por Jeffrey Steinberg
Lyndon H. LaRouche, aspirante a la candidatura presidencial del Partido Demócrata de Estados Unidos, emitió una declaración el 11 de marzo, al enterarse de los múltiples bombazos que ocurrieron en Madrid en la mañana de ese día, los cuales, hasta donde se sabe, mataron a más de 200 personas e hirieron a unas 1.500. Un total de diez bombas estallaron de forma simultánea a bordo de tres trenes en la estación de ferrocarril y a lo largo de vías locales en la hora pico de la mañana. También se encontraron y desactivaron otras tres bombas, programadas para explotar un poco después, cuando estuvieran en marcha las maniobras de rescate.
LaRouche comentó: "La reciente atrocidad en España me trae a la mente el bombazo de la estación de ferrocarriles de Bolonia en 1980. Este acto brutal de terrorismo no me sorprende. En mi condición de ser una de las principales figuras políticas de los EU, le presento la siguiente evaluación al Gobierno y al Partido Demócrata.
"En agosto del año pasado yo advertí que iban a darse precisamente este clase de sucesos, luego de que el vicepresidente Dick Cheney emitiera declaraciones al efecto de que EU enfrentaba nuevas amenazas terroristas. Dije a la sazón que era crucial fijarse en el lado hispanoparlante del aparato de la internacional sinarquista. Señalé las redes italianas, francesas, españolas y de América Central y del Sur que tenían a EU en la mira. Estas redes fueron activadas acorde a los lineamientos de los esfuerzos de Samuel Huntington por desatar un nuevo choque de civilizaciones, con la intención de provocar un enfrentamiento entre los Estados Unidos de América y las poblaciones hispanas de las Américas y la Península Ibérica.
"En este contexto, le hago un llamado al presidente Bush: No, repito, no arme una tempestad por los sucesos de Madrid. Más bien, obtenga la inteligencia. Sabemos de donde provienen esos ataques. Empiece con la internacional sinarquista, con los amigos internacionales de la nieta de Mussolini en Italia, Francia, España y las Américas. No deje que vuelva a suceder".
LaRouche lo advirtió en agosto de 2003
El vicepresidente Dick Cheney dio un discurso para promover la doctrina de guerra preventiva del Gobierno de Bush contra el terrorismo el 24 de julio de 2003 en Washington, D.C., en el American Enterprise Institute (AEI). Cheney prácticamente prometió que los EU de nuevo sufrirían ataques terroristas, quizás con armas de gran poder destructivo facilitadas a organizaciones terroristas por "estados forajidos" como Afganistán e Iraq, países que ya sufrieron el ataque y la ocupación militares en las primeras dos "batallas" de la guerra de Cheney contra el terrorismo.
En respuesta al discurso de Cheney, así como a la recién detectada pauta de reactivación de las redes terroristas sinarquistas con base en Europa y las Américas, LaRouche emitió un memorando el 9 de agosto de 2003, del cual circularon millones de copias en los EU, con el título de "Cheney habla de terrorismo: ¿Cuáles terroristas, Dick?" (también se publicó en Resumen ejecutivo de EIR, vol. XX, núm. 22, de la 2ª quincena de noviembre de 2003). LaRouche explicó ahí lo que significa este auge del terrorismo sinarquista de derecha, y cómo Cheney y sus aliados neconservadores podían aprovecharlo.
LaRouche señaló que, desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Cheney se alzó como la figura más poderosa del Gobierno de Bush, y parte de su programa "presidencial" ampliado era la política antiterrorista. "Ahora", escribió LaRouche, "Cheney ha prometido un próximo ataque terrorista a los EU, comparable en su efecto político al del 11 de septiembre de 2001. Lo hace en momentos en que su menguante posición política requiere algún tal suceso afortunado para devolverle la postura que tenía antes de los recientes sucesos en la guerra de Iraq. Pretende ser experto en la materia. ¿Son baladronadas, o acaso sus asesores saben algo pertinente? ¿Se vislumbra algún tipo pertinente de ataque terrorista? Ahora que el fraude del óxido de uranio está sepultando el mito del origen árabe del 11 de septiembre, ¿qué otras alternativas existen?".
"Yo sé", continuó LaRouche, "de dos casos que se ajustarían a los requisitos de Cheney. Uno es el que tipifican las capacidades formalmente negables de Rafi Eytan, fugitivo estrella del escándalo del espía Jonathan Pollard, y actualmente objeto de la atención de las autoridades competentes en Israel y los EU. Los círculos fascistas israelíes son maestros del disfraz. El segundo es el definido por la reciente agrupación bajo la égida de Blas Piñar, el principal fascista de España. Hay que evaluar el potencial para un ataque a los EU al estilo del del 11 de septiembre de 2001, que podría atribuírsele a Piñar, de la misma forma en que el del 11 de septiembre se le atribuyó a los árabes.
"El actual reagrupamiento de las fuerzas sinarquistas internacionales sí contiene elementos que se ajustan a la descripción de las principales organizaciones terroristas desplegadas en Europa Occidental en los 1970, en incidentes tales como el bombazo a la estación ferroviaria de Bolonia y el secuestro y asesinato de Aldo Moro, líder italiano a quien amenazó personalmente Henry Kissinger durante una reunión en Washington. Estos son grupos sinarquistas cuya penetración en México y otras partes de las Américas fue coordinada en los 1930 desde Alemania, por conducto de España, por la sede del partido nazi de Adolfo Hitler en Berlín. Todavía existen y permanecen activos hasta la fecha".
"El aspecto más significativo del nuevo reagrupamiento internacional bajo Blas Piñar, ex funcionario de Franco, es su muscularidad, aunque de un potencial políticooperativo intrínsecamente efímero. Se compone en gran medida, entre otros, de grupos pequeños pero musculares que representan una continuidad con los que se usaron para encubrir operaciones terroristas internacionales en Europa en los años setenta. Por acción reciente de Blas Piñar existen ahora instrumentos ideales pare encubrir operaciones terroristas enfiladas desde América Central y del Sur contra el interior de los EU. Por su misma existencia, estos grupos efímeros musculares de perfil sinarquista internacional se cuentan entre las fuentes más probables de acciones terroristas internacionales; de otra forma, ellos también, como el efímero mosquito, mueren pronto".
LaRouche advirtió: "Piénsese en el efecto de un ataque terrorista a los EU, comparable en su efecto sicológico al del 11 de septiembre, ¡pero achacado esta vez a poblaciones hispanas, en vez de árabes!"
El remedio a mano
Luego LaRouche pasó al asunto de cómo responder a semejante amenaza de un "11 de septiembre hispano": "¿Cómo hemos de hacerle frente a esto? No seamos estúpidos otra vez. Los métodos de straussianos tales como [el procurador general John] Ashcroft y Cheney sólo empeoran las cosas. Hay que emplear métodos políticos inteligentes: desenmascarar la internacional sinarquista. Que la gente aprenda de las guerras europeas de 1920 a 1945, y de la subversión nazi de América Central y del Sur, cómo el presidente Franklin Roosevelt y su liderato político hicieron frente a tales amenazas. Se tiene que identificar el sinarquismo por lo que es; despojarlo de su tolerancia entre gobiernos e iglesias, y apostar emboscadas de inteligencia a esperarlo calladamente para atraparlo si intenta moverse en determinadas direcciones.
"El primer perímetro de defensa contra los peligros existentes es alertar a las poblaciones y a las instituciones competentes sobre esos peligros. Los EU cuentan con la capacidad profesional para cumplir con lo que le toca de dichas precauciones, una vez se elimine la interferencia de la camarilla neoconservadora de Cheney".
La documentación que acompañó la advertencia de LaRouche y otros dos informes sobre las capacidades terroristas sinarquistas ("La Maritornes es una venta de prostitutas fascistas", en Resumen ejecutivo de EIR, vol. XXI, núms. 34, de la 1ª y 2ª quincenas de febrero de 2004; y "El inmenso mar de sangre de Donoso Cortés", en Resumen ejecutivo de EIR, vol. XXI, núm. 5, de la 1ª quincena de marzo de 2004) brindaron la base necesaria para emprender un esfuerzo multinacional amplio de contrainteligencia, en el que participen los servicios de seguridad de toda América y Europa.
Esos tres informes combinados representan una cronología del reagrupamiento aún en marcha de los círculos fascistas sinarquistas como nuevo aparato internacional, en la forma de un veneno específico contra los EU. Por ejemplo, uno de los ideólogos del nuevo sinarquismo, el escritor uruguayo Álvaro Pacheco Seré, presidente delegado en Uruguay de la Hermandad Tradicionalista Carlos VII, escribió un artículo el 26 de octubre de 2001 en el boletín de la Hermandad en Argentina celebrando los ataques del 11 de septiembre. "El histórico 11 de septiembre de 2001 alteró la marcha de los sucesos mundiales", escribió. Los EU que "nunca fueron Nación en el sentido clásico. Fueron hijos de una idea: la libertad, tal como la concibe la Revolución", sintieron los embates de los grupos revolucionarios que los propios EU fomentaron en contra de otros. "Visto desde el pensamiento tradicionalista, el 11 de setiembre de 2001 se presenta así como 'El día que se abatieron las columnas'.... La destrucción de las dos columnas y la herida a la estrella trunca del Pentágono parecen significar que algunas altas instancias, secretas e irreconocibles, decidieron que allí ahora se niega la Revolución". "Reina la anarquía", continuó Pacheco, "el pacifismo, el ecumenismo y la civilización del amor predicados por el mundo moderno masonizado y, con él, por la Iglesia desde el Vaticano II, han visto cuestionados sus falsos fundamentos".
Pacheco escribió más tarde: "Los Estados nacionales republicanos ven cuestionada no ya su identidad, sino su propia existencia, su independencia, su legitimidad de origen. La fractura de América sólo podrá superarse alguna vez por la voz convocante de aquella Corona que le dio ser y vida".
Cómo nace la amenaza sinarquista
A continuación aparece parte de una cronología de contrainteligencia sobre este caso:
Enero de 2001: el terrorista derechista italiano Andrea Insabato fue arrestado en un intento terrorista fallido contra un periódico de Roma. El jefe de la policía antiterrorista italiana Ansoino Andreassi vinculó a Insabato con Roberto Fiore, el fundador y líder del grupo terrorista fascista Forza Nuova. Fiore huyó a Londres en 1981, luego de que un tribunal italiano lo sentenció por ser miembro de una organización neofascista llamada Terza Posizione (Tercera Posición), asociada con innumerables actos terroristas, desde el bombazo de la Piazza Fontana en 1969, hasta el de Bolonia en 1980.
Noviembre de 2001: un grupo de falangistas y carlistas iberoamericanos y europeos presentaron en Madrid una nueva publicación, Maritornes: Cuadernos de Hispanidad. Su junta editorial representó el núcleo de una nueva internacional sinarquista; varios de sus miembros estuvieron ligados en el pasado al terrorismo derechista de la llamada "estrategia de tensión" que desestabilizó a toda Europa continental en los 1970 y principios de los 1980. Entre sus miembros más destacados estaba Blas Piñar, un ex compinche de Francisco Franco y fundador del grupo que reanimó a la Falange Española, Fuerza Nueva; y Francesco Maurizio Di Gionvine, un reconocido "historiador" neofascista italiano que solía dirigir a las pandillas juveniles de los camisas negras, y quien fue uno de los sopechosos en la ola de terror derechista de la asociación militar secreta Rosa dei Venti (Rosa de los vientos) en 1974, que desestabilizó a una serie de gobiernos italianos. Esto culminó con el secuestro y asesinato del líder demócratacristiano Aldo Moro y el bombazo en la estación de ferrocarril de Bolonia en 1980.
16 y 17 de noviembre de 2002: una reunión internacional en Madrid, coauspiciada por Fuerza Nueva y Falange Española, inauguró la nueva internacional sinarquista. Entre los grupos e individuos participantes estuvieron: Roberto Fiore de Forza Nuova, quien fue uno de los oradores; Thibault de la Tocnaye, del Front National (Frente Nacional) francés de JeanMarie le Pen; Udo Voigt del Partido Demócrata Nacional de Alemania (NPD); un representante de Final ConflictThird Position (Conflicto FinalTercera Posición) de Gran Bretaña, que es una camada de orates neonazis afiliados a la Guardia de Hierro rumana; y el ex capitán del Ejército argentino Gustavo Breide Obeid, en representación del Partido Popular por la Reconstrucción (PPR). Breide y otros dos cabecillas del PPR realizaron una gira por Francia e Italia bajo el patrocinio de Le Pen y Fiore.
26 de enero de 2003: hubo una reunión de seguimiento en Madrid en la que hablaron Fiore y Voigt y, según se informa, acudieron unas 3.000 personas.
Diciembre de 2003: Roberto Fiore anunció que su Forza Nuova se había unido a otros grupúsculos neofascistas para formar una alianza electoral, en particular al partido de Alessandra Mussolini, la nieta del Il Duce.
El informe de Resumen ejecutivo de EIR de la 1ª y 2ª quincenas de febrero de 2004 caracterizó al aparato de Mussolini, Fiore, Le Pen y Blas Piñar como "una operación sinarquista más amplia que ahora está en marcha... Sus raíces son carlistas españolas, su orientación es fascista, y su actual despliegue político estratégico está ligado al terrorismo".
La edición de Resumen ejecutivo de EIR de la 2ª quincena de abril de 2004 (vol. XXI, núm. 8) añadió otro aspecto al cuadro (ver "Huntington desvaría de nuevo: ¡Ojo a una guerra de Cheney contra los hispanos!"). Foreign Policy, órgano de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional (Carnegie Endowment for International Peace), presentó como reportaje de portada en su edición de marzoabril de este año, al promotor del choque de civilizaciones Samuel Huntington, esta vez incitando a una guerra civil en las Américas entre los hispanos y la "cultura señaladamente angloprotestante" de los EU. Huntington evoca el nacimiento de un movimiento de "nacionalismo blanco" fascista en los EU contra los inmigrantes hispanos. "Una reacción razonable a los cambios demográficos en marcha en los EU podría representar el surgimiento de un movimiento antihispano, antinegro y antiinmigrante compuesto en lo principal por hombres blancos de las clases trabajadora y media, en protesta por la pérdida de sus empleos a los inmigrantes y a países extranjeros, la perversión de su cultura, y el desplazamiento de su idioma".
Si ponemos el odio antihispano que promueve Huntington de frente contra el virulento antiyanquismo del aparato PiñarFiore, obtenemos la mezcla sinarquista perfecta: precisamente la receta idónea para la clase de terrorismo que estalló en Madrid el 11 de marzo.
Se les adviritió...
El historial de LaRouche como un especialista avezado en materia de guerra irregular internacional, en este caso puede verse en sus advertencias de 2003 de un nuevo 11 de septiembre achacado a hispanos, en el marco de su declaración del 24 de agosto de 2001, de que las cosas estaban maduras en los EU para un ataque terrorista internacional de envergadura, probablemente dirigido contra la capital estadounidense. Al tiempo que tenían lugar los ataques del 11 de septiembre, los asociados de LaRouche estaban en las calles de Washington, D.C., y de muchas otras ciudades, distribuyendo una declaración que éste emitió a través de su comité de campaña presidencial: "Terror jacobino apunta contra Washington, dice LaRouche". Ahí, el candidato dice: "El mundo actualmente es presa de la crisis financiera y monetaria más profunda, más mortífera, que se haya visto desde mediados a finales del siglo 14 en Europa. Nos encontramos en un período en el que circunstancias económicas y relacionadas han hecho de la guerra regular moderna una broma de mal gusto, período en el que las guerras regionales y otras 'guerritas', el terrorismo, los asesinatos políticos y otras formas de desestabilización son los temas principales en las agendas de los planificadores estratégicos. El estado avanzado de la actual crisis financiera y monetaria conduce a ciertas fuerzas políticas al borde de la desesperación, fuerzas políticas desesperadas que prefieren llevar a la civilización misma al borde del abismo, en vez de tolerar los cambios en las instituciones financieras y monetarias que la presente crisis demanda.
"Washington, D.C., es la capital de una potencia mundial muy venida a menos, pero que no obstante es la principal potencia mundial. Cualquier movimiento que pudiera aterrar a los personeros oficiales del Gobierno de Washington y sus alrededores a esconderse bajo la cama, constituiría una amenaza estratégica de proporciones mayúsculas para la paz de todo el mundo, al igual que el Terror jacobino de 178994 condujo inexorablemente a las guerras napoleónicas que dominaron a Europa hasta la conclusión de ese Congreso de Viena que sembró las semillas de las catástrofes que ocurrieron posteriormente".