LaRouche le prende candela a Cheney
por Jeffrey Steinberg
Washington (EIRNS)LaRouche ha denunciado al vicepresidente estadounidense Dick Cheney por orquestar la perversa campaña de triquiñuelas para obstruir la labor de la Comisión Selecta de Inteligencia del Senado, la cual ha tratado de llegar al fondo del escándalo de la inteligencia espuria utilizada para embutirle la guerra contra Iraq al Presidente, al Congreso y al pueblo estadounidense.
Por segunda vez en cinco meses Cheney fue pillado urdiendo ardides para cancelar la indagación sobre la inteligencia falsa, en momentos en que crecía el esfuerzo bipartidista en el Senado para delatar a los autores de semejante fraude.
El 30 de octubre los senadores Pat Roberts (republicano de Kansas) y Jay Rockefeller (demócrata de Virgina Occidental), presidente y vicepresidente respectivamente de la Comisión de Inteligencia del Senado, enviaron cartas contundentes a la asesora de seguridad nacional Condoleezza Rice, al secretario de Defensa Donald Rumsfeld y al secretario de Estado Colin Powell, emplazándolos para que en 24 horas presentaran los documentos y testigos que la Comisión exige desde julio.
Los dos líderes señalan en su carta a Rice: "Hemos hecho numerosas solicitudes de documentos que aún no se nos han proporcionado, y hemos procurado entrevistar a un miembro de su equipo sin éxito. Debe usted acelerar nuestro acceso a los documentos pendientes y poner de inmediato a nuestra disposición al individuo identificado. Asimismo, debe usted retirar sus objeciones ante la Agencia Central de Inteligencia, proporcionando a la Comisión ciertos documentos y permitiéndole entrevistar a los involucrados en informar a los funcionarios principales del Gobierno".
La carta a Rumsfeld menciona específicamente al subsecretario Douglas Feith, y exige información sobre la supersecreta Oficina de Planes Especiales, la unidad de inteligencia espuria y de operaciones encubiertas del Pentágono responsable del escándalo de la inteligencia falsificada. Roberts y Rockefeller se quejan ante Rumsfeld de que "el comité no ha recibido aún respuesta a todas las preguntas para el expediente presentadas por los miembros de la Comisión al subsecretario Douglas Feith".
El 4 de noviembre el comentarista de radio y de la cadena de televisión Fox, Sean Hannity, hizo público un memorando robado al grupo demócrata de la Comisión de Inteligencia, en el cual se adelantan planes para garantizar que no se encubra a los más altos funcionarios del Gobierno de Bush como Cheney, por ejemplo responsables de las acusaciones falsas de que Iraq tenía armas nucleares y vínculos con los terroristas del 11 de septiembre.
De inmediato, un coro de senadores republicanos aliados del Vicepresidente se lanzaron contra los demócratas, acusándolos de aprovechar la investigación de la Comisión con fines partidistas. Los senadores John Kyl (de Arizona) y Rick Santorum (de Pensilvania) encabezaron la embestida, a la que más tarde se unió el propio Roberts. Una nota del periódico KnightRidder señaló que Cheney lo había presionado para que rompiese la cooperación bipartidista en la Comisión.
El 7 de noviembre Bill Frist (republicano de Tennessee), quien encabeza la mayoría del Senado, anunció que había tomado la decisión anticonstitucional sin precedentes de cancelar la investigación. Existen motivos para creer que las artimañas para cerrarla las dirigió Cheney, quien se sabe asiste regularmente a las sesiones semanales de los senadores repúblicanos.
La respuesta no se hizo esperar, y ahora hay un coro creciente que pide la salida de Cheney. Las revistas Newsweek y Time publicaron denuncias punzantes contra el Vicepresidente. Newsweek lo acusa de dirigir un "Gobierno paralelo" e informa que la cancelación de la investigación del Senado sucede a sólo días de recibirse el testimonio de un "funcionario de inteligencia que se espera declare que altos funcionarios de Bush desatendieron o hicieron a un lado a los analistas que no apoyaron sus opiniones". Y Los Angeles Times publicó el 6 de noviembre un comentario de Mary Lynn Jones y Thomas Schaller, titulado "¿Se ha convertido Cheney en un impedimento? Los fracasos nacionales y en Iraq pueden costarle un lugar en las elecciones de 2004".
The Big Picture destacó en su edición del 10 de noviembre que George Bush padre y el director político de la Casa Blanca, Karl Rove, han llegado a la conclusión de que Cheney se ha convertido en un serio impedimento para la reelección del Presidente, y buscan cómo sacarlo. El informe advierte que Cheney no se irá sin una dura pelea, en la que podría llevarse a Bush entre las patas.
Los senadores Rockefeller, Carl Levin (demócrata de Michigan) y Harry Reid (demócrata de Nevada) señalaron que el verdadero delito en relación al memorando del grupo demócrata no es el contenido del mismo, sino su robo. El "Cheneygate" podría ser una reedición del Watergate, que comenzó con una infiltración de las oficinas del Comité Nacional Demócrata.