LaRouche apoya las pláticas de paz de Ginebra:
Como presidente, pararé esta guerra


El siguiente boletín de prensa lo emitió el 23 de octubre "LaRouche in 2004", el comité de campaña del precandidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos para el 2004, Lyndon H. LaRouche. El boletín reproduce los comentarios que hiciera el 22 de octubre el precandidato sobre la situación en el Oriente Medio, durante una presentación que hiciera desde Washington al mundo entero, vía internet.

Washington, D.C., a 22 de octubre.
En respuesta a una pregunta de un reportero de un periódico musulmán estadounidense, sobre cómo él, como presidente, "corregiría los errores" de la política de los Estados Unidos para el Oriente Medio, el precandidato demócrata Lyndon LaRouche dijo a los presentes y a su público por internet: "Como presidente, no tendré problemas en resolver esto. Lo resolveré. Trabajaré en ello, y conseguiré el respaldo de suficiente gente en el mundo, que lo detendremos". LaRouche señaló que es importante que los gobiernos apoyen las pláticas de paz no gubernamentales de Ginebra entre israelíes y palestinos, pero subrayó que él sería un presidente estadounidense capaz de evitar que la facción del Likud del primer ministro israelí Ariel Sharon destruya el Oriente Medio y a Israel en el proceso.

Al acto de LaRouche del 22 de octubre asistieron 300 personas en Washington y cientos más en videoconferencias "satélite" en los Estados Unidos, así como los que lo vieron por internet. En Washington, Abdulla el-Amin, del muslim Observer de Detroit, le preguntó al candidato: "Señor LaRouche... ¿cómo propone lidiar con lo que obviamente es un cabildo en extremo poderoso en los Estados Unidos, para darle un tratamiento justo al pueblo palestino? La respuesta enérgica, pero amplia de LaRouche, fue: "Primero que nada, hay una reunión en Ginebra, que es un intento —con [Yossi] Beilin y otros involucrados con los que he tenido cierta cooperación indirecta en el pasado sobre este asunto— por revivir el diálogo palestino-israelí. Esto es importante. Creo que los gobiernos y otros por todo el mundo deben apoyarlo. No es que por sí mismo vaya a tener éxito, sino que un esfuerzo en esa dirección plantea la pregunta de qué se necesita para alcanzarlo. Si puedes establecer que el intento existe, entonces creo que puede prosperar.

"Ahora, lo otro es que Israel no tiene futuro bajo las políticas actuales de Sharon. En realidad lo que tenemos es un complejo Masada en acción. Sharon es más un ladrón astuto que un fanático. Él sabe cómo actuar como fanático, para hacer que la gente le dé cosas... Pero el peligro reside entre los fanáticos, en especial los fanáticos religiosos, quienes siempre son peligrosos porque no viven en el mundo real. El asunto es que, el que Israel siga este derrotero, que le asignaron los amigos de Dick Cheney [el Vicepresidente de los Estados Unidos], principalmente los neoconservadores de los Estados Unidos, es parte del plan de Cheney, es parte de la política de guerra preventiva. Para Cheney, o para cualquiera que tome su lugar en desempeñar ese papel, Sharon es un chivo expiatorio.

"En realidad, como todo israelí cuerdo sabe —y todo judío preocupado y bien informado del mundo— si Israel sigue ese camino, dejará de existir. Quizá otra gente también dejará de existir, pero Israel no puede vivir con la orientación actual. Yo lo sé. No creo que George Bush, el Presidente [de los Estados Unidos], lo sepa. Creo que hay muchas cosas que él no sabe.

"Pero como presidente, no tendré problemas en resolver esto. Lo resolveré. Trabajaré en ello, y conseguiré el respaldo de suficiente gente en el mundo, que lo detendremos.

'Ni un centavo para Sharon'


Ariel Sharon, el sanguinario.

"¡Es en el interés de los Estados Unidos que la querra del Oriente Medio termine! Es en el interés de los Estados Unidos que haya paz entre los pueblos del Oriente Medio. Es en el interés de los Estados Unidos que haya justicia para los palestinos. Por tanto, el Presidente de los Estados Unidos tiene que expresar ese interés; y tiene que expresar ese interés con cierta consideración a las realidades, tiene que procurar que otros se le sumen en esto, y no ser más dictatorial al respecto que lo necesario; pero tiene que ser firme.

"Tendría que decir, como yo lo haría: 'Oye Sharon, adivina qué. Se te acabó el agua. De aquí en adelante no recibirás ni un centavo de los Estados Unidos, hasta que detengas esta locura. No recibirás nada de nosotros'.

"Estamos de parte de los palestinos porque ellos son las víctimas en este proceso. Sí, seguro, matan en venganza; pero cualquiera que entienda este proceso comprende eso. Cuando presionas a un pueblo hasta el límite, conseguirás guerra irregular. Inicias el incendio; no te quejes de las llamas. Cuando abusas de la gente, la privas de justicia por dos generaciones y la tratas como si no fuera humana por dos generaciones, ésta renuncia a toda esperanza y está dispuesta a suicidarse para combatirte, entonces estás equivocado, equivocado. Uno no le hace eso a la raza humana. Y los Estados Unidos tienen que adoptar una posición clara sobre eso".

"Tenemos el caso del navío U.S.S. Liberty, que ahora entró en polémica; de cuando los israelíes desafiaron a los Estados Unidos hundiendo un buque de guerra, el Liberty. Ese asunto debe discutirse de nuevo. Por otra parte, tenemos a gente como Beilin y otros, que tal vez no sean los más agradables de los israelíes, pero al menos son racionales, y saben que la paz es esencial... Y la política de los Estados Unidos, por su propia parte, debe ser: 'No toleraremos otra cosa que no sea la paz, no nos tragamos tus excusas baratas, Sharon. Sabemos qué clase de rata eres. Ya párale, porque los Estados Unidos aplicarán todo su poder de las formas apropiadas, ¡para hacerte desear haberlo hecho!' Y esa es la única manera de lidiar con eso.

"Podemos conseguir el apoyo de otras naciones para dicha política. Pero lo que no estamos haciendo, del lado israelí, es darle nuestro respaldo a aquellas personas cuyo interés y cuyas acciones corresponden con nuestro interés. Beilin es un ejemplo de aquellos que corresponden a los intereses estadounidenses. Por tanto, deberíamos apoyar el proceso de Ginebra, no porque sea un éxito garantizado, sino porque mantiene con vida lo único que sacará al Oriente Medio de este desastre. Al mismo tiempo, tenemos que defender los derechos de los palestinos, de la forma en que los Estados Unidos debieran defenderlos, no como un chivo en cristalería, sino de forma consistente. Y si somos sinceros al respecto, eso ayudaría.

Boten a Ashcroft


George W. Bush y John Ashcroft el inventor del cuento de los terroristas.

"Lo primero que debemos hacer es, probablemente, que debiéramos pedirle al señor Ashcroft que renuncie. Él creó este cuento de que los terroristas árabes fueron los responsables de lo del 11 de septiembre y demás. Hay muchas personas que están en al-Qáeda y en otras organizaciones llamadas la Hermandad Musulmana. A ellos los reclutaron los Estados Unidos —junto con los británicos— como parte de lo de Irán y los contras, en ocasión de la guerra en Afganistán contra la Unión Soviética. Los dejaron sueltos cuando terminaron estos acontecimientos, y andan por ahí como gente que trabajó para los Estados Unidos, que trabajó para los británicos, que trabajó para otros servicios de inteligencia, unas veces porque creen trabajar para esos servicios, otras porque creen que esos servicios trabajan para ellos. A veces es así como los agentes se confunden.

"Los Estados Unidos siempre tienen la manera de generar una cierta cantidad de muertos, para exhibirlos en las aceras, para decir: '¡Miren, los árabes lo hicieron!' ¿Cómo sabes que los árabes lo hicieron? Porque tenemos árabes muertos por todo el lugar. Bueno, eso probablemente te dice que no fueron ellos. Si los muertos eran árabes, no fueron los árabes los que lo hicieron, porque el servicio de inteligencia que lo hizo debió haber dejado a alguien diferente ahí. Japoneses o africanos, o gente de México. Puede que hagan eso después, ¿saben? Así, la cuestión es que lo que hemos hecho es empeorar el asunto al tolerar este ataque absolutamente desmedido, inmoral y aberrante contra los arabe-estadounidenses y los árabes en general. Este tipo de racismo. Hemos creado un espíritu de turba de lichamiento contra cualquiera que se sospeche sea árabe, o pro árabe.

"Y en estas circunstancias, cuando vienes a los Estados Unidos y dices, queremos algo de justicia para los palestinos, y presentas el caso sobre su sufrimiento, ellos dicen: 'No, no, ¡ése es el enemigo! ¡Ése es el enemigo! Tenemos que matarlos. ¡Esos son los terroristas!' Y ése es nuestro primer problema".