por ejemplo, en relación a los EU; en los EU, especialmente, así como en la Gran Bretaña, hay una creencia popular arraigada, pero patológica, en las ideas de Thomas Hobbes y John Locke. El efecto es que cuando yo propongo, como le propuse no hace mucho a una previa administración de gobierno, esta idea de cooperar con el programa del Puente Terrestre y el Triángulo Estratégico, los más altos círculos de la dirigencia del Partido reaccionaron con violencia. "No". "¿Por qué no?" "No pueden entablarse compromisos de sociedad a largo plazo con países que uno no controla". El argumento es que existe un conflicto inherente, natural, entre las naciones, tal que uno debe operar sobre la base del manejo de conflictos, no con un sentido de intereses comunes. Mi punto de vista, por el contrario, es que si hay una orientación hacia la misión, entonces sí existirá la realidad de intereses comunes.

India tiene problemas. China tiene problemas. El Sudeste de Asia tiene problemas. Rusia tiene problemas. Todos tienen problemas. Si encontramos que hay alguna forma de cooperación entre Estados nacionales soberanos que pueda resolver este problema, yo propondría que la conciencia de que el interés de una misión en común puede superar esta idea de un conflicto hobbesiano–lockeano, misma que Kissinger y otros, impulsaban tan enérgicamente. Éste, a mi juicio, yo, es nuestro problema más grande. Yo podría decir mucho más sobre el particular, pero esto es lo que creo que quisiera poner sobre el tapete.

Estamos en una crisis. No debemos engañarnos: el presente sistema se acabó, no resucitará. Tenemos la posibilidad de reorganizar el sistema monetario y financiero. Tenemos las necesidades; tenemos los mercados; tenemos el potencial. Pero tenemos que tomar la decisión de establecer la participación conjunta de cooperación entre Estados nacionales para que estas cosas funcionen. . .


El presidente de India junto con Lyndon y Helga LaRouche

Diálogo con LaRouche

Hemos parafraseado algunas de las preguntas y comentarios que se le hicieron al señor LaRouche.

Moderador: Gracias, señor LaRouche. Queda la sesión abierta a la discusión. La idea es que le expresen sus opiniones y puntos de vista al señor LaRouche. Pero también pueden hacerle preguntas, porque él ha asumido la misión, en medio del caos de estos sistemas financieros, de que ha llegado el momento de la integración y cooperación. Invito a mis colegas a participar en esta discusión.

Pregunta: Uno de los asuntos que es muy importante, es el de la administración de las sociedades anónimas. Ya que usted habla de las quiebras de organizaciones y Gobiernos, en vista de los fracasos de las sociedades anónimas, empezando por Enron, ahora se habla de cierto problema en la gestión empresarial incluyendo la institución de auditoría (los auditores son también importantes en las bancarrotas). Ahora bien, ¿qué medidas de reformas propondría usted para las sociedades anónimas, cosa de mejorar su conducta y su responsabilidad ante los accionistas?

A usted le gusta mucho usar las palabras "quiebra" y "bancarrotas". Hay dos tipos de bancarrotas. Tal vez usted podría hablarnos sobre las bancarrotas institucionales y lo que implican.

LaRouche: Primero que nada, en cuanto a las bancarrotas. Tengo algunos diagramas, pero no los necesito. Se los puedo describir de una manera más eficaz. A partir de 1966, después que empezó el cambio cultural en los EU y Gran Bretaña, el cambio que empezó con la guerra de EU en Indochina, que coincidió con el inicio del primer gobierno de Harold Wilson en Inglaterra, el Reino Unido. Y esto desató una reacción en cadena de catástrofes que ha corroído al mundo desde entonces. Esto se sintió con más fuerza en Europa y las Américas que en Asia, por razones obvias.

A partir de esa fecha, 1966, yo describo las cosas en términos de valores físicos per cápita y por kilómetro cuadrado. Y mido estos valores físicos en relación con los precios financieros y los agregados monetarios que circulan para sostener el aumento en las obligaciones financieras empresariales, estatales y de otra índole alrededor del mundo per cápita y por kilómetro cuadrado. Durante el mismo lapso, llegando hasta el 2000, el ritmo de emisión de agregados monetarios fue menor que el de los agregados financieros. Al mismo tiempo, especialmente a partir de 1971, ha ocurrido un derrumbe mundial en la producción física neta mundial, si uno cuenta la infraestructura per cápita y por kilómetro cuadrado en Europa, en las Américas, en África. Hemos llegado al punto en que esto se retroalimenta. En el año 2000, los EU alcanzaron un nivel correspondiente al que detonó la hiperinflación en Alemania en 1923. Esto es, cuando en función de evitar el hundimiento de los mercados financieros (porque están en bancarrota), uno imprime dinero u otros agregados monetarios en lugar de la emisión regular de dinero, y el monto de agregados monetarios que hay que emitir es mayor que el monto de valores financieros por apalancar, entonces uno tiene una espiral hiperinflacionaria como la de Weimar, Alemania, de junio a noviembre de 1923.

Fue una crisis como esa la que golpeó a los EU entonces.

Recuerden como lo hicieron. Tenemos el caso de Japón: Japón ha venido operando por años con emisiones del yen con tasas cero de interés, el yen interbancario. Lo ha hecho por los EU: préstamos de yen de un día para el otro, a virtualmente cero interés. Los yenes prestados van a comprar dólares; esos dólares luego inundan el mercado financiero de EU, subsidian el mercado financiero de EU. De manera parecida Alemania fue saqueada de su dinero, dinero real —es decir capital real además de este tipo de dinero— para apuntalar el mercado financiero de los EU, al tiempo que la economía de los EU se derrumbaba.

Así que cuando uno llega a una relación hiperinflacionaria entre estas tres curvas, se aproxima al final del sistema (ver gráfica 1). No es un punto al que se llega en el que un valor numérico indica que habrá un derrumbe; es el ritmo del cambio que crea una situación límite que no se puede cruzar. Esa es la situación a la que hemos llegado ahora. De hecho, hace dos años que nos encontramos en esa situación.

Pero debido a que los EU son una potencia, el poder político de los EU, su capacidad para intimidar a otras naciones, significa que puede sobrevivir por más tiempo que otros países en tanto mantengan ese poder. Ese poder salió a relucir, se puso a prueba, con la idea de lanzar una guerra en Iraq. El juego de Sharon en contra de los palestinos, la proposición de lanzar una guerra, puso a prueba la credibilidad del poder de los EU. Y lo que pasó fue que Europa, pese a su cobardía, reaccionó enérgicamente en contra de esta idea de una guerra, que con nuestra resistencia desde dentro de los EU, que yo impulsaba —"detengan esta guerra, podemos hacerlo, los europeos quieren hacerlo pero no tienen el coraje para hacerlo pero, si los EU da una señal de que fuerzas poderosas dentro de los EU quieren detener la guerra, los europeos se nos unirán"—. ¡Y esto fue lo que sucedió! Detuvimos la guerra en septiembre, la detuvimos en octubre, noviembre, diciembre. Todavía estamos tratando de detenerla, con el mismo método. Si Sharon es derrotado, realmente podremos detenerla. Eso se decidirá el 28 de enero, ¿verdad?

Así que, debido al crudo poder político de EU —y creo que todo político de cualquier país, incluso India, les puede decir lo que la fuerza de EU significa cuando quiere obligar a un país a hacer algo que no quiera hacer; como en el caso de la Organización Mundial del Comercio, que le fue impuesta a países que no querían nada que ver con ella—; pero EU tiene el poder político para intimidar naciones, como la amenaza de Pakistán, especialmente en el caso de los problemas de Afganistán. Por tanto, es posible hacer esto.

Pero hemos llegado al límite. Y tienen a un Presidente de los EU sin imaginación, incompetente, que mete la pata; la dirigencia de ambos partidos políticos es incapaz de tomar una decisión competente. Así que ese es el problema.

Por tanto, ¿qué es lo que tenemos que hacer en términos de la estructura de las sociedades anónimas? Hay cuatro clases de entidades de negocios, entidades privadas, aparte de la agricultura (y me concierne la agricultura, pero ese es un problema un tanto diferente), que a mí me conciernen. Primero, se tiene al empresario privado, que tiende a orientarse hacia la alta tecnología; es decir, probablemente es un ingeniero, o una persona calificada en otro respecto, que desarrolló destrezas a lo largo de años, y que ha dedicado su vida a desarrollar una entidad para producir algún producto o tipo de servicio. Realmente no le interesa el dinero como lo primordial. Claro, quiere obtener ganancias, pero su preocupación fundamental es levantar un negocio que sea exitoso, y que su producto tenga éxito. Estos individuos trabajan muy duro. Sufren muchas penurias a lo largo de años para que sus pequeños negocios salgan adelante.

Las economías más sólidas que yo conozco, economías privadas, en Europa y EU. son en verdad compañías privadas, no sociedades anónimas; cuando más, sociedades limitadas. Por ejemplo, Italia ha perdido sus grandes industrias. El negocio de las exportaciones de Italia depende en gran medida, en las siete provincias norteñas de Italia, del empresario privado, el emprendedor que va a los países vecinos con el enfoque de compartir tecnología. Esa es la fuente principal del ingreso nacional de Italia. En Alemania, no es la gran sociedad anónima la que lleva la ventaja; lo clave es la industria privada, el empresario privado. Solía ser lo mismo en EU.

Así que, como mi primera categoría, tomo al empresario privado. El se desempeña bien. Escoja a uno bueno, aliéntelo, dele oportunidades, y obtendrá resultados en la medida de sus capacidades. Así que ayúdelo, edúquelo. El empresario privado más importante es aquel con una buena educación ingenieril o científica, porque éste es él que verdaderamente va a producir los mejores resultados, desarrollando nuevos productos que las grandes sociedades anónimas jamás van a arriesgarse a desarrollar, e innovaciones de este tipo.

Luego tenemos a la empresa pública honesta, que tiene una orientación hacia productos y servicios físicos. Es útil.

Al otro extremo, en el extremo opuesto, tenemos a la empresa estrictamente parasítica, que existe sólo como un método de los accionistas para saquear la economía: Enron, por ejemplo. Enron es un ejemplo de este que es el peor tipo de empresa que puedan tenerse. Tenemos demasiadas de esas.

Y están aquellas que comparten un poco de ambas, la empresa útil, y la no tan útil.

Protección, no privatización

Yo estoy en contra de la privatización por esta razón, obviamente. Es decir, de la privatización de la economía. Yo creo que el Gobierno tiene que determinar, primero que nada, que tiene la responsabilidad moral de fijar condiciones para que el sistema financiero cumpla con los requerimientos de la economía física, y evitar que la deuda salga de control, como sucede ahora en el mundo. En segundo lugar, el Gobierno tiene que encontrar cómo movilizar los medios financieros para sostener el crecimiento en áreas que son de interés nacional, y saber cómo aprovechar el potencial de las diversas fuentes de sector privado, para utilizar ese dinero de un modo eficaz. El Gobierno también tiene que proveer la reglamentación para proteger a las industrias nacientes. ¡La privatización y la OMC nos están matando! ¡Es un acto de isania! ¡Es un acto de locura mundial!

Por ejemplo, la cuestión del capital: la gente habla de la privatización. ¡Estos privatizadores no hablan del capital! Les voy a dar un ejemplo de los EU: para transformar a un bebe recién nacido en un adulto joven totalmente formado de 25 años, se requiere una inversión neta por parte de su familia y del Estado, con financiamiento social.

¡Construir cualquier cosa de importancia es una actividad de capital intensivo! La economía moderna es capital intensiva. Para desarrollar la agricultura hay que preparar la tierra; hay que darle al agricultor de tres a siete años, o más, para desarrollar su producto. ¡Es una inversión de capital! Y, por tanto, tiene que haber una regulación que proteja las inversiones de capital, este tipo de inversiones útiles de capital; de otra forma, no las tendrá. Si se tiene libre comercio, entonces los precios caen por debajo de los costos de mantenimiento del capital necesario, y este es el problema.

De modo que el Gobierno tiene que volver a ser proteccionista, como lo era entre 1946 y 1958, en particular durante la reconstrucción de posguerra; lo que se hizo aquí en la India en su fase inicial bajo Nehru.

Entonces, el problema que tenemos a este respecto es la existencia de ciertas ideas que han ganado popularidad, que han embaucado a los gobiernos a través de los partidos políticos. Los partidos políticos declaran: "Tenemos que ir hacia la privatización; más y más privatización". Y yo digo, "¿Qué quieren decir con privatización? ¿Quieren privatización de la buena o de la mala? ¿Quieren regulación del gobierno de la buena o de la mala?". Tiene que haber una decisión moral, que sea a su vez una decisión práctica.

Así es, pues, como yo veo el asunto. Lo que tenemos que hacer, en mi opinión, es. . ., miren: en el caso de la recuperación de Roosevelt, tomen el caso de la TVA. Toda la zona en donde Roosevelt puso a la TVA, ¡era una zona desesperadamente pobre! Y sin embargo, para comienzos de la guerra, la TVA era el gran motor de buena parte de la economía. No hubiéramos podido ganar la Segunda Guerra Mundial sin la TVA, [del laboratorio] de Oak Ridge, por ejemplo!

A mi juicio, [hay] ciertos grandes proyectos, proyectos de infraestructura esencial, proyectos esenciales, que el Gobierno es capaz de manejar. El Gobierno tiene un desempeño muy pobre en proyectos pequeños, proyectos pequeños de infraestructura. Pero el Gobierno es casi indispensable en proyectos a gran escala como la TVA, por ejemplo. Porque uno incorpora a los contratistas privados sobre la base de proyectos a gran escala. Pero en los pequeños proyectos, el manejo del Gobierno de estos proyectos ha sido una pesadilla. En los EU, la forma en que manejamos de manera eficaz los proyectos pequeños, es poniendo la responsabilidad del Gobierno en manos de organizaciones estatales o municipales. Uno quiere que alguien que este cerca de la operación, ejerza cierto control sobre la situación, que sea responsable.

Ese es mi punto de vista. Tenemos que repensar las cosas, y no dejarnos llevar por la corriente. El sistema actual murió. Los políticos no están al tanto de la realidad todavía. Muchos de ellos todavía tratan de ceñirse a las reglas del juego del Banco Mundial, el FMI, y demás. Ese es un problema que ustedes tienen en India, igual que en otros países. Pero, yo pienso que aquellos que somos responsables moralmente, tenemos que pensar en dos niveles: tenemos que entender que ésta es la presente corriente de la inercia política. Hay que bregar con eso. Pero uno tiene que comprender que alguien llegará gritando a su despacho, si uno es un funcionario de Gobierno, y dirá: "No funciona". ¿Y qué le puede ofrecer? ¿Qué le puede sugerir? Así que yo pienso que los funcionarios del Gobierno y los economistas tienen que tener dos cabezas. Yo tomo partido por un lado —conozco el otro lado, pero no le dedico mucho tiempo—; yo le digo al economista y al funcionario de gobierno: "Piensen con dos cabezas. Una para pensar lo que debería ser, y la otra para reconocer que se supone que usted debe usar el sombrero de lo que le indiquen que es la política vigente".

Y uno espera a que llegue el día en que pueda cambiar de sombrero.

¿Qué requiere la gente para despertar?

Moderador: Hay un programa semanal de discusión y comentarios llamado The LaRouche Show que transmiten todos los sábados por internet de 3 a 4 p.m., hora del este de EU.

Pregunta: Quería agradecerle por esta lúcida y valiente perspectiva que acaba de darnos, como siempre lo hace. Tengo dos preguntas, que son comentarios al mismo tiempo.

La primera es, ¿cómo se explica la aparente falta de conexión entre lo que le ha pasado a la economía, y el enorme potencial, un potencial insuficientemente explotado, de las tecnologías nuevas y emergentes que, como usted sabe, se han desarrollado en las últimas décadas, particularmente en los departamentos de investigación gubernamentales de vínculos militares. Estoy seguro de que usted es consciente de las cosas que vienen de los repositorios de tecnología nueva y avanzada, entre ellos los "psicológicos". Así que parece, que no pueden tener un verdadero efecto, dado el deplorable estado actual de la economía, aunque esos avances deberían darnos —en el campo de la producción de energía, nuevos materiales y demás— una nueva oportunidad de vida.

Y la segunda pregunta: ¿No cree usted que, por desgracia, lo que usted acaba de decir sobre el verdadero estado de quiebra de la economía, no lo entiende, percibe o siente, diría yo, el 99% de la población del mundo? Quiero decir, que la mayoría de la gente quedaría totalmente sorprendida si le dijera tales cosas. Replicarían: "Bueno, estamos pasando por una crisis, por un período de ajustes. Tenemos algunas dificultades, pero las cosas ya empiezan a mejorar. Y, usted sabe, aunque alcancemos un 10% de desempleo, la prosperidad está a la vista, y ya sabe, no hay motivo de alarma". ¿No cree usted que se necesita un derrumbe real, quiero decir una depresión mundial, que haga que la gente dé un brinco y ponga manos a la obra?

LaRouche: Yo no creo en esa teoría política de la bola de billar a la que se refiere usted: que la crisis empuja a las poblaciones a reconocer espontáneamente nuevas posibilidades. Las crisis asustan a la mayoría de las poblaciones.

El problema consiste en. . . voy a responder a la segunda pregunta primero, y luego regresaré a la primera. El problema aquí es la conducción. La gente es pequeña. La gente está en su punto más alto, generalmente, cuando piensa en formar familia, y siente optimismo por ello. Una pareja optimista piensa en lo que hace, en términos de los resultados que van a alcanzar a sus nietos. Esto, a menudo, se aplica a la vida privada lo mismo que a la vida pública o, por lo menos, a la vida comunitaria o cosas por el estilo. Piensa sobre mejorar la sociedad para sus nietos. Es una de las cualidades que distinguen, este optimismo, a los seres humanos sanos y felices, como mínimo.

Ahora, lo que sucede es que uno encara a una nación, a un pueblo, que no ha sido suficientemente desarrollado; no sólo carece de desarrollo intelectual, de tecnología, de conocimientos de esto y lo otro, lo que significa, verdaderamente, a pesar de toda esta proliferación de información, es que la gente sabe menos hoy, que lo que generalmente sabía hace 30 años.

Así que el problema es de conducción. Y hay casos: el de Roosevelt, por ejemplo —hay un giro, por lo menos temporal—; en Francia bajo Charles de Gaulle. Francia estaba en decadencia antes de que Charles de Gaulle fuera presidente por segunda vez, y había una turba virtualmente fascista que iba a convertir al país en una terrible dictadura. De Gaulle pronunció entonces aquel discurso, como un líder que regresa de la guerra como héroe, y declara ante la población francesa: "Aidez–moi" ["Ayúdenme"] ¡Y lo apoyaron! Él convirtió la situación en una revitalización de Francia, al menos por un tiempo, hasta el asesinato de Kennedy, lo cual se volvió en contra de los planes de De Gaulle.

Roosevelt, en los EU: en 1933 Hitler fue puesto en el poder por banqueros británicos y americanos, porque deseaban una política específica en ese momento. Durante el mismo período trataron de asesinar al presidente Roosevelt, pero no funcionó. Y Roosevelt transformó a los EU en lo que esencialmente salvó a la civilización europea en el transcurso de la guerra. Una vez que murió Roosevelt, tuvimos a ese pequeño y mezquino intelecto, Truman, y las cosas empezaron a caminar en una dirección diferente.

Mi experiencia, en general, para tomar sólo esos dos ejemplo, es que necesitamos gente que asuma la responsabilidad y el riesgo de dirigir. Yo uso a menudo el caso de Juana de Arco como ejemplo de esto. Juana de Arco, una simple niña campesina —tal vez no tan simple—, fue al estúpido delfín y le dijo, "Estúpido delfín, he venido a decirte que seas un rey de verdad". Y el delfín le preguntó: "¿Qué quieres de mí?". "¡No quiero nada de ti! Dios desea que tú, estúpido, seas un rey verdadero". Y como resultado de eso, del sacrificio de ella, Francia se convirtió en el primer Estado nacional moderno bajo Luis XI, con la ayuda de Jacques Coeur.

Y así, uno encuentra, a todos los niveles, no sólo a nivel intelectual, el simple compromiso con la conducción, una alma buena que inspira a sus vecinos a inspirarse, a cambiar las cosas ante una crisis. A veces, esto requiere no sólo la pasión de una Juana de Arco, sino la sabiduría para ejecutar la obra.

Y mi interés ha sido, y sigue siendo, cómo rejuvenecer el flujo de futuros dirigentes de entre los jóvenes de la generación de los 18 a los 25 años de edad; porque son escasas las personas que piensan como líderes. Destruimos y desmoralizamos a toda una generación que llegó a la madurez después de 1964. La desmoralizamos y, por tanto, no necesariamente es capaz de encarar la crisis que ahora la golpea. Yo veo eso entre los jóvenes de 18 a 25 años con los que trabajo en el movimiento de juventudes. ¡Sí! Se prenden, porque dicen: "Somos ahora la generación sin futuro. ¡Ustedes no nos dieron futuro! Tenemos que tener futuro". Y están comprometidos a encontrar una alternativa a la falta de futuro [. . .]


El bello Taj Mahal de la India, una de las maravillas arquitectónicas del mundo. "El Estado nacional -dice LaRouche- es la principal razón del mejoramiento de las condiciones de la humanidad, en la medida que ha existido en los últimos 600 años"

Tecnologías animadas por la ciencia

Así que vamos a necesitar de la energía nuclear. La oposición a ésta lo ejemplifica. China tiene su propia versión de un reactor de alta temperatura enfriado por gas. Esta clase de reactor, de entre 100 y 220 megavatios, llamado de "Jaulich", puede generar combustibles sintéticos de hidrógeno en una área local, y el residuo del combustible es agua, que no es exactamente un contaminante. Y esto sería lo ideal para la India; ideal para un país como Corea; ideal para el interior de China.

Y sí, no es cuestión de la cantidad de petróleo; pero el petróleo puede obtenerse del Oriente Medio, que puede obtenerse en los próximos 80 años, esto es, si no queman la región, sería el petróleo más barato del mundo durante los próximos 80 años. De otra manera, los precios del petróleo tenderán a subir; los costos de producción de petróleo serán cada vez más marginales físicamente; por tanto, nuevas tecnologías.

Pero esta es la realidad. El hecho es que el transporte por carretera es terriblemente ineficiente. El transporte ferrocarrilero moderno es extremadamente eficiente, en términos de energía relativa y todos los demás factores. El maglev es más eficiente que el ferrocarril de fricción.

Así, que la oposición a estas tecnologías, y la carencia de dinero para desarrollarlas; la ausencia de presupuestos gubernamentales y de apoyo para impulsar dichos programas, es la razón por la cual no hemos progresado tanto como podríamos haberlo hecho. Yo pienso que China se dispone a bajar hombres en la Luna, lo cual es extremadamente importante. El programa espacial de la India es extremadamente importante porque crea un ambiente de programas impulsados por la ciencia.

Pero, de nuevo, es cuestión de conducción. Necesitamos conducción para responder a esta situación.

El papel indispensable del Estado nacional

Pregunta: Acabo de enterarme de que la capacidad de los gobiernos europeos —Italia, Alemania, Francia— para abordar las situaciones de crisis es limitada, debido a que las tasas altas de impuestos les impiden recabar los recursos.

La Unión Monetaria Europea es un lugar más adecuado para bregar con la situación actual, a diferencia de los países individuales. Suponiendo que trabajan como un bloque de gobiernos. Luego, suponiendo que en el futuro, si se cuenta con una Unión Monetaria Asiática, incluyendo Japón, China, India, y forman una unión monetaria del tipo que tenemos en Europa ahora. Luego tenemos, por supuesto, diferentes bloques comerciales, cuyos mercados no son accesibles a otros países u a otros bloques comerciales. Así que la capacidad de obtener ingresos es limitada de un modo particular.

Yo supongo que estas uniones monetarias estables entre países podrían ser útiles, hasta cierto punto, para bregar con las situaciones de crisis a las que nos referimos.

LaRouche: Yo pienso que la Unión Europea, en su forma actual, va a desintegrarse muy pronto. Los acuerdos de Maastricht se romperán. Todos esos arreglos no pueden durar.

Los Estados nacionales no pueden eliminarse sin destruir al mundo. El Estado nacional es la razón principal del mejoramiento de las condiciones de la humanidad, en la medida que ha existido en los últimos 600 años. La razón, esencialmente, es la formación de capital.

Mire usted, la diferencia es ésta: en el siglo 15 se introdujo la política de que el Gobierno no tiene derecho a existir, a menos que fuera un protector y promotor eficiente del bienestar general, no sólo de la población existente como un todo, sino de las futuras generaciones de la posteridad. Este mandato para los Gobiernos, y la idea de la soberanía del Estado, a diferencia de la forma imperial característica del feudalismo y de los imperios y demás, era la diferencia. Fue bajo estas condiciones que fue posible desarrollar, a través de los Estados, las economías modernas y mejorar la condición de la humanidad. Sin esto, no hubiera habido mejora.

Lo que ha sucedido es, que a aquellos que desean tener un nuevo imperio, especialmente los angloparlantes europeos y en los EU, se les metió en la cabeza —Bertrand Russell es un ejemplo de esto, H.G. Wells— tener un imperio mundial, deshacerse de los Gobiernos; establecer una utopía. Así, dijeron: "Destruyamos a los Estados nacionales". Y Russell fue explícito: "Tenemos que usar el terror nuclear, el terror de las bombas nucleares, para obligar a los Gobiernos a renunciar a su soberanía y aceptar un Gobierno mundial".

Lo que ha sucedido desde 1964, es que ha habido un esfuerzo consciente, deliberado, por parte de ciertos círculos de la Mancomunidad, es decir, el sector de la monarquía británica de la Mancomunidad y los EU, para lograr esto. El partido belicista de los EU es parte de esto. Los generales están en contra de la guerra. Pero los utopistas están a favor, ¿eh? Los grandes guerreristas de los EU son un montón que rehusó prestar su servicio militar obligatorio. Dick Cheney: se escabulló de prestar servicio; se escabulló de la guerra de Vietnam; el Vicepresidente de los EU.

Entonces, el problema es que tenemos que regresar al Estado nacional. Pero, tenemos que entender el problema que tenemos que eliminar de la idea del Estado nacional: sobreponer la idea de que la soberanía del Estado nacional es causa objetiva de una situación de resolución de conflicto. Por ejemplo, tomemos el caso a favor de la cooperación: Alemania, y esta levitación magnética y otros cuantos proyectos, que son proyectos de compartir tecnología entre Alemania y China. Ejemplos perfectos: Alemania tiene algo que puede producir bien, con cierta tecnología que tiene. China no tiene partes de esa tecnología. Mediante el intercambio de tecnología, Alemania, que está en quiebra por el bajo empleo, puede aumentar su empleomanía y suplir a China con algo que China necesita, que ayudará a China a aumentar sus ingresos, y mejorar su eficiencia y su economía.

En este caso, entonces, la cooperación entre estos dos Estados nacionales beneficia a ambos, pero para que eso suceda, Alemania tendrá que crear crédito nuevo, que sólo un Estado puede emitir, crédito a largo plazo, crédito a 25, a 50 años. Puede hacerlo: acuerdos entre Gobiernos para la emisión de crédito de Estado a Estado para proyectos de interés mutuo a largo plazo, o proyectos especiales de interés mutuo, serán las bases sobre las que tendremos una recuperación económica. Los otros sectores de la economía resurgirán de forma automática en reacción a cualquier recuperación de dichos sectores.

Nuestra preocupación principal ahora mismo debe ser elevar el nivel del empleo productivo, con la mayor densidad de tecnología que sea posible, para elevar el nivel de empleos y de ingresos hasta el punto en que el Gobierno pueda equilibrar su presupuesto y cumplir sus requerimientos de capital para infraestructura. Y yo no veo ninguna razón de porque no podamos hacer eso. Es un asunto de voluntad. Nos enfrentamos, como mencioné antes, con lo de los dos sombreros. Nos enfrentamos al hecho de que los Gobiernos tienen puesto el sombrero que dice: "Estamos comprometidos con la OMC. Estamos comprometidos a la privatización. Estamos comprometidos a reducir el papel del Gobierno", etc., etc. Ese es el sombrero. Si ustedes ahora trabajan en el Gobierno, tienen que lidiar con el hecho que es la política oficial. Pero van a llegar muy pronto a una situación, —y pienso que probablemente sea en el transcurso de este mes— en que muchos Gobiernos van a ver eso: que se va a tener que marchar en una dirección diferente, volver a una concepción diferente del Estado nacional. Y van a tener que movilizar a la población alrededor de nuevas concepciones con objetivos de largo alcance.

Como dije antes, es cuestión de liderato. Si no se gana a las poblaciones a la idea —y el Gobierno es la agencia más eficaz para ganar a la población a una idea—, si un buen líder del Gobierno, o líderes del Gobierno, se dirigen a la población y le plantean: "Este es el problema", la gente responderá: "¡Tiene razón! ¡Tenemos el problema!". "Esto es lo que tenemos que hacer para resolver el problema". Luego se tendrá el clamor de la población: "¿Y cómo va a funcionar?". Y un buen Gobierno le mostrará cómo a la gente y la convencerá de que funcionará. O a lo mejor hacer un par de cambios basándose en la reacción de la gente. Esta es la manera en que siempre actuábamos en los EU cuando funcionábamos mejor. Y va a pasar otra vez.

Soy optimista. Digo cosas que sé que tienen que suceder, aunque concuerdo con lo que usted expresa, de que por el momento parece una causa casi imposible. Pero le aseguro que la causa es posible, porque la otra opción no va a funcionar.

Esta no es una 'crisis cíclica'

Pregunta: El asunto que me interesa es que entre 1992 y 1999, los EU experimentaron uno de los período más largos de altas tasas de crecimiento, especialmente desde después de la Guerra Civil de 1865, que fue uno de los períodos más largos de crecimiento. Esto resultó, a final de cuentas, junto con la euforia de la nueva tecnología, tecnología avanzada, en una expectativa exagerada de crecimiento para los EU. Como resultado, las compañías expandieron más allá de las capacidades del mercado. Después, cuando se dieron cuenta que la caída de la demanda empezaba a golpearlas, muchas de ellas recurrieron a prácticas de cuestionable moral. Como resultado, los Gobiernos, los administradores, y el sistema financiero cayeron en lo que usted llama la bancarrota.

Pasamos por otra fase de un ciclo. Porque usted mencionó la idea de que Roosevelt usó la famosa TVA y utilizó el tesoro nacional para que autorizara ese sistema. Y usted recomienda algo similar a eso. Mi pregunta es, como dirían algunos economistas clásicos, ¿es ésta una fase más del ciclo de negocios, en donde si uno se desvía mucho, el mercado hará un ajuste, se reajustan los precios y la inversión se reorienta?

LaRouche: Eso es lo que se escucha todo el tiempo. Pero eso se llama "negar la realidad". Es como el marido cuya esposa lo abandonó airada hace tres años, y él todavía insiste en poner cubiertos para ella en la mesa todas las noches. Para estas alturas probablemente ella estará casada con alguien más.

Primero que todo, el ciclo de negocios ocurre sólo en tanto el sistema es viable. Y se hace como un efecto de elasticidad en el sistema.

Bueno, ahora no se trata de esto. No se produjo ninguna recuperación en los EU de 1992 a 1999. Lo que sucedió fueron dos cosas: Primero que nada, los EU aprovecharon la oportunidad del derrumbe de la Unión Soviética para embarcarse en una de las operaciones de saqueo más grandes de la historia. Y lo que llegó a los EU en forma de riqueza real, fue principalmente resultado del saqueo de la URSS y algunos otros países. Lo que creció, eso sí, fue que imprimimos mucho dinero.

Lo que pasó fue que Clinton llegó al poder en 1993 con su elección de 1992. Bill era una suerte de buen tipo, se sobrepasaba con las damas, pero era un buen tipo. También, probablemente, fue el presidente más inteligente que hayamos tenido en el siglo 20. Pero su apego a los principios era un tanto dudoso. Trató de hacer un par de cosas, pero si le creaba muchos problemas desistía de ello y cambiaba de rumbo. Y tenía una esposa que era hasta peor que él. Era peligrosa, en verdad peligrosa; su proyecto de ley de atención médica fue una de las peores atrocidades jamás presentada como legislación: 2000 páginas de propósitos sobre esto y aquello. Nunca hubiera podido ser aprobado en esa forma.

La ley Hill–Burton de 1946 contenía apenas unas cuantas páginas, y en ésta se contenía la totalidad de un programa de salud de los EU, la que mejoró de verdad desde entonces hasta 1972–73. Un proyecto de ley competente nunca es complicado. Si se tiene una buena legislación, se aprueba por el Gobierno, se aplica, y después se deja que los expertos la pongan en práctica.

Entonces, lo que hicimos fue. . . Bill sabía que Bush había perdido porque la economía de los EU iba en picada. No fue un problema de Bush; Bush no entendía lo que era la economía, mucho menos cómo arruinarla. Lo que Bill hizo, bajo la influencia de la Reserva Federal, que llevó a cabo esta operación —recuerden que el sistema de la Reserva Federal ha sido dirigido por dos individuos de 1979 a la fecha: Paul Volcker y Alan Greenspan, cada uno peor que el anterior. Y estos realizaron el fraude más grande que se puedan imaginar.


Alan Greenspan

Por ejemplo, la mayoría de las estadísticas de la producción de EU, el PIB, son completamente falsificadas. Vean el Índice de Ajuste de Calidad, un fraude de 40 a 50% en lo que se registra en ventas al año, simplemente diciendo: "No, este producto ha mejorado un 40%. Por tanto, en lugar de mostrar el valor real del producto, vamos a modificarlo a través del Factor de Ajuste de Calidad". Un fraude. El otro fraude fue el del virus del milenio: "El mundo dejará de funcionar en el año 2000 debido a que las computadoras, sus sistemas de contabilidad, no podrán contabilizar después del año 2000". ¿No fue así? Entonces lo que hicieron, lo que hizo Alan Greenspan, fue inyectar enormes sumas de dinero —y el Presidente les siguió la corriente, aceptó el fraude—, enormes sumas de dinero a empresas que nunca produjeron un centavo. Pero se comerciaban en el mercado a precios fabulosos. Hacían una nueva emisión de acciones, de empresas de informática. ¡Pum! Las acciones alcanzaban valores astronómicos. Producían millonarios de la nada por medio de esto.

Entonces, lo que pasó es que la burbuja se prolongó hasta 1996–98, aproximadamente. Luego tuvimos el primer efecto, la llamada "crisis asiática" de 1997, que afectó a la burbuja de manera internacional. En 1998 se produjo la última fase de saqueo de la antigua Unión Soviética, en la forma de la especulación con los GKO. Nuevamente, especulación con fondos apalancados. Ahí acabó el sistema.

Clinton dijo entonces: "LaRouche tiene razón. Vamos a tener que tener una reforma monetaria". Pero luego alguien lo asustó, en la conferencia de Washington de octubre de 1998, y se tomaron decisiones diferentes. La decisión consistió en traer a George Soros. Y George Soros dijo: "Construyan un muro de dinero". Porque la siguiente crisis que enfrentaban era la del Brasil, pendiente para febrero de 1999. La manera en que lidiaron con la crisis de Brasil, y otras en general, fue decir: "Muro de dinero. Generen un muro de dinero, emitan dinero e inunden al mundo con él".

También, lo que debieran haber sido instituciones estables, que eran [los bancos hipotecarios] Fannie Mae y Freddie Mac, levantaron la burbuja de bienes raíces. Ahora encontramos que el Reino Unido está a punto de hundirse por la burbuja de bienes raíces. Ya está derrumbándose. Las burbujas de bienes raíces en la costa oeste, en California, la burbuja en torno a Washington, y otras; enfrentamos miles de millones de dólares de pérdidas en cada una de estas áreas.

Así que este sistema nunca produjo ganancias. Pero si uno imprime dinero, que es la curva que describí antes, puede crear la apariencia, la ilusión. Pero si observamos al período en general a partir de 1977, y vemos al 80% de la población con el menor ingreso familiar, y vemos el verdadero contenido del consumo físico de los hogares en ese 80% de la población, el derrumbe ha sido catastrófico.

Lo que había era un 20% superior —y todo era ese 20% superior, siempre y cuando la burbuja siguiera inflándose—, y toda la política de los EU estaba basada en la llamada "media'. La política francesa, la alemana, la estadounidense. La "media". "Vaya a los suburbios, a la clase media conservadora", dentro de este 20%. Lo que pasó entonces, es que cerca de la mitad de ese 20% ahora está en aprietos, y perdió enormes sumas de dinero en la bolsa de valores en el último año y medio.

Así que ahora eso se acabó. Nunca existió. Pero esto es lo que sucede, como con la burbuja de "John Law" del siglo 18, o la burbuja de las islas del Mar del Sur, el mismo tipo de cosa. Y esta clase de fraude continua. Y la gente utiliza esto políticamente para decir: "Todo está bien. ¿Qué no ves? Se va a recuperar. Rebotará". Pero no se va a recuperar, no va a rebotar. Las crisis cíclicas no existen en esta época. Se pueden tener pequeñas irregularidades cíclicas de vez en cuando, pero no hay crisis económicas cíclicas. Esta es sistémica. Se trata del fin del sistema. No se puede convertir a las naciones más avanzadas del mundo en Europa y en las Américas, no se puede convertir a esas economías, de lo que han sido en tanto las economías productivas principales del mundo per cápita y por kilómetro cuadrado, en sociedades de consumo, que viven como parásitos, chupando la sangre del sector en vías de desarrollo, y tratar de imponer un nuevo imperialismo al mismo tiempo. No puede hacerse. Ese sistema es inoperante.

Se puede tomar la economía física en este momento, y en el lapso de un mes podríamos comenzar una recuperación. Si el Presidente de los EU concordara conmigo, podríamos emprender la recuperación, simplemente diciendo: "Sometamos la cosa a un proceso de bancarrota. Volvamos a lo que hizo Roosevelt".

Hay soluciones

Moderador: ¿Alguien más quiere intervenir? Hemos tenido una hora y medida de discusión productiva. La mayoría de las veces hemos estado expuestos a profesores visitantes que vienen a hablarnos de economía, y también tenemos discusiones. Algunos de ellos amplían la discusión para incluir la economía política. Pero no siempre tenemos a alguien como el señor LaRouche, que amplía la discusión hacia la política directa, la historia y la filosofía, combinadas en una. Yo no sé, aunque me enteré a través de uno de los amigos del señor LaRouche, el doctor S.B. Gupta, miembro de la Comisión de Planeación, que muchas de las profecías hechas por el señor LaRouche, parecen atroces cuando las suelta como bombas, como cuando dice que el consejo económico europeo se va a desintegrar. Pero muchas de ellas a la larga ¡se han convertido en realidad!

Esto puede ser, en muchos sentidos, profético. Yo no sé si todos nosotros nos vamos a alegrar si se cumplen, pero las cosas que se dicen podrían parecer en un principio impensables, pero suceden. Y también estaba leyendo algunas cosas, como el más reciente "Programa de emergencia para reconstruir la infraestructura de los EU de LaRouche", y muchas otras cosas que están a la venta ahí. Les pasaré algunas de ellas, para mis colegas en la biblioteca, y pueden leerlas más tarde.

¿Osaré usar esta oportunidad para felicitar al señor LaRouche por habernos proporcionado una visión más amplia sobre lo que está sucediendo dentro de los sistemas económicos del mundo, y los sistemas financieros en particular?

Muchísimas gracias. Espero que usted haya gozado del intercambio con mis colegas. Y, según yo entiendo, usted tiene una misión. Usted tiene que comunicar estas ideas al mayor número de gente posible en todo el mundo, y estamos Agradecidos que haya escogido nuestra institución en Delhi. Muchas gracias una vez más.

LaRouche: Yo llegué a la India por primera vez, algunos de ustedes ya lo saben, como soldado en 1945–46. Estuve en Calcuta, en algunas semanas que fueron muy importantes, y me involucré profundamente en esa época en la causa de la independencia de la India; lo cual no era muy prudente para un soldado americano, aunque la mayoría de los soldados americanos simpatizaban con la idea en ese momento. Pero he estado comprometido en esto desde entonces. Participé de manera más activa desde mediados de los 1970, cuando me uní a los esfuerzos de la señora [Indira] Gandhi. Y ella era un personaje impresionante, y le presentamos este "Plan de 40 años para el desarrollo de la India", un plan de desarrollo de 40 años, fundamentalmente de la infraestructura.

Y la India es uno de esos países con los que tengo una relación especial, debido a la historia y ciertas características culturales. Así que me alegra mucho, si de alguna manera, en esta ocasión, como en otras, he podido contribuir de alguna manera al enriquecimiento de los recursos al alcance de la India.

Moderador: Gracias, espero que pueda a volver a la India de nuevo. Y si usted viene, bueno, algunos de nosotros podremos recordar muchas de estas cosas, podremos tener un intercambio de apuntes sobre los acontecimientos del mundo. Yo propongo aprobar una moción de agradecimiento a tan distinguidos visitantes. Y espero que todos aplaudan [aplauso]. ¡Un momento! En esta nota positiva, con la que él declara que sí hay soluciones. Desdichadamente, el Gobierno no siempre contempla las soluciones adecuadas. Pero entonces, hay un dicho, señor, expresado por los británicos: "Los americanos siempre hacen lo correcto; después de haber probado todo lo demás".



La prensa India informa de todas las actividades de Lyndon LaRouche durante su visita política, en la ciudad de Bangalore (mayo de 2003)