El Parlamento
italiano honra a Juan Pablo II:
aprueba el NBW
Qué
mejor manera de honrar la vida de Juan Pablo II que lo que hizo la Cámara
de Diputados del Parlamento de Italia el 6 de abril, cuando aprobó, en
vísperas del entierro del Papa, la resolución que instruye al
Gobierno a luchar porque se convoque a una reunión cumbre internacional
para establecer una “nueva arquitectura financiera”. Como informamos
en el artículo que aparece en la página 18, esta propuesta de un
“Nuevo Bretton Woods” fue redactada hace más de un año
por el diputado Mario Lettieri, en colaboración con el copensador de
Lyndon LaRouche y presidente del movimiento italiano Solidarietà,
Paolo Raimondi.
En el
debate del 6 de abril, cuando un representante del Gobierno del primer ministro
Silvio Berlusconi trató de aguar la resolución, al proponer que se
le quitara precisamente la parte que compromete al Gobierno a tomar los pasos
que lleven a convocar la conferencia internacional, topó con el repudio,
no sólo de la oposición, sino también de miembros de la
bancada de la coalición del propio Gobierno, y al final no le
quedó otra que retirar su enmienda, y la resolución fue aprobada
casi sin ningún cambio. Casi todos los que intervinieron en el debate a
favor de la resolución invocaron la figura del finado Juan Pablo II, como
alguien que había ofrecido conducción moral en lo que toca a la
justicia económica.
La
resolución hace alusión al reciente derrumbe de Parmalat,
“que dejó una brecha de 14.300 millones de euros por los que
todavía hay que responder”, y a las quiebras de LCTM, Enron, Cirio,
los bonos de Argentina y otros, lo cual debe haberle hecho claro a todo el mundo
que “enfrentamos una crisis de veras sistémica”.
Señala
que, “la crisis financiera y bancaria es motivo de preocupación, no
sólo para los pequeños inversionistas y las empresas serias, sino
para las clases gobernantes de los países involucrados. Hay una crisis de
todo el sistema financiero, un sistema que cada vez más se orienta a la
pura especulación. De hecho, se calcula que el total de la burbuja
financiera, incluyendo los derivados financieros y otras formas de adeudos, suma
como 400 billones de dólares, comparado con un PIB mundial de poco
más de 40 billones.
“Mientras,
los datos oficiales más recientes del Banco de Pagos Internacionales en
Basilea indican, no sólo una brecha creciente entre la economía
real y la puramente financiera, sino que también revelan una verdadera
explosión de la burbuja de derivados”.